Estas palabras, reproducidas por La Razón, pertenecen a Ramiro Durán Morales, un boliviano que se ha transformado en líder del Bloque Inti, un grupo de voluntarios que está salvando iglesias emblemáticas de Bolivia.
Entre las más reconocidas se encuentra la iglesia del Señor del Gran Poder (La Paz), monumento nacional y departamental desde 2005, además de otras como, por ejemplo, San Pedro, San Sebastián, San Juan de Dios y las Siervas de María.
Es que la labor que han estado haciendo estas “manos benditas” para salvaguardar lugares sacros y cargados de historia en La Paz de alguna manera ha generado la atención de los curiosos, pues quienes llevan adelante este trabajo lo hacen de forma voluntaria y gratuita, tal cual lo confirma el testimonio de Ramiro.
El objetivo, precisamente, es que estos lugares dejen de deteriorarse con el paso del tiempo y puedan volver a relucir con todo su esplendor, por ende, volver a cautivar a feligreses y peregrinos.
Entre las principales restauraciones que se han estado haciendo en lugares como El Gran Poder se destacan los trabajos sobre las paredes, pintado de fachada y hasta la iluminación.
“Nos hemos dado el plazo de tres meses para concluir esta obra, sin embargo, en apenas 14 días ya se ha avanzado con el 70% de las refacciones”, expresó Ramiro, quien también se mostró agradecido con al párroco de la iglesia de Gran Poder, Marcelo Ramírez, desde donde hubo contribución de una cuarta parte de los recursos y materiales para este saneamiento.
De momento, mientras se prosiguen los arreglos, es bueno recordar una de las fiestas más importantes de Bolivia que buscaba desde hace tiempo ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Ver nota a continuación:
Con información en base a La Razón

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