VATICANO, 30 Jun. 23 (ACI Prensa).- ¿Los asteroides pueden acabar con la vida en la tierra? En el marco del Día Internacional de los Asteroides, que se celebra este 30 de junio, responden desde el Observatorio del Vaticano.
A menudo, la prensa internacional informa acerca de la aproximación de algunos objetos a la tierra, lo que podría causar grandes daños en nuestro planeta e incluso su desaparición.
Sin embargo, ante las continuas apocalípticas predicciones de los medios de comunicación, pocas son las ocasiones en las que estos objetos causan graves daños en la tierra.
Sobre estos hechos, ACI Prensa conversó con el Hermano Guy Consolmagno, director del Observatorio Vaticano, la institución de investigación astronómica dependiente de la Santa Sede conocida como la Specola Vaticana, y que es considerado uno de los observatorios astronómicos más antiguos del mundo.
“La verdad es que nuestro mundo es finito, y se acabará algún día; mi propia vida es finita, y se acabará algún día. Pero lo que está escrito en las Escrituras es que ‘no sabremos el día ni la hora’”, explicó el astrónomo de nacionalidad estadounidense.
A continuación, aseguró que “trozos del espacio golpean la tierra constantemente”.
“Se llaman meteoritos. Nuestros museos tienen miles de estas rocas, y yo las estudio como parte de mi investigación científica, ya que son muestras que datan del origen de nuestro sistema solar”.
“Una vez cada cien años, uno de esos impactos puede ser lo suficientemente grande como para arrasar una pequeña ciudad; una vez cada cien millones de años, puede ser lo suficientemente grande como para causar una extinción masiva como la muerte de los dinosaurios”, aseguró el científico.
“Pero hay muchas otras cosas que pueden matarte antes. Si te preocupa morir, deja de fumar y ponte el cinturón de seguridad”, advirtió.
“Por supuesto, esto lleva a una cuestión más profunda. Algunas personas se aferran a una falsa idea de la ciencia porque creen que puede darles seguridad en un universo incierto. Otras personas se aferran a una falsa idea de la religión por la misma razón”, explicó.
“Pero al igual que un verdadero científico está abierto a ver lo que la naturaleza tiene que decir, no lo que nosotros queremos que diga, del mismo modo un verdadero cristiano debe estar abierto al Dios que es, no al Dios que queremos que sea”, concluyó.
Tras su encuentro en Moscú el 29 de junio de 2023 con el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia, el patriarca Kirill saludó la "mediación" de la Santa Sede y le aseguró su apoyo en la búsqueda de "una paz justa tan pronto como sea posible", informa el sitio web del Patriarcado de Moscú
El Kremlin, por su parte, indicó que no se ha llegado a ningún acuerdo tras los encuentros entre el cardenal italiano y los representantes políticos rusos. La Santa Sede ha anunciado que los «resultados» de esta misión a favor de la paz serán presentados al Papa.
El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa recibió al enviado del Papa Francisco -quien le encomendó una «misión» a favor de la paz- en el monasterio de San Daniel en Moscú.
Subrayó los peligros significativos que se avecinan actualmente debido al conflicto en Ucrania y afirmó que las iglesias «pueden, mediante sus esfuerzos conjuntos, prevenir una evolución negativa de la situación política y servir a la paz y la justicia». Llamó a las comunidades cristianas occidentales y orientales a «participar en el proceso de reconciliación».
Importante apoyo de Vladimir Putin desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, donde parte de la Iglesia Ortodoxa Rusa se separó de su patriarcado para crear la Iglesia Ortodoxa de Ucrania en 2018, Kirill denunció frente a su anfitrión las «persecuciones» a las que se somete el Las comunidades ortodoxas que se han mantenido fieles a él en Ucrania están sujetas. También dijo que estaba «profundamente» dolido por el «sufrimiento del pueblo ucraniano».
El Cardenal Zuppi, tras transmitir los saludos del Papa Francisco al Patriarca, abogó por una intensificación del diálogo entre las dos Iglesias, informa el Patriarcado. «Como cristianos, necesitamos ayudarnos unos a otros a entender cómo actuar», dijo.
Los interlocutores reconocieron que para ellos era importante «centrarse en resolver los problemas humanitarios en la situación actual». Acordaron «continuar los intercambios».
A la reunión asistieron, además del Patriarca y el Cardenal, el metropolita Antonio de Volokolamsk, «ministro de Asuntos Exteriores» del Patriarcado, su mano derecha, el archimandrita Philaret, y el arcipreste Nicolás Balachov, asesor del Patriarca de Moscú. Del lado ‘romano’ estaban el nuncio en Rusia, monseñor Giovanni D’Aniello, su ‘número 2’ monseñor Piotr Tarnawski, monseñor Paul Butnaru de la Secretaría de Estado y el profesor Adriano Roccucci, vicepresidente de la comunidad de Sant’Egidio.
El patriarca Kirill elogió el trabajo de esta asociación católica italiana, de la que el cardenal Zuppi fue uno de los primeros miembros, subrayando el papel «positivo» que había desempeñado en el pasado al mantener «estrechos vínculos» con la Iglesia ortodoxa rusa durante la Guerra Fría.
Sant’Egidio, comunidad católica italiana fundada en los años 60 en Roma, está muy implicada en el diálogo interreligioso y en la defensa de la paz, lo que le ha valido en ocasiones el sobrenombre de ‘Naciones Unidas de Trastevere’ (el barrio romano donde se fundó) .
Kremlin: ninguna «decisión o acuerdo concreto»
Durante su estancia en Moscú, que finalizará la tarde del 30 de junio, el cardenal Zuppi pudo entrevistarse con varios representantes rusos, pero no con el presidente Vladimir Putin. Durante su viaje a Kiev el pasado mes de junio, el cardenal fue recibido por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
No obstante, en la capital rusa, el cardenal pudo reunirse con el asesor del presidente para asuntos internacionales, Yuri Ushakov, y con la comisionada presidencial para los derechos del niño, Maria Lvova-Belova.
Después de estas reuniones, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no se había alcanzado ninguna «decisión o acuerdo concreto» durante estas reuniones, pero que las partes habían «intercambiado puntos de vista e información sobre cuestiones humanitarias en el contexto de los asuntos de Ucrania». Maria Lvova-Belova, por su parte, no mencionó un acuerdo sobre el regreso de los niños ucranianos: según Kiev, Moscú habría deportado a 16.000 de ellos.
El icono de San Vladimir de kiev
El cardenal trató de «identificar iniciativas humanitarias susceptibles de abrir caminos hacia la paz», anuncia la Oficina de Prensa de la Santa Sede en una breve nota de prensa en la que se recuerdan las etapas del camino. El arzobispo de Bolonia presentará ahora al Papa los «resultados» de su estancia en Moscú antes de considerar otras iniciativas «tanto en el plano humanitario como en la búsqueda de caminos de paz».
Durante su viaje, el presidente de la conferencia de obispos de Italia meditó frente a un icono de Nuestra Señora de San Vladimir I, fechado por este príncipe de kyiv que se convirtió al cristianismo en 988, convirtiéndose en el fundador de la ortodoxia rusa y ucraniana. El cardenal encomendó su misión a la Virgen María representada en este icono particularmente venerado, como el más antiguo de la tradición rusa.
La apertura a la vida es una cuestión en la que muchas parejas no logran ponerse de acuerdo. ¿Qué es lo que falla? Un diálogo en el consultorio de la dra. Orfa Astorga
– Estamos por contraer matrimonio y no logramos ponernos de acuerdo sobre el tema de los hijos, pues soy de la idea de postergar el primero, así como limitar su número, y tengo motivos razonables para ello – afirmó en el consultorio el exitoso joven mirando de reojo a su novia, que negaba con la cabeza.
– Bien… ya he escuchado eso antes, permítanme hablarles de la paternidad responsable en relación con el insondable valor de un hijo – contesté con la seguridad que da la verdad.
Un hijo no es una simple consecuencia de un acto biológico, sino que viene a la vida a través del sublime misterio de amor manifestado en una entrega plena y total entre sus padres. Es de esa mutua donación, es que nace a la vez, otro don, en el hijo.
Ciertamente, los padres hacen el aporte biológico, más hay algo de infinito que no pueden trasmitir, y que es en sí, la esencia del hijo, como un ser único, irrepetible, y con un alma inmortal creada por Dios.
El todo del hijo es el verdadero don.
El hijo es un don, no un derecho
Significa que los padres procrean, es decir dan la vida cooperando con Dios.
– Si, pero si Dios nos hizo inteligentes… ¿Qué tiene de malo limitar los hijos o elegir el momento en que deben nacer?
– Pasa que el hijo, al ser un don de Dios, no es un derecho sobre el cual decidir, como si se eligiese a la carta. Dicho de otra manera, un don, aun cuando venga de Dios, para que lo sea, debe de haber alguien que lo acepte, en este caso los padres.
Y, dirigiéndome directamente al joven, prosigo –, Es como si usted le diera un regalo a su novia poniéndolo sobre una mesa, y ella nunca lo recogiera, el regalo, o don, en sí, no existiría. Pero si recoge el regalo, y a su vez le corresponde con alguna forma de agradecimiento, lo que hace, es confirmar el mutuo amor.
– Eso me queda claro.
– Es así que, al aceptar al hijo, reciben su amor conyugal encarnado en cada una de las células de su cuerpo, en donde ya no son dos, sino uno solo… las facciones del hijo, los rasgos de su corporalidad su temperamento, y habrán confirmando ese amor.
La confirmación de ese amor, une más a los padres, que abren espacios a esa nueva vida en medio de planes, proyectos y pruebas de todo tipo, pues su amor se refuerza. Es por eso, que bien se dice que cada hijo trae una torta bajo el brazo.
Apertura a la vida
Es así, porque la procreación se extiende a su educación, como la misión principal de su vida. Para ello, los padres habrán de desarrollar las virtudes necesarias, pues nadie da lo que no tiene. Al desarrollarlas, crecen y logran avanzar hacia su plenitud como personas.
Finalmente… un hijo, es el preciosísimo don del matrimonio y contribuye al bien de los que se aman.
Un ejemplo muy gráfico lo puede ser un niño con retraso, que aparentemente no puede dar nada. Mas cuando se le acepta como un don, da muchísimo y tantas veces mucho más, que un hijo normal, porque es fuente de comunión y unión entre los padres y los hijos.
Mis consultantes se retiraron parar dialogar desde otra perspectiva, la novia llevaba una esperanzadora sonrisa.
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Myriam de Courrèges murió de cáncer el 10 de mayo de 2023 a los 70 años. Casada, madre y abuela, médica, entrega un conmovedor testimonio sobre el final de la vida, un tiempo cuyos sufrimientos y miserias no niega, pero que llena de vida, alegría y esperanza
Nuestra columnista Élisabeth de Courrèges perdió a su madre el 10 de mayo de 2023, después de cuatro años de lucha contra el cáncer. Se llamaba Myriam de Courrèges, era casada, madre de siete hijos y abuela de muchos nietos, médica en un centro de daño cerebral, muy implicada en su parroquia…
Antes de morir, escribió un texto que tituló «He sido candidata a la eutanasia durante cuatro años«, explicando por qué habría sido una pena pedirla.
«¿No fue hermoso vivir todo eso?«, pregunta después de haber descrito sus alegrías familiares, su gratitud por las gracias recibidas y su camino hacia Dios. «Den ayuda activa para vivir en su lugar», implora.
Un testimonio de peso en un momento en que se promueven leyes favorables a la eutanasia.
Myriam de Courrèges entregó su testimonio a su hija Elisabeth con la esperanza de que fuera transmitido, para compartir esta alegría y esta esperanza con aquellos que ya no se atreven a creer en ella. Elisabeth se lo encargó a Aleteia, que aquí lo reproduce íntegro.
***
El día que recibí el anuncio del diagnóstico, con la futura ley de fin de vida [en Francia, n.d.t.], entendí que sería candidata a la eutanasia o el suicidio asistido. Desde entonces han pasado cuatro años, bastante llenos, y hubiera sido una pena no dar testimonio de la presencia de Dios, de Cristo y del Espíritu Santo.
Fin de la vida:
Un tiempo para caminar con Jesús Un tiempo para descubrir las delicias del Señor De hecho un camino de vida, que tiene su fecundidad Un camino de santidad
Casada, madre de siete hermosos hijos enriquecidos por yernos y nueras, una progresión exponencial de nietos cada año, fui una abuela activa.
Médica en un centro de traumatismos craneoencefálicos en el que aprendí lo que es la dignidad de la persona, rodeada de amigos que ponen bálsamo en el corazón y el alma, implicada en mi parroquia, fui mimada, fui feliz.
Ese lunes de febrero de 2019 estaba examinando a un paciente. Mi teléfono vibra en mi bolsillo. Al regresar a mi oficina, veo que se muestra «laboratorio«.
El resultado de un análisis de sangre realizado dos días antes puede generar temores de un tratamiento urgente.
A la hora del corte, dejo mi bata y mi estetoscopio sobre mi escritorio y me dirijo a urgencias sin sospechar que nunca más volveré a usar estos instrumentos y que tendré que renunciar a mi función médica.
Cáncer, paz
Esa misma noche, al cruzar la información, entiendo que tengo cáncer. Una médica enferma razona…
Esto me lo confirmaron diez días después. El cirujano vino a verme con pañuelos, porque me anunció el vigor del tumor y por tanto que «debes prepararte y abandonarte…» (para el fin, rápido…).
Recibí una nueva gracia inmediata de Paz y de Esperanza de mi Señor y mi Dios… Un encuentro inesperado con un capellán amigo me llenó de fuerza.
Por lo tanto, ya tenía derecho a lo que propone la ley sobre el final de la vida durante el procedimiento: terminación activa, eutanasia si no suicidio asistido… Y si hubiera sido así, ¿qué hubiera dejado de vivir?
Mi médico optó por seis meses de un primer tratamiento que pareció satisfactorio al principio.
Hasta entonces, desde el anuncio del diagnóstico, consideraba que mi «tarea» como esposa y madre no había terminado… y creía en el Amor y el Poder sanador de Dios.
Amo la vida, a los demás, todo lo demás, los proyectos… Seguí implicándome, con cansancio pero con alegría.
Gracia
Continué la formación parroquial y aprendí a descubrir la acción del Espíritu Santo en mi vida.
En la parroquia, rodeada de algunos de mi familia, se me dio por primera vez el sacramento de los enfermos.
Durante un tiempo de adoración, recibí la imagen de la Virgen María aplastando la cabeza de un monstruo o serpiente.
Se dice que el tumor es maligno (procedente del Maligno) porque su desarrollo fisiológico procede de un engaño (se confunde con una célula de defensa)… Además, este cáncer se desarrolla ante los excesos de nuestra vida moderna…
Recibí por tanto, una gracia de confianza junto a la protección de la Virgen María y en su capacidad para protegerme.
Servicio y vida espiritual
Casamos una hija ese verano. Yo seguía ahí, más delgada claro, pero todos estábamos muy contentos con el evento.
Nuestra parroquia nos pidió que la representáramos en una peregrinación: allí recibimos la gracia de una pista para un nuevo tratamiento.
En enero de 2020, renovación del sacramento de los enfermos en la parroquia… Fue un proceso de humildad y verdad ante toda la asamblea.
Viví una vida casi normal aunque un cansancio de fondo la hacía más lenta y los proyectos se paralizaron. Traté de concentrarme en el servicio y en la vida espiritual.
En marzo de 2020, debido a que tenía fiebre, las terapias se pusieron a media dosis. Antes de acabar estos dos años de terapia, aparecieron metástasis.
Sin saberlo aún, el verano de 2021 fue un tiempo familiar muy feliz. Me dieron la noticia en septiembre, me citaron para un seguimiento en enero de 2022.
Recibí nuevamente el sacramento de los enfermos durante una vigilia de oración. Esa tarde recibí la certeza de vivir todo esto como «amiga de Jesús».
Saqué tiempo, encerrada en casa con mucho cansancio, para disfrutar de las visitas, de escuchar, de unirme, de llevar, de orar por mis hermanos y hermanas, hijos, amigos… Todavía era una vida plena.
«Estás en la Cruz»
Tenía problemas para orar y me sentía lejos del Señor… Mi director espiritual me dijo que no importaba. «Estás en la Cruz, objetivamente más cerca del corazón de Jesús».
Las quimioterapias son eficaces en el tumor, pero tienen una gran toxicidad en otras células.
El oncólogo suspendió la quimioterapia para el verano de 2022, lo que me permitió recuperar fuerzas y recibir a todos nuestros hijos en el hogar familiar: maravilloso verano en el ambiente, las actividades, mi cumpleaños, alabanza y oración intercesora, mensajes de familiares y amigos, matrimonio en mi familia política.
En septiembre los resultados fueron catastróficos. En ausencia de una nueva terapia, se tomó la angustiosa decisión de suspender todo tratamiento, mientras todavía sentía dentro de mí fuerza y pasión por la vida.
Qué susto, qué tristeza
El perfil del Fin de la Vida es un paso más…
Paliativos, noche
Nuevo sacramento de los enfermos durante una vigilia parroquial para aprehender en paz esta nueva etapa llamada paliativa, iniciada con una breve estancia en el servicio de cuidados paliativos donde la capellanía me ayudó maravillosamente a estar conectada a la Palabra de Dios y a estar en paz.
Yo también viví esta etapa en la que, sintiéndome tan poco interpelada por el más allá, me preguntaba si no había recibido la Fe como un tejido tranquilizador, superficial y sin amor.
Y luego esa noche de fe cuando me sentí abandonada. Pero había recibido una efusión del Espíritu antes de ella y volviendo vi que había estado presente y fecundo en todo momento.
¿El fin? Como una pantalla negra, que tenía ante mis ojos en este servicio, una pantalla para atravesar, con toda la incógnita de lo que hay detrás.
Ruego al Espíritu Santo que dé aún más fecundidad a este tiempo de «espera»…
No fin sino transformación
Me ha sido dada una palabra de gracia: no hay «fin» sino una transformación de vida, que toma mi vida de hoy con lo que hago y que será transfigurada por la gracia divina.
Y, por tanto, considerar el hoy viviéndolo lo más generosamente posible, lo más vivo posible, lo más cerca posible del corazón de Dios: en mi vida de pareja y de familia, con la oración personal o compartida, con el sacramento del perdón y una dirección espiritual cada mes como antes frecuentando la palabra de Dios con mi grupo de lectio, en la Eucaristía, y en una Esperanza creciente.
Sigo en la medida de lo posible sirviendo, apoyando, escuchando, conectando, reuniendo.
Pero hay que reconocerlo: es difícil «ya no poder» iniciar o apoyar proyectos familiares, entre otras cosas.
Se necesita humildad para dejar de ser un motor y volverse poco a poco dependiente…
Lo más duro del «fin de la vida» es la aparente separación que se vislumbra, fuente de dolor para mí y para los míos, cónyuges, hijos y nietos…
Hará falta acompañar a la más joven, ayudar en los hogares, velar por el día a día del marido… Y al parecer habrá que prescindir de ello.
Agradecimiento
Este tiempo de pérdida progresiva estimula en mí la necesidad de expresar tanto agradecimiento hacia el Señor que nos ha mimado con su Presencia, hacia mi esposo, hijos, nietos, mi familia y suegros, también presentes, amigos, hermanos y hermanas de la parroquia, e incluso tantos extraños que se cruzaron conmigo a través de una sonrisa o de una información…
Me gustaron estas intervenciones gratuitas, agradecimiento por mi trabajo y por el ambiente de trabajo… Tanta riqueza recibida.
Avec l’autorisation d’Elisabeth de Courrèges
Cortesía de Elisabeth de Courrèges
Incorporarme al sacrificio de Cristo
Fase paliativa con sus miserias, el comienzo de los dolores, la pérdida de fuerzas, la gran dificultad para respirar al menor esfuerzo, la dificultad para caminar, las malas noches, las posturas dolorosas…
El Miércoles de Ceniza, primer día de Cuaresma, sufrí una complicación médica que amplificó considerablemente la miseria.
Aquí estoy durante siete días hospitalizada y atrapada en mi sillón, conectada a la aspiración que se supone que debe volver a poner el pulmón en su lugar (en vano)…
Para no sufrir este tiempo muerto, hago algo al respecto: me retiro, rezo más y observo las enseñanzas.
Escribo una nota a cada uno de mis hijos, a mi esposo, y esta pequeña hoja sobre el final de la vida.
El dolor se arrastra lento pero seguro. Mi director espiritual me invita a ponerme al pie de la Cruz con María que guardó la Esperanza, para meditar la epíclesis: reincorporarme al sacrificio de Cristo «para la Gloria de Dios y la Salvación del mundo, de todos». Abre generosamente mis ofrendas e intenciones de oración.
Nuevo sacramento para los enfermos que fue puro don… Yo no lo había pedido durante la vigilia por los enfermos. El padre viene hacia mí: «¿Quieres el sacramento de los enfermos?» Respondo que no lo había pedido. «¡¡Te lo doy en el nombre de Jesús»!! Gracias Jesús.
La evolución es más rápida. Mi confesor también me invita a meditar en las últimas palabras de Cristo:
«Dios mío, por qué me has abandonado»;
«Padre, perdónalos, no saben lo que hacen»;
«Esta noche estarás conmigo en el Paraíso»;
«Mujer, ahí tienes a tu hijo»;
«Hijo, ahí tienes a tu madre»;
«Tengo sed» ;
«Todo está cumplido»;
«En tus manos encomiendo mi espíritu».
Se necesita tiempo
Pido una dulce muerte a la Virgen María cuyo rosario es ahora diario. Porque tengo miedo, no soy valiente. Y no quiero marcar la mía.
Camino al final de la vida… ¿Tiempo inútil? ¿Qué opinas? ¿No fue hermoso vivir todo eso?Dar AYUDA activa a la VIDA en su lugar.
Se necesita tiempo para decir gracias, para expresar, para escribir nuestra gratitud.
Se necesita tiempo para recibir el crecimiento de la Esperanza que permite vislumbrar el más allá luminoso y siempre involucrando a aquellos a quienes se seguirá amando.
Toma tiempo asegurarles que me mantendré en su camino, atenta a sus necesidades, intercediendo por ellos constantemente.
Se necesita tiempo, cuando una siente más bien sequedad en el alma (la noche del Espíritu) para desear la santidad y suplicar acercarse al Corazón de Jesús, para gozar siempre plenamente de su Amor…
Se necesita tiempo para aprender a ofrecerse en nuestra cruz, aferrándose a La Cruz de Cristo…
Lleva tiempo aprender a hacerlo PARA la Gloria de Dios y la salvación de TODOS.
Escoge la vida
¿Eutanasia, suicidio asistido? Reducción de la vida… amputación de la vida… ¿indiferencia de los tuyos?…
Como un leñador que corta un árbol vivo, cortas la vida cuya savia fluirá y se volverá inútil… Ruego por los que se entregan a ella y por sus verdugos.
Así que escoge la vida, aunque sea contrariada y dolorosa, pero no sin fruto, no sin alegría… Deja tiempo para transfigurar el presente doloroso en Fuente Viva…
, 29 Jun. 23 (ACI Prensa).- La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) colaborará formalmente en la búsqueda de las personas desaparecidas a causa del conflicto armado en el país, cuyos restos podrían estar en fosas comunes o sepultados en cementerios, pero sin haber sido identificados.
Así lo anunció Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado, luego del encuentro sostenido el 27 de junio con la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Janeth Forero Martínez.
En la reunión también estuvieron presentes el presidente de la CEC, Mons. Luis José Rueda Aparicio; el vicepresidente, Mons. Omar Sánchez; y el secretario general, Mons. Luis Manuel Alí; así como el Obispo de Soacha, Mons. Juan Carlos Barreto.
“En Colombia, 104.000 familias buscan muy intensamente a sus seres queridos desaparecidos a lo largo del conflicto armado”, explicó Mons. Henao Gaviria desde la sede del Episcopado en Bogotá.
El delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado señaló que con ello desean “dar respuesta a una necesidad humanitaria que afecta a tantas familias a lo largo del país y que representa una huella profunda en la vida, en la psicología de las personas, en sus vidas comunitarias”.
Por su parte, la UBPD ha dicho que “la Iglesia es fundamental para la búsqueda” en los lugares alejados, gracias a su presencia institucional en las diferentes regiones del país.
Esta presencia se da a través de sacerdotes, comunidades religiosas y agentes de pastoral que acompañan de manera permanente a las comunidades.
En ese sentido, Mons. Henao explicó que “se puede hacer un trabajo mancomunado” para hallar a las personas desaparecidas en las “parroquias o diócesis que tienen cementerios bajo su responsabilidad o propiedad, donde pueden haber personas sepultadas sin identidad”.
Asimismo, están los 7.600 sitios donde los equipos de la UBPD han identificado la existencia fosas comunes.
El delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado señaló que también hay una labor humanitaria permanente de acompañamiento a los familiares para informarles y tener acceso a las sepulturas dispersas en algunos territorios o cementerios informales creados en el marco del conflicto armado.
Vaticano, 29 Jun. 23 (ACI Prensa).- En la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, el Papa Francisco invitó a seguir el ejemplo de los dos Apóstoles enamorados del Señor, “dos columnas de la fe de la Iglesia” y pidió una “Iglesia extrovertida”, que encuentra su alegría en Evangelizar.
En esta ocasión, el Santo Padre no entró a la Basílica con la procesión, sino que ingresó antes en silla de ruedas y espero la procesión sentado en un costado del altar de la Cátedra.
“Es hermoso si nos convertimos en una Iglesia extrovertida, que no encuentra su alegría en las cosas del mundo, sino en anunciar el Evangelio al mundo, para sembrar la pregunta sobre Dios en el corazón de las personas”, afirmó durante su homilía este jueves 29 de junio, en la Basílica Vaticana.
Tras el rito de bendición de los Palios, el Papa Francisco presidió la Celebración Eucarística con los cardenales, los arzobispos metropolitanos y con los obispos, sacerdotes.
En su predicación recordó la pregunta que Jesús hizo a sus discípulos: “¿Quién dicen que soy?” (Mt 16,15). “Esta es la pregunta fundamental: ¿quién es Jesús para mí? ¿Quién es Jesús en mi vida?”, sostuvo.
A continuación, aseguró que Pedro nos dice que a la pregunta “¿quién es Jesús para mí? no basta responder con una fórmula doctrinal impecable, ni siquiera con una idea que nos hayamos construido de una vez por todas”.
Más tarde, advirtió sobre “algunas excusas” que se “disfrazan de espiritualidad, como cuando decimos ‘no soy digno’, ‘no soy capaz’, ‘¿qué puedo hacer yo?’.”
En este sentido, insistió en que son “un truco del demonio, que nos roba la confianza en la gracia de Dios, haciéndonos creer que todo depende de nuestras capacidades”.
Otro ejemplo es el del Apóstol de los gentiles. San Pablo nos dice que a la pregunta "¿quién es Jesús para mí? no se responde con una religiosidad intimista, que nos deja indiferentes ante la inquietud de llevar el Evangelio a los demás”, explicó el Santo Padre.
“El Apóstol nos enseña que crecemos en la fe y en el conocimiento del misterio de Cristo cuanto más somos sus heraldos y testigos. Esto sucede siempre: cuando evangelizamos, somos evangelizados”.
Por eso, subrayó que “una Iglesia que necesita el anuncio como el oxígeno para respirar, que no puede vivir sin transmitir el abrazo del amor de Dios y la alegría del Evangelio”.
El Santo Padre, en el momento en que algunos de los arzobispos reciben el palio, signo de comunión con la Iglesia de Roma, reiteró: “Sean apóstoles como Pedro y Pablo”. “Llevar al Señor Jesús a todas partes, con humildad y alegría”.
En esta Santa Misa participaron también algunos cardenales residentes en Roma y una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, a quien el Papa agradeció su presencia y enfatizó: “Avancemos juntos, avancemos juntos, en el seguimiento y el anuncio de la Palabra, creciendo en fraternidad”.
El Palio
El palio del arzobispo es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos y recuerda la unidad con el Sucesor de Pedro.
Es una banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra. Es semejante a una estola y se utiliza a modo de escapulario. Es de tela blanca salpicada de cruces, que les envía el Papa como distintivo de su especial dignidad.
La lana significa la aspereza de la reprensión a los rebeldes; el color blanco, la benevolencia hacia los humildes y penitentes.
Tiene cuatro cruces situadas delante y detrás, a la derecha y a la izquierda, que significa que el obispo debe poseer vida, ciencia, doctrina y poder. Se relaciona también con las cuatro virtudes cardinales, teñidas de púrpura por la fe en la Pasión del Cristo.
Una interesante reflexión acaba de enviar, como carta apostólica, el Papa Francisco, con motivo del cuarto centenario del natalicio de Blaise Pascal
Buscar la verdad es una de las más importantes tareas que hemos de realizar durante el peregrinar de nuestras vidas. Es básico intentar respondernos la pregunta sobre el sentido que tienen nuestras vidas, pensar un poco más allá de lo que nos acontece día a día.
Somos una nada respecto al infinito y todo respecto a la nada, decía Pascal.
La grandeza de saber que eres alguien, que vales la pena como persona, que tu vida tiene sentido, y qué miseria ha de ser vivir lo contrario.
Blaise Pascal nace un 19 de junio de 1623, y desde muy chico mostró gran talento e inteligencia tanto en la geometría, las matemáticas, como en la física y la filosofía. Realmente es un ejemplo de pensador que bien supo compaginar ciencia y fe.
Apertura
Papa Francisco retoma a este gran intelectual, para hacernos recordar la importancia que tiene el tener una franca apertura a la realidad, a otras dimensiones del conocimiento y de la existencia. Una apertura sincera a los demás, a la sociedad misma. A no quedarnos aislados de nuestros propios tiempos; a dejar la apatía y a vincularnos con lo que acontece, hoy en día, alrededor. «Estaba atento a las cuestiones que en ese entonces eran más preocupantes, así como a las necesidades materiales de todos los que componían la sociedad en la que vivió».
Junto con Pascal, el Papa nos invita a que nos abramos a vivir más conectados con las necesidades de nuestros tiempos, a estar más al pendiente de lo que acontece y a abrirnos a vivir una vida más entregada a los pobres.
Mientras salía de una grave enfermedad, este brillante pensador consideró de gran urgencia dedicar sus mayores energías a las obras de misericordia. A ayudar a los que más necesidades tienen. Es decir, a realmente practicar la caridad. La verdadera felicidad está en la realidad misma, es en esa apertura y dedicación a las miserias del hombre lo que más alegrías nos van a dar.
Un corazón libre
La fe no es sólo una cuestión de mantener una certeza indiscutible que se antepone a todo y ya, sino que es dar un fiel testimonio de que Dios y la verdad son inseparables. Por ello un intelectual de la talla de Blaise Pascal fue capaz de identificar que Jesucristo es «el camino, la verdad y la vida» ( Jn 14, 6).
Y por ello nos propone el Papa a considerar que a todos los que sinceramente quieren seguir buscando la verdad – que es una tarea que nunca se termina de realizar en esta vida – a que seamos capaces de escuchar el pensamiento de éste hombre de prodigiosa inteligencia, que nos hizo ver que fuera del Amor no hay verdad que valga la pena. Simplemente porque la verdad sin la caridad no está presente el amor de Dios.
En realidad todos buscamos ser felices en esta vida y en ves de caer en falsas doctrinas, supersticiones o en el libertinaje, que fácilmente nos despojan de la paz y la alegría, es mucho mejor elección tomar la senda de la caridad que, de inmediato, nos lleva a vivir el verdadero Amor.
Vivir con esa gracia de manera más firme y permanente, nos puede ayudar a atravesar las oscuridades y desgracias de éste mundo, de una manera más fácil y segura.
Por encima de la miseria
En nuestra humilde condición humana podemos darnos cuentas del cómo la razón ilumina nuestra grandeza para dominar las pasiones, pero también para reconocer nuestras miserias. Pero nuestra razón es limitada, nos señala Pascal, que junto a nuestras debilidades físicas nos conducen a la muerte. En ese realismo implacable nos hace ver que: «no hay que tener el alma muy elevada para comprender que no hay aquí satisfacción verdadera y solida, que todos nuestros placeres no son más que vanidad».
La miseria de nuestra condición es que hay un desenlace trágico con nuestra muerte, es lo más real que existe, es el final que nos espera en la maravillosa experiencia de vida en éste mundo.
Por esta misma condición trágica, nos dice Pascal, es comprensible que el ser humano no pueda permanecer sólo en sí mismo, ya que su miseria y la incertidumbre de su destino son insoportables. De aquí que se necesita vivir con distracciones como el trabajo, la fiesta, las amistades, las artes y la vida social; pero también por desgracia los vicios. Lo que no impide que lleguemos a sentir abandono, insuficiencia, impotencia y vacío. Finalmente aburrimiento, tristeza, pena, sufrimiento y desesperación. Y no hay diversión ni vicio que apacigüe ni llene ese deseo de gozo y felicidad al qué aspiramos.
Y por ello, concluye, que todo esfuerzo es inútil, cuando la única solución y respuesta está en Dios, en la verdad plena de la caridad.
Vaticano, 29 Jun. 23 (ACI Prensa).- El Papa Francisco presidió este jueves 29 de junio en la Basílica de San Pedro del Vaticano la Misa por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma.
A la ceremonia asistieron los miembros de la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y se bendijeron los palios que se les impondrán a los Arzobispos Metropolitanos, nombrados en el transcurso del año.
A continuación, la homilía pronunciada por el Papa Francisco:
Pedro y Pablo, dos Apóstoles enamorados del Señor, dos columnas de la fe de la Iglesia. Y mientras contemplamos sus vidas, el Evangelio de hoy nos presenta la pregunta que Jesús hace a sus discípulos: “¿Quién dicen que soy?” (Mt 16,15). Esta es la pregunta fundamental, la más importante: ¿quién es Jesús para mí? ¿Quién es Jesús en mi vida? Veamos cómo respondieron a esta pregunta los dos Apóstoles.
La respuesta de Pedro se podría resumir en una palabra: seguimiento. Pedro vivió en el seguimiento del Señor. Cuando Jesús interrogó a los discípulos aquel día en Cesarea de Filipo, Pedro respondió con una hermosa profesión de fe: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16,16). Una respuesta impecable, precisa, puntual, podríamos decir una perfecta respuesta de "catecismo". Pero esa respuesta es fruto de un camino. Sólo después de haber vivido la fascinante aventura de seguir al Señor, después de haber caminado con Él y en pos de Él durante tanto tiempo, Pedro llega a esa madurez espiritual que lo lleva, por gracia, por pura gracia, a una profesión de fe tan lúcida.
De hecho, el mismo evangelista Mateo nos cuenta que todo empezó un día en que, a orillas del mar de Galilea, Jesús pasó por allí y lo llamó, junto con su hermano Andrés, e “inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron” (Mt 4, 20). Pedro lo dejó todo para seguir al Señor. Y el Evangelio subraya que los hizo “inmediatamente": Pedro no le dijo a Jesús que se lo pensaría, no hizo cálculos para ver si le convenía, no puso excusas para demorar la decisión, sino que dejó las redes y lo siguió, sin pedir de antemano ninguna seguridad. Todo lo iría descubriendo día a día, al seguir a Jesús y caminar tras Él. Y no es casualidad que las últimas palabras que Jesús le dirige en los Evangelios sean: “Tú sígueme” (Jn 21,22), es decir el discipulado.
Pedro, por tanto, nos dice que a la pregunta “¿quién es Jesús para mí?” no basta responder con una fórmula doctrinal impecable, ni siquiera con una idea que nos hayamos construido de una vez por todas. No. Es siguiendo al Señor como aprendemos a conocerlo cada día; es haciéndonos sus discípulos y acogiendo su Palabra la manera en que nos convertimos en sus amigos y experimentamos su amor transformador. Ese "inmediatamente" resuena también para nosotros: si podemos posponer tantas cosas en la vida, el seguimiento de Jesús es inaplazable; ahí no podemos dudar, no podemos poner excusas. Y cuidado, porque algunas excusas se disfrazan de espiritualidad, como cuando decimos "no soy digno", "no soy capaz", "¿qué puedo hacer yo?". Esto es un truco del demonio, que nos roba la confianza en la gracia de Dios, haciéndonos creer que todo depende de nuestras capacidades.
Despojarnos de nuestras seguridades terrenales, inmediatamente, y seguir a Jesús cada día: ésta es la encomienda que Pedro nos confía hoy, invitándonos a ser Iglesia-en-seguimiento. Iglesia- en-seguimiento. Una Iglesia que desea ser discípula del Señor y humilde servidora del Evangelio.
Sólo así podrá dialogar con todos y convertirse en lugar de acompañamiento, cercanía y esperanza para las mujeres y los hombres de nuestro tiempo. Sólo así, incluso aquellos que están más alejados y a menudo nos miran con desconfianza o indiferencia, podrán finalmente reconocer, con el Papa Benedicto: «La Iglesia es el lugar del encuentro con el Hijo de Dios vivo, y así es el lugar de encuentro entre nosotros» (Homilía en el II domingo de Adviento, 10 diciembre 2006).
Y ahora llegamos al Apóstol de los gentiles. Si la respuesta de Pedro consistió en el seguimiento, la de Pablo fue el anuncio, el anuncio del Evangelio. También para él todo comenzó por gracia, con la iniciativa del Señor. En el camino de Damasco, mientras llevaba a cabo con determinación feroz la persecución de los cristianos, atrincherado en sus convicciones religiosas, Jesús resucitado le salió al encuentro y lo dejó ciego con su luz, o, mejor dicho, gracias a esa luz Saulo se dio cuenta de lo ciego que estaba: encerrado en el orgullo de su rígida observancia, descubrió en Jesús el cumplimiento del misterio de la salvación.
Y, comparado con la sublimidad del conocimiento de Cristo, considera en adelante como "desperdicio" todas sus certezas humanas y religiosas (cf. Flp 3,7-8). Así, Pablo dedica su vida a recorrer tierra y mar, ciudades y aldeas, sin importarle sufrir penurias y persecuciones con tal de anunciar a Jesucristo. Viendo su historia, parece que cuanto más anuncia el Evangelio, más conoce a Jesús. El anuncio de la Palabra a los demás también le permite penetrar en las profundidades del misterio de Dios; el Pablo que escribió “¡ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1Co 9,16) es el mismo que confiesa “para mí la vida es Cristo” (Flp 1,21).
Pablo, entonces, nos dice que a la pregunta "¿quién es Jesús para mí?" no se responde con una religiosidad intimista, que nos deja indiferentes ante la inquietud de llevar el Evangelio a los demás. El Apóstol nos enseña que crecemos en la fe y en el conocimiento del misterio de Cristo cuanto más somos sus heraldos y testigos. Esto sucede siempre: cuando evangelizamos, somos evangelizados. Es una experiencia diaria, cuando evangelizamos, permanecemos evangelizados. La Palabra que llevamos a los demás vuelve a nosotros, porque en la medida en que damos, recibimos mucho más (cf. Lc 6, 38). Esto también es necesario para la Iglesia de hoy: poner el anuncio en el centro. Ser una Iglesia que no se cansa de repetir "para mí la vida es Cristo" y "ay de mí si no predico el Evangelio". Una Iglesia que necesita el anuncio como el oxígeno para respirar, que no puede vivir sin transmitir el abrazo del amor de Dios y la alegría del Evangelio.
Hermanos y hermanas, celebremos a Pedro y a Pablo. Ellos respondieron a la pregunta fundamental de la vida “¿quién es Jesús para mí?”, viviendo el seguimiento y anunciando el Evangelio. Es hermoso si crecemos como Iglesia del seguimiento, como Iglesia humilde que nunca da por sentado la búsqueda del Señor.
Es hermoso si nos convertimos en una Iglesia extrovertida, que no encuentra su alegría en las cosas del mundo, sino en anunciar el Evangelio al mundo, para sembrar la pregunta sobre Dios en el corazón de las personas. Llevar al Señor Jesús a todas partes, con humildad y alegría: en nuestra ciudad de Roma, en nuestras familias, en las relaciones y en los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia, en la política, en el mundo entero, especialmente allí donde anidan la pobreza, la degradación y la marginación.
Y, hoy, en el momento en que algunos de nuestros hermanos arzobispos reciben el palio, signo de comunión con la Iglesia de Roma, quisiera decirles: sean apóstoles como Pedro y Pablo. Sean discípulos en el seguimiento y apóstoles en el anuncio, lleven la belleza del Evangelio a todas partes, junto con todo el Pueblo de Dios. Y, por último, quisiera dirigir un afectuoso saludo a la Delegación del Patriarcado ecuménico, enviada hasta aquí de parte de mi querido Hermano Su Santidad Bartolomé. Gracias por su presencia, gracias: avancemos juntos, avancemos juntos, en el seguimiento y el anuncio de la Palabra, creciendo en fraternidad. Que Pedro y Pablo nos acompañen e intercedan por todos nosotros.
REDACCIÓN CENTRAL, 29 Jun. 23 (ACI Prensa).- Cada 29 de junio se celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo Apóstoles. Ellos son las monumentales figuras sin las cuales la Iglesia Católica, fundada por Cristo, no hubiese podido organizarse ni cobrar la forma que ha adquirido a lo largo de los siglos. Por eso, con toda justicia, a Pedro y a Pablo se les considera sus “pilares” o “columnas”.
Además, dado que ambos apóstoles fueron quienes fundaron la Iglesia de Roma, centro de la cristiandad, esta solemnidad es también “el día del Papa”.
Un día sagrado
Llamar a estos santos mártires “pilares” de la Iglesia no es algo gratuito. Sobre ellos descansa el “peso” del rebaño de Cristo que peregrina en el mundo como si de columnas de un edificio se tratase. Sin ellos, el “edificio” se vendría abajo. Con ellos, siempre hay equilibrio. Así lo aclara San Agustín en uno de sus sermones:
“El día de hoy es para nosotros sagrado, porque en él celebramos el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo… Es que ambos eran en realidad una sola cosa aunque fueran martirizados en días diversos”.
Una sola Iglesia
En consecuencia, siguiendo al Obispo de Hipona, recordamos también que la unidad de la Iglesia se selló con la sangre del martirio. El primero en derramarla fue Nuestro Señor Jesucristo, pero Él quiso compartir su sacrificio de amor con los hombres. El Apóstol Pedro fue elegido por Cristo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18).
La obra de Dios requiere de la cooperación humana. Pedro es entonces “la roca” humilde que sirve de base al Cuerpo Místico de Cristo. Por esta razón, el Papa, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo en la tierra, es principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los obispos como de la multitud de fieles. El Obispo de Roma, el Papa, es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y universal. Hoy se festeja, en particular, a quien encarna esa misión, el Sumo Pontífice.
Asimismo, en armonía por lo expresado desde antiguo por los fieles, hoy celebramos a San Pablo, el ‘Apóstol de los gentiles’: quien fuera perseguidor de cristianos, daría un vuelco total en su vida, la que quedó transformada, convirtiéndose él después en el más ardoroso evangelizador, entregado sin reservas al anuncio del Evangelio.
Pedro y Pablo: el sello de la unidad
Tal como recordó el Papa Benedicto XVI en el año 2012, “la tradición cristiana siempre ha considerado inseparables a San Pedro y a San Pablo: juntos, en efecto, representan todo el Evangelio de Cristo… Aunque humanamente muy diferentes el uno del otro, y a pesar de que no faltaron conflictos en su relación, han constituido un modo nuevo de ser hermanos, vivido según el Evangelio, un modo auténtico hecho posible por la gracia del Evangelio de Cristo que actuaba en ellos. Sólo el seguimiento de Jesús conduce a la nueva fraternidad”.
Pidamos a estos dos santos apóstoles que intercedan por la fidelidad de todos los miembros de la Iglesia.
…
Si quieres saber más sobre San Pedro y San Pablo, te recomendamos estos artículos de la Enciclopedia Católica:
Para San Pablo https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Pablo
Para San Pedro: https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Pedro
Más información:
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Descubrimos la historia de dos hermanas que abrazaron la vida religiosa y expandieron por el mundo su fe
Son muchas las historias curiosas que nos hablan de hermanos gemelos intensamente conectados; con vidas similares y sentimientos similares. Hombres y mujeres que toman sus caminos como individuos, pero cuyas trayectorias se asemejan de manera sorprendente.
En el caso de Leonor y Margarita María, lo que les unió fue una profunda fe y una necesidad imperiosa de transmitir la palabra de Dios. Cada una desde su propia congregación, en países distintos, siempre estuvieron en contacto, manteniendo una intensa relación espiritual. Ambas se encuentran a pocos pasos de ser canonizadas.
Las hermanas Leonor y Pilar nacieron en Bilbao, el 25 de junio de 1884. Tras una infancia normal, ambas ingresaron a los diecinueve años, con pocos días de diferencia, en la vida conventual.
Leonor eligió el convento de las Carmelitas de la Caridad de Vitoria donde entró como novicia el 15 de julio de 1903. El 10 de agosto Pilar tomaba el nombre de Margarita María en la Congregación de las religiosas Mercedarias de Bérriz.
Tras tomar los votos, en 1905, la hermana Leonor Maturana de San Luis empezó su camino religioso como maestra de novicias hasta que en 1907 fue trasladada a un colegio de Guernica donde dio clases de música e idiomas. Seis años después se embarcó en una ambiciosa aventura, viajar hasta la Argentina para continuar con su labor docente. Instalada en Suipacha, la hermana Leonor participó en el desarrollo del colegio del Carmen de esta localidad e impulsó el establecimiento en América de las Obras Misionales Pontificias.
Mientras Leonor expendía su fe y caridad cristiana por Argentina como maestra y misionera, su hermana terminaría viajando en varias ocasiones hasta distintas misiones en Asia. La hermana Margarita María había empezado su andadura religiosa como Leonor, ejerciendo un trabajo docente.
En 1919, las religiosas del convento de Bérriz recibieron la visita de dos misioneros que les narraron sus experiencias en el continente asiático. Fue entonces cuando la curiosidad y la inquietud por seguir los pasos de aquellos hombres santos llevó a las religiosas a fundar una asociación conocida como «Juventud Mercedaria Misionera de Bérriz» que fue madurando en los corazones de sus miembros un deseo cada vez más profundo de convertirse en misioneras.
Margarita María, que llegó a ser nombrada comendadora del convento, viajó por primera vez en 1928 a las misiones de Wuhu (China) y Saipán (Islas Marianas), y fundó dos misiones en Tokio (Japón) y Ponapé (Islas Carolinas). En estos lugares se abrieron escuelas, dispensarios y otras instalaciones.
Dos años después, consiguieron que se fundara el Instituto de Mercedarias Misioneras de Bérriz. En 1926 habían solicitado dejar temporalmente la clausura que fue definitivamente abandonada en 1930.
Leonor fue la primera en morir. Lo hizo el 28 de enero de 1931, cuando se encontraba trabajando como misionera en Suipacha, con apenas cuarenta y siete años de edad. Margarita María dejó este mundo tres años después, el 23 de julio de 1934.
El 16 de marzo de 1987, el Papa San Juan Pablo II nombró venerable a la hermana Margarita María. Leonor es sierva de Dios. Ambas se encuentran en el camino de la santidad.
Vaticano, 28 Jun. 23 (ACI Prensa).- En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco afirmó que “en el camino de la santidad, que es el camino cristiano, los pobres y los marginados son protagonistas y una persona no puede avanzar en la santidad si no se dedica también a ellos”.
El Santo Padre presidió este miércoles 28 de junio la Audiencia General en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde reflexionó sobre el testimonio de Santa María MacKillop, quien dedicó su vida a la formación de los pobres de Australia.
En su catequesis dirigida a los miles de peregrinos procedentes de diversos lugares del mundo, el Papa centró su mirada en Oceanía, el continente donde nació esta santa, y remarcó que “la fe en Cristo, que tantos emigrantes europeos llevaron a aquellas tierras, pronto arraigó y dio abundantes frutos”.
“Entre ellas, una religiosa extraordinaria, Santa María MacKillop, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, que dedicó su vida a la formación intelectual y religiosa de los pobres de la Australia rural”.
El Pontífice destacó que esta santa se sintió llamada por Dios desde joven “a servirle y a testimoniarle no sólo con palabras, sino sobre todo con una vida transformada por la presencia de Dios”.
Para Santa María MacKillop, la mejor manera de hacerlo era “a través de la educación de los jóvenes, sabiendo que la educación católica es una gran forma de evangelización”.
Por ello, fundó diversas escuelas, sobre todo para los pobres y marginados de Australia. “Y esto es muy importante: en el camino de la santidad, que es el camino cristiano, los pobres y los marginados son protagonistas y una persona no puede avanzar en la santidad si no se dedica también a ellos, de una manera o de otra”, aclaró el Papa.
El Pontífice subrayó que “no hay santidad si, de un modo u otro, no hay atención a los pobres, a los necesitados, a los que están al margen de la sociedad”.
En ese sentido, resaltó que “esta preocupación por los pobres y marginados llevó a María a ir donde otros no querían o no podían ir”.
El 19 de marzo de 1866, la santa australiana abrió la primera escuela en un pequeño suburbio del sur de Australia. “Siguieron muchas otras que ella y sus hermanas fundaron en comunidades rurales de Australia y Nueva Zelanda. Se multiplicaron, porque el celo apostólico hace esto: multiplica las obras”, recordó el Papa Francisco.
A continuación, subrayó que la finalidad de la educación es el desarrollo personal de la persona y que “no consiste en llenar la cabeza de ideas”, sino “acompañar y animar a los alumnos en el camino del crecimiento humano y espiritual, mostrándoles cómo la amistad con Jesús Resucitado ensancha el corazón y hace la vida más humana”.
“Educar es ayudar a pensar bien: a sentir bien -el lenguaje del corazón- y a hacer bien -el lenguaje de las manos-. Esta visión tiene plena vigencia hoy, cuando sentimos la necesidad de un ‘pacto educativo’ capaz de unir a las familias, a las escuelas y a toda la sociedad”.
También destacó que Santa María MacKillop tenía una gran fe en la Providencia de Dios, ya que “siempre confiaba en que en cualquier situación Dios provee”, y nunca “se rindió en los momentos de oscuridad, cuando su alegría se vio empañada por la oposición y el rechazo”. “Este es el secreto del celo apostólico: la relación continua con el Señor”, explicó.
Por último, el Papa Francisco pidió que el ejemplo misionero de Santa María MacKillop “nos inspire a todos nosotros hoy, llamados a ser fermento del Evangelio en nuestras sociedades en rápida transformación”.
“Que su ejemplo y su intercesión sostengan el trabajo cotidiano de padres, profesores, catequistas y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes y por un futuro más humano y esperanzador”, concluyó el Santo Padre.
Durante los saludos a los peregrinos, el Papa agradeció “el apoyo en la oración que he sentido durante mi estancia en el hospital y cada día que recibo en mi ministerio apostólico”.
Destacó también que el domingo pasado, la Madre Elisa Martínez fue beatificada en el Santuario de Santa María de Leuca (Italia), que da nombre a la Congregación que fundó y pidió un aplauso por la nueva beata.
Más tarde, recordó que mañana 29 de junio celebraremos la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y pidió “que el ejemplo y la protección de estos dos Apóstoles nos sostengan a cada uno en el seguimiento de Cristo”.
“A su intercesión encomendemos al querido pueblo ucraniano, para que encuentre pronto la paz: hay mucho sufrimiento en Ucrania, no lo olvidemos”, dijo por último el Santo Padre.
Cabe destacar que esta ha sido la última Audiencia General hasta el 9 de agosto, cuando el Santo Padre retome su agenda habitual tras un periodo de descanso.
No solo denunció a los criminales que comercializan estupefacientes en su provincia, Misiones, sino también a sus cómplices en el poder político, económico, judicial y de las fuerzas de seguridad.
Mil kilos de marihuana hallados en El Dorado. Unos dos mil en Montecarlo. Unos 200 kilos de marihuana en una balsa del Río Paraná. Otros 100 en un vehículo que circulaba por Puerto Iguazú. 2 kilos de cocaína en Candelaria, también junto al río. Dos hombres viajaban con 45 kilos de marihuana a la luz del día, también rumbo al río; huyeron. Una mujer detenida viajando con 4 kilos de cocaína en su mochila rumbo a Buenos Aires, en un ómnibus común. Seis años de prisión a un juez que beneficiaba narcos.
Las noticias son todas noticias de estas semanas en la provincia de Misiones, y dan cuenta de un drama silenciado entre tantos otros: el narcotráfico en una de las provincias más bellas del país, con mayor potencial turístico, pero también vía de ingreso de los estupefacientes al país.
A través de su mensaje no solo denunció a los criminales que comercializan estupefacientes en su provincia, sino también a sus cómplices en el poder político, económico, judicial y de las fuerzas de seguridad.
«Mercaderes de la muerte»
«El imparable tráfico y consumo de drogas pone en evidencia, por un lado, la facilidad e impunidad con la que se mueven los ‘mercaderes de la muerte’, es decir, los grandes narcotraficantes, como así también quienes se dedican al narcomenudeo», expresó el prelado en un comunicado junto a su equipo diocesano de Pastoral de Adicciones.
Asimismo, lamentó que «no hay ciudad o pueblo, barrio o colonia, plaza, vereda o parada de colectivo, en donde no se encuentren adolescentes y jóvenes consumiendo drogas de cualquier denominación».
«Todos los vemos. De día y de noche. Consumo y venta. Venta y consumo. La droga de hecho, circula libremente. Su voracidad es ilimitada», expresó.
Además, en declaraciones al programa «Otro día más» de Radio Social Club de Apóstoles, monseñor Bitar insistió en que esto no sería posible sin «complicidades diversas» y que «el poder económico es tan grande que infecta a ámbitos de poder».
Y cuestionó: «¿Qué pez gordo cae detrás del narcotráfico? Jamás van a delatar quienes venden porque ya sabemos cuáles son los códigos perversos. Caen pocos pesos pesados, las mulas o perejiles caen y quedan como esclavos».
@obispadodeobera
Camino por recorrer
Las rencillas políticas, la imparable inflación, dominan la agenda pública en tiempos de campaña rumbo a las elecciones presidenciales. De hecho ya poco enuncian los dramas del asesinato de la joven que se teme caiga en impunidad en el Chaco, o los conflictos en las calles de Jujuy. Y menos, los dramas del narcotráfico no tan solo en Rosario y Misiones, sino en todo el país.
«El mensaje es un grito y expresión de deseo, pero si no nos unimos, va a ser difícil contrarrestar esta ola furiosa y destructiva que se lleva puesto países (…) Creo que se está hablando un poco más y tomando conciencia, pero falta camino por recorrer para que la temática sea política de Estado a nivel nacional. Debería ser prioridad 1 en cada uno de los municipios», afirmó en esa línea monseñor Bitar.
La voz del obispo misionero se suma a la de equipos pastorales en todo el país, sacerdotes, religiosos y religiosas, y también obispos que alzan la voz denunciando, en no pocas ocasiones con una valentía que pone en riesgo su propia vida.
Recientemente, dábamos cuenta de un episodio de tiroteo contra un templo en Rosario, donde el Santo Padre designó obispo auxiliar a Fabián Belay, referente de la Pastoral de Droga-dependencia, que suele denunciar cómo la ciudad está tomada por los narcotraficantes y está en riesgo la vida de los referentes sociales y religiosos.
Actitud similar a la de Bergoglio
Al alzar la voz, en muchos casos los pastores no solo reclaman al Estado por mejores medidas y visibilizan la acción de la Iglesia y de otros que luchan contra estos males, sino que también protegen su integridad al exponer en la opinión pública lo que están haciendo enfrentando al delito del narco.
Una actitud similar asumió siendo arzobispo de Buenos Aires el cardenal Jorge Bergoglio, protegiendo entonces a los curas encargados de la pastoral de las villas que desde los barrios más humildes de la ciudad de Buenos Aires cuidan a quienes buscan caer en las malvadas redes de corrupción y mal del narco.
Una nueva catástrofe afecta a la zona centro-sur del territorio chileno, una emergencia climática que costó la vida de dos personas, deja casi 5 mil damnificados, viviendas bajo el agua, toneladas de barro por limpiar, caminos intransitables y donde la iglesia y los equipos de pastoral social han sido el pilar en la ayuda humanitaria que se ha generado.
Los chilenos reconocemos la «resiliencia» como parte de nuestra cultura, vivimos en un país que constantemente se ve afectado por diversas catástrofes, dadas en parte por su geografía, pero también porque todavía no logramos hacer un avance real respecto de la Gestión del Riesgo de Desastres y a un cuidado efectivo de nuestra «casa común» (Laudato Sí).
El foco de esta emergencia está nuevamente en la zona centro-sur del país, la misma que el reciente verano sufrió la ferocidad de dantescos incendios forestales. Ahora, ha sido un gran sistema frontal el que provocó inundaciones, salidas de cauce de varios ríos, colapso de puentes y carreteras, arrasando con pueblos completos.
Una red eclesial de apoyo inmediato
En medio de este duro escenario, ha sido la iglesia católica, por medio de sus párrocos, equipos de pastoral social y muchos voluntarios, los que han salido desde el primer momento a apoyar a las cientos de familias que han resultado, en muchos casos con pérdida total de sus bienes.
De esto dio cuenta desde Cáritas Rancagua, su director, César Morales:
«Apenas tomamos conocimiento de los daños que la emergencia estaba ocasionando, implementamos un centro de acopio y una campaña de recolección de artículos de primera necesidad. Con el paso de las horas nos encontramos con situaciones de mayor complejidad y fuimos viendo la magnitud. Hay sectores donde después de 50 años volvió a pasar el río, arrasando con todo y generando enormes consecuencias».
«Activamos las redes de trabajo con las parroquias, los equipos de pastoral social que son los que pueden actuar de inmediato con sus comunidades en terreno. Además, nosotros mantenemos operativos los comedores solidarios desde la pandemia, por tanto eso nos ha permitido apoyar con alimentación, en la medida que se ha requerido», prosiguió.
Hasta una parroquia bajo el barro
Desde el Maule, otra de las grandes zonas afectadas, Ronald Piña, coordinador de la Pastoral Social de la diócesis de Talca, estableció lo siguiente:
«Hemos podido tomar el pulso del desastre a través de los equipos de pastoral y de los sacerdotes, que son los primeros en activarse y nos mantienen informados de los acontecimientos. El pueblo de Licantén es uno de los sectores más afectados, la parroquia y casa donde vivía el párroco quedó bajo el barro, como casi todo en esa zona».
«Esto ya había sucedido en el 2008. Con los reportes recibidos, vamos haciendo el catastro de las necesidades, ya que tenemos graves problemas de conectividad, las rutas cortadas por lo que no hemos podido acudir todavía. Estamos enviando un camión con 400 kilos de carbón y nosotros esperamos poder llegar este sábado a Licantén, para lo cual nos encontramos trabajando. Por ahora el foco está en la limpieza, que es lo más importante, pero sabemos que será una recuperación muy larga», completó.
Cáritas Chile
«Juntos en esta nueva emergencia»
Desde Cáritas Chile, el área social de la Iglesia, se activó también una campaña de recolección en dinero bajo el lema «Por un invierno solidario, juntos en esta emergencia climática».
Sobre el trabajo que conlleva, la encargada del Programa de Medioambiente, Gestión del Riesgo y Emergencias, MAGRE, de Cáritas Chile, Catherine Mella, indicó:
«Como siempre sucede en las grandes catástrofes, el mayor impacto lo sufre la población en mayor situación de vulnerabilidad. Con esta campaña apoyamos en la primera fase de Ayuda Humanitaria a las comunidades. El objetivo es aportar con los artículos de primera necesidad, como lo son el agua, alimentos, ropa de abrigo, kits de higiene, herramientas, etc. Estamos desde el primer momento trabajando en red con los equipos territoriales, parroquias, capillas, con las diócesis que han resultado afectadas, somos un puente de solidaridad para los damnificados».
Sobre lo que se espera para superar esta nueva emergencia, Catherine agregó: «Nuestra experiencia nos indica que el proceso de recuperación será de largo aliento. Con la campaña, esperamos generar una segunda fase de ayuda cuando se trabaje la recuperación y rehabilitación de las comunidades, tendremos que generar nuevos medios de vida que les permitan tener un sustento y volver a levantarse».
Cáritas Chile
El cuidado de nuestra «casa común»
Desde Cáritas Chile y los equipos de pastoral social enfatizan en el llamado a generar acciones concretas que trabajen la Gestión del Riesgo de Desastres de manera efectiva.
«Estamos en una una crisis climática global, que cada cierto tiempo nos remece con eventos como el que estamos viviendo. Ante esto es esencial prevenir, educar, informar para evitar que este tipo de desastres continúen sucediendo con la magnitud que hemos visto ahora. Esto lo estamos trabajando en Cáritas a través de nuestro programa de Ecología Integral, que tiene como fin generar las condiciones que nos permitan contar con un mundo más habitable, que cuide la vida de las personas, las comunidades y también nuestros ecosistemas», apuntó la encargada del programa.
Mientras a medida que pasan los días el país conoce nuevas historias de las personas, familias y comunidades que están golpeadas por esta catástrofe, el llamado que se escucha cada vez con mayor fuerza desde nuestra Iglesia es el siguiente:
«Debemos mejorar nuestras forma de habitar los territorios , todos estamos llamados a cuidar nuestra «Casa Común», el entorno que habitamos y así evitar enfrentar nuevos desastres como los últimos conocidos este año».
A miles de aficionados les sorprendió que el entrenador Miguel Alberto Gamero Morillo se persignara varias veces durante la dramática definición desde los doce pasos del primer campeonato del fútbol profesional colombiano del 2023 ante el Atlético Nacional, de Medellín.
Pero estos gestos no son nuevos ni ocasionales en la vida de este hombre de 59 años que también se declara devoto delSeñor de los Milagros de Buga. El propio Gamero Morillo, alzando las manos al cielo, lo expresó con claridad en el canal de televisión Win Sports poco después de obtener el decimosexto título para su equipo: «Gracias Dios por esta estrella que me has regalado… ojalá lleguen muchas más».
Antes de comenzar el encuentro final el pasado domingo 25 de junio, Gamero ya había cumplido una especie de rito que es habitual en su camerino: orar en silencio, pedirle a la Virgen María su intercesión y darle gracias a Dios cualquiera que fuera el resultado. Así lo confirmó su esposa, Adriana Góngora, en entrevista con el citado canal:
«Antes del partido él fue a su oficina en el camerino del Estadio El Campín a buscar a la Madre, a la virgen milagrosa, a la Rosa Mística de la que él y toda la familia somos devotos desde hace mucho tiempo».
Lo curioso de este encuentro con la imagen de la Virgen en el estadio El Campín, de Bogotá, es que esa Rosa Mística, elaborada en fibra de vidrio, se la había regalado ese mismo día una aficionada y había llegado directamente al estadio.
@Natts2203
Una antigua devoción
No se sabe con precisión por qué la devoción del deportista a esta advocación mariana surgida hacia 1947 en Montichiari, una pequeña ciudad del norte de Italia. Lo que sí se conoce es que con frecuencia le reza con devoción junto a su señora y sus hijos, incluso, en algunas ocasiones lo ha hecho en capillas o templos con futbolistas a los que ha dirigido.
Así lo hizo el pasado 21 de junio en Medellín, en el nororiente de Colombia, cuando su equipo enfrentó el partido de ida de la final ante el Nacional. Allí estuvo orando discretamente y durante varios minutos en compañía de David Macalister Silva, el talentoso capitán de Millonarios.
En esa ciudad, en el sector de El Poblado, es famosa desde hace muchos años la veneración a una imagen de la Rosa Mística también conocida como la Virgen de La Aguacatala, una denominación que corresponde al sector donde está ubicada una pequeña gruta de piedra en la que se aloja una imagen de esta Virgen en tamaño natural.
Agradecimiento
El portal Vivir en El Poblado asegura que este «espacio abierto en forma de abanico», al que algunos consideran una capilla «es un lugar de peregrinación a donde muchos devotos visitan a la Virgen para rezarle y agradecerle los favores recibidos».
Este lugar, que no es administrado por ninguna parroquia -pero sí está al cuidado de unos pocos fieles que trabajan voluntariamente- siempre está repleto de velas, veladoras, flores y más de cinco mil placas de diversos tamaños en las que devotos identificados o no por sus nombres, «agradecen los favores recibidos».
Algunos visitantes de la gruta afirman que allí hay un sinnúmero de homenajes a María, desde aquellos que dan cuenta del nacimiento de niños prematuros y con graves enfermedades en el vientre materno, hasta expresiones por obtener un premio, ganar una lotería o haber recuperado su matrimonio.
Algunos peregrinos dicen que diariamente se rezan rosarios a los que asisten cerca de 1.500 personas, pero que los días de mayor flujo son los martes, sábados y domingos cuando se celebran misas. Sin embargo, el momento de mayor concurrencia es el 13 de cada mes cuando hay peregrinaciones y una celebración especial en homenaje a la Rosa Mística. La asistencia de fieles es tan grande, afirman los vecinos, que el tráfico de automóviles colapsa el sector durante varias horas.
@millosfcoficial
El doble regalo
La imagen de la Virgen a la que Miguel Alberto le rezó el día de la sufrida victoria de Millonarios fue un obsequio de Emma Sandoval, la dueña del almacén a donde él fue a buscar una rosa mística «muy bonita y de por lo menos un metro de altura».
Natalia Gutiérrez Sandoval confirmó en su cuenta de Twitter que el entrenador sí estuvo en la tienda de artículos religiosos, propiedad de su tía, pero que no fue posible tener la Rosa Mística tal como él la quería. Sin embargo, dijo que poco después la pudieron conseguir y se la enviaron el día del partido crucial a través del equipo de prensa.
En una emotiva tarjeta adjunta a la Virgen, la señora y sus familiares, todos hinchas del equipo azul de Bogotá, señalan: «Elevamos nuestras oraciones al Padre, pidiéndole que te bendiga, que te ayude a coronar con éxito tus proyectos…».
Lo más probable es que este entrenador de fútbol oriundo de Santa Marta, en el Caribe colombiano, viaje a Medellín el 13 de julio para visitar a la Virgen de La Aguacatala y por medio de ella darle las gracias a Dios por el segundo regalo obtenido el domingo pasado: su nueva estrella. Ese día la Iglesia católica celebra la fiesta de María Rosa Mística.
VATICANO, 28 Jun. 23 (ACI Prensa).- En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco dedicó su catequesis a la figura de Santa María MacKillop, religiosa australiana, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, comprometida con la educación de los pobres.
“Ella, como María Magdalena, se encontró con Jesús resucitado y se sintió impulsada a difundir a todos la Buena Noticia. Su celo apostólico la llevó a realizar numerosas obras de caridad, como la fundación de escuelas y hogares para los más necesitados, sobre todo en zonas rurales”, afirmó el 28 de junio, en su ciclo de catequesis sobre la pasión por la evangelización.
La Audiencia General concluyó con el rezo del Padre Nuestro y la bendición apostólica.
A continuación, el texto completo del Santo Padre:
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
¡Hoy tenemos que tener un poco de paciencia, con este calor! ¡Gracias por haber venido con este calor, con este sol, muchas gracias por vuestra visita!
En esta serie de catequesis sobre el celo apostólico, estamos encontrando algunas figuras ejemplares de hombres y mujeres de todo tiempo y lugar, que han dado la vida por el Evangelio.
Hoy vamos lejos, a Oceanía, un continente formado por muchísimas islas, grandes y pequeñas. La fe en Cristo, que tantos emigrantes europeos llevaron a esas tierras, echó raíces pronto y dio frutos abundantes (cfr Exhort. ap. postsin. Ecclesia in Oceania, 6). Entre ellos está una religiosa extraordinaria, santa Mary MacKillop (1842-1909), fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, que dedicó su vida a la formación intelectual y religiosa de los pobres en la Australia rural.
Mary MacKillop nació cerca de Melbourne de padres que emigraron a Australia desde Escocia. De niña, se sintió llamada por Dios a servirlo y testimoniarlo no solo con las palabras, sino sobre todo con una vida transformada por la presencia de Dios (cfr Evangelii gaudium, 259).
Como María Magdalena, que fue la primera en encontrar a Jesús resucitado y fue enviada por Él a llevar el anuncio a los discípulos, Mary estaba convencida de ser ella también enviada a difundir la Buena Noticia y a atraer a otros al encuentro con el Dios viviente.
Leyendo con sabiduría los signos de los tiempos, entendió que para ella la mejor forma de hacerlo era a través de la educación de los jóvenes, siendo consciente de que la educación católica es una forma de evangelización.
Es una gran forma de evangelización. Así, si podemos decir que «cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del Evangelio» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 19), Mary MacKillop lo fue sobre todo a través de la fundación de escuelas.
Una característica esencial de su celo por el Evangelio consistía en cuidar de los pobres y los marginados. Y esto es muy importante: en el camino de la santidad, que es el camino cristiano, los pobres y los marginados son protagonistas y una persona no puede ir adelante en la santidad si no se dedica también a ellos, de una forma u otra. Estos, que necesitan de la ayuda del Señor, llevan la presencia del Señor.
Una vez leí una frase que me impresionó; decía así: “El protagonista de la historia es el mendigo: los mendigos son aquellos que atraen la atención sobre la injusticia, que es la gran pobreza en el mundo”, se gasta el dinero para fabricar armas y no para producir comidas…. Y no olvidéis: no hay santidad si, de una manera u otra, no hay cuidado de los pobres, los necesitados, de aquellos que están un poco a los márgenes de la sociedad.
Este cuidar de los pobres y de los marginados impulsaba a Mary a ir allí donde otros no querían o no podían ir. El 19 de marzo de 1866, fiesta de San José, abrió la primera escuela en un pequeño suburbio al sur de Australia. Le siguieron tantas otras que ella y sus hermanas fundaron en las comunidades rurales en Australia y Nueva Zelanda. Se multiplicaron, porque el celo apostólico hace así: multiplica las obras.
Mary MacKillop estaba convencida de que el propósito de la educación es el desarrollo integral de la persona tanto como individuo que como miembro de la comunidad; y que esto requiere sabiduría, paciencia y caridad por parte de todo profesor.
En efecto, la educación no consiste en llenar la cabeza de ideas: no, no es solo esto. ¿En qué consiste la educación? En acompañar y animar a los estudiantes en el camino de crecimiento humano y espiritual, mostrándoles cuánto la amistad con Jesús Resucitado dilata el corazón y hace la vida más humana.
Educar es ayudar a pensar bien: a sentir bien – el lenguaje del corazón – y a hacer bien – el lenguaje de las manos. Esta visión es plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad de un “pacto educativo” capaz de unir a las familias, las escuelas y toda la sociedad.
El celo de Mary MacKillop por la difusión del Evangelio entre los pobres la condujo también a emprender otras obras de caridad, empezando por la “Casa de la Providencia” abierta en Adelaide para acoger ancianos y niños abandonados.
Mary tenía mucha fe en la Providencia de Dios: siempre confiaba que en cualquier situación Dios provee. Pero esto no le ahorraba las preocupaciones y las dificultades que derivan de su apostolado, y María tenía buenas razones: tenía que pagar las cuentas, tratar con los obispos y los sacerdotes locales, gestionar las escuelas y cuidar la formación profesional y espiritual de las Hermanas; y, más tarde, los problemas de salud. Sin embargo, en todo esto, permanecía tranquila, llevando con paciencia la cruz que es parte integrante de la misión.
En una ocasión, en la fiesta de la Exaltación de la Cruz, Mary dijo a una de sus hermanas: “Hija mía, desde hace muchos años he aprendido a amar la Cruz”.
No se rindió en los momentos de prueba y de oscuridad, cuando su alegría era amortiguada por la oposición y el rechazo. Veis: todos los santos han encontrado oposiciones, también dentro de la Iglesia. Es curioso, esto. También ella las tuvo. Permanecía convencida de que, también cuando el Señor le asignaba «pan de asedio y aguas de opresión» (Is 30,20), el mismo Señor respondería pronto a su grito y la rodearía con su gracia. Este es el secreto del celo apostólico: la relación continua con el Señor.
Hermanos y hermanas, el discipulado misionero de Santa Mary MacKillop, su respuesta creativa a las necesidades de la Iglesia de su tiempo, su compromiso por la formación integral de los jóvenes nos inspire hoy a todos nosotros, llamados a ser levadura del Evangelio en nuestras sociedades en rápida transformación. Su ejemplo y su intercesión sostengan el trabajo cotidiano de los padres, de los profesores, de los catequistas y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes y por un futuro más humano y lleno de esperanza.
Más de tres años, ese es el tiempo que tardó la comisión de expertos encargada por la Comunidad San Juan para producir un informe histórico, doctrinal, teológico y psicológico sobre los abusos espirituales y sexuales cometidos por el fundador de la comunidad, Marie-Dominique Philippe y por muchos de sus religiosos.
El informe, publicado este lunes 26 de junio por la noche, tiene 800 páginas. Se titula Comprender y sanar – Orígenes y análisis de los abusos en la familia San Juan y arroja luz sobre el sistema generalizado de control establecido por el fundador Marie-Dominique Philippe.
«Se trata de distinguir una historia marcada por el pecado, por los crímenes, y una historia de Vida, de progresión en el camino de la santidad, donde los hermanos, la mayoría, optaron por seguir a Cristo», explica a Aleteia el hermano Jean-Yves, encargado de la comunicación de la comunidad.
El abuso sexual y espiritual fue perpetrado por el fundador y reproducido por otros hermanos de la comunidad desde 1975.
¿Qué revela este informe? Entre 1975 -año de la fundación de la Comunidad San Juan- y 2022, 72 hermanos de los 871 hermanos que componían los hermanos de San Juan cometieron abusos sexuales, lo que representa un poco más del 8% de la comunidad. 52 eran sacerdotes y 8 formadores.
Se registraron 167 víctimas de hermanos, entre ellos 30 monjas, 69 laicas, 29 menores, 17 hermanos y diez niños menores de 15 años.
Un sistema de control generalizado
Tras el informe del Arca y el de los dominicos en enero de 2023, este tercer informe documenta el sistema de control generalizado de los hermanos Philippe, aquí en particular del fundador de San Juan, Marie-Dominique Philippe (1912-2006).
El informe habla así de un «contagio» entre los religiosos de un sistema de control nacido en la familia de Marie-Dominique Philippe.
Entre las causas, el informe destaca «una antigua desviación entre algunos miembros de la familia Dehau-Philippe», «una autorreferencia del padre Marie-Dominique Philippe que ha repercutido en la familia San Juan en la relación de los hermanos con su persona y su enseñanza» y «una formación intelectual y espiritual impartida por el fundador con deficiencias y errores que desdibujaban ciertos referentes morales fundamentales».
«Falsas creencias, especialmente sobre la paternidad espiritual que, en algunos casos, ha sido más un lugar de control que un lugar de aprendizaje de la libertad espiritual» y «uso privado de nociones como la amistad, la misericordia, la unión con Dios… para justificar conductas abusivas» sirvieron también para justificar los abusos perpetrados.
«El control es la condición del abuso, y tomó un carácter sistémico en la familia San Juan, con influencias que se apoyaban mutuamente», resume el análisis psicológico del informe.
«Enorme tristeza»
«Han pasado ya diez años desde que los hermanos de Saint-Jean tomaron la medida de la gravedad de los actos cometidos por el fundador de la comunidad», explica el hermano Jean-Yves.
«Este informe es un nuevo choque y una enorme tristeza frente a esta historia que nos queda como una deshonra, una gran herida, una vergüenza ante las personas que han sido víctimas de abusos».
El portavoz explica que los hermanos llevan 10 años trabajando en comunidad tomando conciencia sobre su historia. «Cuanto más fuerte sea esta conciencia, más importante será el trabajo de reforma«, afirma.
Destaca que «a lo largo de los años, nos hemos enfrentado cada vez más al sufrimiento de las víctimas» y que era necesario «un informe detallado, histórico, teológico y psicológico».
«Este informe es importante para comprender nuestra historia. ¿Qué pasó? ¿Cómo fueron posibles tales abusos?
Finalmente, es un informe para nuestra comunidad para que podamos recuperar y recobrar nuestra libertad espiritual.
Todo este trabajo realizado es también para revelar nuestro carisma profundo liberándolo de lo que es su traición.
El que es el fundamento de nuestra comunidad no es el fundador: es Cristo. Y es en Él en quien nos apoyamos».
, 28 Jun. 23 (ACI Prensa).- La Diócesis de Almería (España) ha rechazado las quejas de unos feligreses por el uso que, con permiso del obispo, hace un grupo de ucranianos católicos de rito oriental para la celebración de su liturgia en un templo.
Los disconformes con la situación han asegurado a Diario de Almería que “la parroquia está ‘okupada’ por un grupo de cristianos ucranianos”, a los que acusan de haber cambiado la ornamentación del templo.
En España se utiliza la expresión “okupar” para referirse a la “la acción de tomar una vivienda o un local deshabitados e instalarse en ellos sin el consentimiento de su propietario”, tal y como lo define la Real Academia de la Lengua.
Según estos testimonios, los feligreses de rito latino han solicitado reunirse con el Obispo, Mons. Antonio Gómez Cantero, al menos durante dos años, sin obtener respuesta.
El templo en el que se desarrolla la disputa es la Iglesia de San Isidro, en la localidad Huércal-Overa.
El Obispado recuerda, ante las quejas, que considera "fraterno" permitir que otros cristianos puedan hacer uso de algún templo de la Diócesis, "sin que ello suponga merma del uso de la comunidad católica de rito latino”.
También se defiende que este uso compartido “es práctica muy común" tanto en Almería como en otras diócesis católicas españolas "con otras confesiones cristianas”.
En concreto, en la parroquia de San Luis Gonzaga de Almería celebra la comunidad anglicana y en la dedicada a la Santísima Trinidad, los fieles ortodoxos rusos.
El Obispado defiende que este tipo de acciones constituyen “un bonito signo de universalidad, de acogida y de aceptación" aunque sean de iglesias diferentes.
Asimismo, subraya que el uso compartido del templo "se realiza en horarios compatibles con las celebraciones” de rito católico.
Por otro lado, señala que “no hay ningún impedimento ni obstáculo" para compartir el templo.
El Obispado ha hecho un llamamiento “a la concordia y a la acogida" en un tiempo de "división y enfrentamiento", y "con un recuerdo muy especial a la crudeza de la guerra que se vive en tierras ucranianas”.
, 27 Jun. 23 (ACI Prensa).- El dominico Fray Marcos García, ex concursante de MasterChef, protagoniza este jueves 29 de junio un nuevo Encuentro de EWTN España con sus espectadores.
El fraile, que participó en la undécima edición de MasterChef en España, es el invitado al programa que, conducido por la vicepresidenta de la emisora Sofía Ruiz del Cueto, versará sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
“En el encuentro, Fray Marcos nos acercará a esta bella realidad que como católicos estamos llamados a demostrar con nuestras obras”, señala un comunicado de EWTN España.
Para participar en el Encuentro y plantear preguntas al religioso, es necesario inscribirse a través del sitio web de EWTN España. Quienes así lo hagan recibirán un enlace en el que seguir el programa desde las 19:30 horas (hora local).
A sus 45 años, el religioso venezolano se ha hecho popular en España por su participación en el conocido concurso televisivo, en el que pudo incluso mostrar el hábito propio de los dominicos.
Antes de su participación televisiva, ya compartía sus recetas a través de su perfil de Instagram @miamigoelfray, en el que tiene más de 22 mil seguidores.
Tras ejercer su ministerio en Colombia y Venezuela, está en España desde el año 2020 como parte del equipo de promoción vocacional y juvenil en el vicariato de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario en España.
Un sitio vinculado a una gran amiga del Sagrado Corazón de Jesús como santa Rafaela María
Rafaela María Porras y Ayllón (Córdoba, España) es una santa reconocida por haber sido la fundadora de la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.
En España, esta esta mujer nacida en 1850 y fallecida en 1925, ha dejado un gran legado a través de sus fundaciones. Sin embargo, en América Latina su obra también ha dejado huella.
Un claro ejemplo de esto es Chile, donde recientemente tuvo lugar la bendición de la casa de acogida a migrantes Santa Rafaela María vinculada a la parroquia Nuestra Señora de Loreto de Tierra Amarilla.
El encargado de oficiar la misa y bendecir las nuevas dependencias -con la mirada en aquellos que tienen que dejar su lugar de origen- fue el obispo Ricardo Morales.
«La hospitalidad de los hombres del desierto se debe a que en esa intemperie y esa sequedad, tener sombra y un vaso de agua ayuda a paliar los efectos de caminar por el desierto», dijo el obispo durante su homilía en relación a la hospitalidad de Abraham narrada en el Antiguo Testamento, tal cual reproduce la propia Iglesia de Chile.
El obispo, además de indicar aquello de ofrecer a los migrantes que puedan experimentar la acogida y el cuidado, expresó:
«A veces vemos a quienes vienen de afuera como un peligro o una amenaza, pero al final descubrimos que quien llega de afuera es un regalo, nos enriquece, nos abre el horizonte».
Conferencia Episcopal de Chile
«El ser humano siempre se ha movido»
«El migrante nos aporta una visión del mundo distinta, nos puede dar temor por la diferencia de idioma o de cultura, pero siempre es un regalo», subrayó el obispo chileno.
Morales prosiguió: «En la historia de la humanidad descubrimos que el ser humano migra, siempre se ha movido; si nos hiciéramos un examen, veríamos que tenemos genes de todas partes del mundo; siempre sale, busca mejores horizontes, mejores condiciones de vida. Todos somos migrantes, nuestra Iglesia es fruto de un migrante».
«Hoy, cuando bendecimos un nuevo espacio de la casa de acogida, pidámosle al Señor que también abra un nuevo espacio de acogida en nuestro corazón», agregó.
Bendición a quienes habitan la casa
Según informó la Iglesia de Chile, en el momento del ofertorio, «personas migrantes llevaron al altar imágenes de distintas advocaciones de la Virgen María, de acuerdo a la patrona de cada país».
Una vez finalizada la misa, la comunidad se trasladó hasta donde están ubicadas las nuevas instalaciones de la casa Santa Rafaela María, habitaciones que ha sido fruto del trabajo de ampliación que han llevado a cabo las religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, responsables de la parroquia. Junto con las nuevas instalaciones, la bendición también alcanzó a las personas que actualmente viven ahí.
Conferencia Episcopal de Chile
«Corazón abierto a los migrantes»
En tanto, mientras la Iglesia de Chile difunde esta nota, solo queda de manifiesto aquello del gesto vinculado a los migrantes, aspecto que se ha transformado en tema de conversación en los últimos años en ese país sudamericano, en especial con la llegada de venezolanos (entre otras nacionalidades como haitianos desde un poco antes) que han salido por la crisis humanitaria.
Es ahí donde aparece esta bendición vinculada a una santa amiga del Sagrado Corazón de Jesús, como Rafaela María símbolo de apertura (del corazón) y cercanía que cobra mayor relevancia en el mes en donde más hace ruido esta famosa devoción.