La tortura y mutilación de un anciano mercedario
Un mártir de la guerra civil -un agustino abulense- nació un 29 de febrero y tres un primero de marzo: un mercedario orensano, un salesiano tarraconense y un marista burgalés.
Patrón de reprógrafos, pintores y dibujantes
Macario Sánchez López, de 52 años, era laico profeso agustino, fue asesinado en Paracuellos de Jarama el 30 de noviembre de 1936 y beatificado en 2007. El agustino Modesto González Velasco ha escrito así su biografía :
Nació en Hoyocasero (Avila) el día 29 de febrero de 1884. Fueron sus padres Ignacio y María. Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de Hoyocasero. Era el segundo de tres hermanos que abrazaron la vida religiosa.
En 1901 ya se encontraba en el Monasterio de El Escorial, como hermano donado o aspirante. Tras varios años de postulante hizo el noviciado en el Monasterio de El Escorial, en el que profesó de votos simples el 9 de mayo de 1905. Profesó de votos solemnes 10 del mismo mes del año 1908.
A los pocos meses de su profesión simple fue destinado al colegio de Alfonso XII de El Escorial. Toda esta época fue un periodo de aprendizaje en la pintura con el padre Víctor Villán, quien descubrió en él cualidades innatas para pintar. También fue profesor suyo Gabriel Palencia.
El 6 de agosto de 1908 fue destinado al convento y colegio de Palma de Mallorca como profesor de enseñanza primaria. Volvió de nuevo al de Alfonso XII, con idéntica misión en 1912, primero, y después profesor de dibujo. En 1924 se le destinó a la Universidad, en la que además de profesor de dibujo fue sacristán. Ya desde años anteriores venía atendiendo el laboratorio fotográfico de la Biblioteca Real que llegó a dirigir para sacar fotocopias. Al cerrar la Universidad, el Gobierno de la República, en 1933, fray Macario pasó al Monasterio.
Los hechos del 18 de julio de 1936 le sorprendieron en el Monasterio. Fue detenido con toda la numerosa comunidad y encarcelado el 6 de agosto en la prisión de San Antón.
Durante los casi cuatro meses de vida carcelaria fray Macario empleó parte de su tiempo en pintar con los escasos recursos de que disponía a mano y hacer retratos a lápiz. Se nos han conservado algunos retratos de agustinos.
Fue juzgado a finales de noviembre por un tribunal popular en la misma cárcel. Se le condenó a muerte por ser religioso. Su nombre figuraba en una larga lista de presos. Fue llamado, el último día del mes, a primeras horas de la mañana. Se le despojó de todas las cosas personales y se le ataron las manos a la espalda. Después de largas horas de espera en el salón de entrada, fue conducido a Paracuellos con otros 50 agustinos y sacrificado a media mañana el 30 de noviembre de 1936. Según testigos presenciales todos dieron grandes pruebas de fortaleza y fe cristiana, manifestada en sus palabras y en sus gestos.
La tortura de un anciano mercedario
Antonio González Penín , hermano mercedario, cocinero en El Olivar (Teruel), de 72 años (nació en San Salvador de Rabal, Ourense, en 1864), fue asesinado en Barcelona el 10 de agosto de 1936 y beatificado en 2013. Hizo votos solemnes como mercedario en Toro (Zamora) en 1891, y en 1900 en El Olivar, donde destacó como cocinero excelente y al mismo tiempo exigente, pues no permitía comer entre horas. Desde 1921 residió en Barcelona y al estallar la revolución, según la información del obispado de Lleida, “se refugió en casa de Antonio Ricart y Josefa Mayoral, plaza del Buensuceso número 5, desde donde pudo contemplar, con harto dolor y lágrimas, la profanación y quema de imágenes sagradas, ornamentos, muebles, bancos, hábitos…, sobre todo sufrió viendo el destrozo de las imágenes de Cristo agonizante y de la Virgen de la Merced. Virgen santa, Madre mía –exclamaba- ampáranos que nosotros no sabemos qué hacer. Allí llevaba una vida extremadamente piadosa, siempre con el rosario en la mano y rezando, muy resignado, abandonado a la divina providencia.
Al empezar las pesquisas buscando a los mercedarios, a los pocos días, se fue a casa de mosén José Tolosa, calle Sepúlveda, número 159. Con el sacerdote vivía su sobrina Teresa Monné, que tratara a nuestro hermano muchos años y lo califica de buena persona. Cuenta cómo vino de casa Ricart, cómo se pasaba el tiempo orando, pendiente de todo y retirado en su cuarto, lamentando estar separado de sus hermanos de religión. Cerca de quince días después, el 9 de agosto de 1936, sobre las diez de la noche, se presentaron numerosos milicianos y otras personas buscando a dos curas; hicieron levantar al hermano de la cama, peguntado quién era, afirmó ser religioso mercedario. Le preguntaron, con halagos y promesas primero, por el paradero de los otros frailes, como les dijo que no sabía nada, empezaron a maltratarlo de palabra y obra, lo golpeaban contra las paredes de la habitación, le daban golpes de fusil, le encajaban blasfemias y obscenidades, le hacían marcar el paso. Lo mismo a mosén Tolosa. Hartos de la carnicería, se marcharon los milicianos, dejándoles llenos de golpes en el cuerpo y la cabeza, y encareciéndoles que no se movieran, pues iban a volver. Esta espera la pasaron en oración y preparándose para el martirio. Volvieron dos mozalbetes al cabo de una media hora; de nuevo inquirieron acerca del paradero de los otros frailes y como nada pudieron saber, de nuevo los maltrataron y los arrojaron hacia la puerta diciendo: Vamos; ya nos encargaremos de que cantes. Se los llevaron en un vehículo, siendo entre la una y las dos de la madrugada. Al día siguiente aparecieron los dos cadáveres en el depósito del Clínico, irreconocibles. Costó identificarlos, fray Antonio estaba horriblemente mutilado a golpes de arma de fuego, teniendo un ojo arrancado, fracturas en ambas piernas, la boca destrozada, cercenados los genitales. Lo habían rematado con golpes en el tórax. Entró en el depósito a las cinco de la mañana del 10 de agosto”.
Miguel Domingo Cendra, salesiano de 27 años, fue asesinado el 11 de agosto de 1936 y beatificado en 2001. Inició en 1934 los estudios de teología en Carabanchel Alto (Madrid) y marchó a pasar el verano de 1936 al colegio de Barcelona-Sarria. Buscando refugio, encontró a otro salesiano desorientado y lo llevó consigo. Al cabo de una semana buscó otro refugio y, camino de su pueblo, se paró en Arenys de Lledó para ver a unos tíos suyos. Allí fue reconocido, detenido y llevado a su pueblo a casa de sus padres en Caseres (Tarragona). Ese mismo día lo llevaron a Prat de Compte y allí lo mataron.
Victoriano Martínez Martín (hermano Isaías María), marista de 37 años, natural de Villalbilla de Villadiego (Burgos), fue asesinado el 8 de octubre de 1936 en Montcada i Reixac (Barcelona) -con los demás maristas cuyo rescate se gastó en armas Tarradellas - y beatificado en 2007.
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