Desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice recordó el dolor de la madre de Emanuela Orlandi al cumplirse 40 años de su desaparición.
“Deseo aprovechar esta ocasión para expresar, una vez más, mi cercanía a los familiares, especialmente a la madre, y asegurarle mis oraciones”, afirmó el Papa Francisco.
Después aseguró: “Hago extensivo mi recuerdo a todas las familias que soportan el dolor de un ser querido que ha desaparecido”.
En junio de 1983, Emanuela Orlandi, una joven que vivía dentro de los muros vaticanos, desapareció después de salir de casa.
A pesar de los intentos de su familia de buscar ayuda en los medios de comunicación, su caso fue ignorado debido a la atención centrada en el terrorismo y la criminalidad en Roma. La desaparición de Emanuela Orlandi ha sido un misterio durante décadas.
El 22 de junio, el Promotor de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano, Alessandro Diddi, anunció que ha remitido las actas de la investigación sobre el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi a la Fiscalía de Roma y confirmó que hay pistas dignas de ulterior investigación.
En enero de 2023, el Vaticano anunció la reapertura del caso de Orlandi, que se había cerrado en abril de 2020 sin resultados.
La decisión de la Santa Sede respondía a los reiterados pedidos del hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, que durante estas cuatro décadas ha liderado una campaña para resolver el caso.
La desaparición de Emanuela Orlandi está rodeada teorías que involucran a la mafia, miembros del clero y al "Frente de Liberación Turco".
En 2012, se encontraron restos óseos sin identificar cerca de la tumba de un líder de la mafia romana en la basílica de San Apolinar, pero no pertenecían a Emanuela.
En 2018, se descubrieron otros restos óseos en el sótano de la Nunciatura de Roma, pero se determinó que eran anteriores a su nacimiento.
En marzo de 2019, la familia recibió una carta anónima con una foto de una tumba en el Cementerio Teutónico, pero los restos encontrados no eran de Emanuela y la investigación se cerró en 2020.
En una entrevista televisiva en abril de 2023, Pietro Orlandi hizo declaraciones polémicas acusando a San Juan Pablo II de estar involucrado en el caso de la desaparición.
Estas declaraciones fueron consideradas ofensivas e infundadas por el Santo Padre y generaron reacciones en diferentes sectores, incluyendo el cardenal Stanislaw Dziwisz, la Conferencia Episcopal Italiana, el Episcopado polaco y el propio Papa Francisco.
Además, este año se creó una comisión de investigación en el Parlamento italiano para buscar respuestas. La incógnita sobre la verdad aún continúa.
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