(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 1º Abr. 2017).- Huir del carrerismo eclesial que es una peste, no conformarse con conseguir un título, ser testigos de Jesús, a través de la sencillez y la austeridad de vida, y volverse discípulos a tiempo completo. Estos son algunos de los consejos que el papa Francisco dio este sábado en el Vaticano, a los integrantes del Colegio pontificio español ‘San Jose’ de Roma.
El Santo Padre los recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, con motivo de los 125 años de la fundación instituida por el beato Manuel Domingo y Sol, en la que formarse significa ser capaces de acercarse con humildad al Señor y preguntarle: ¿Cuál es tu voluntad? ¿Qué quieres de mí?
Recordando que amar de todo corazón, significa hacerlo sin reservas y sin dobleces, sin intereses espurios y sin buscarse a sí mismo en el éxito personal. La caridad pastoral supone salir al encuentro del otro, comprendiéndolo, aceptándolo y perdonándolo de corazón.
Les invita así a “crecer en el hábito del discernimiento, que les permita valorar cada instante y moción, incluso lo que parece opuesto y contradictorio, y cribar lo que viene del Espíritu”; una gracia, asegura el Papa “que debemos pedir de rodillas”.
Y a amar con todas las fuerzas, porque “es en nuestras pequeñas cosas, seguridades y afectos, donde nos jugamos el ser capaces de decir ‘sí’ al Señor o darle la espalda como el joven rico”.
El Papa concluyó su mensaje pidiéndoles ser testigos de Jesús, a través de la sencillez y la austeridad de vida, para llegar a ser promotores creíbles de una verdadera justicia social. Y les exhortó: “por favor, huyan del carrerismo eclesiástico” es una peste”.
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