Un principio admitido por la generalidad de los humanos es que “contra los hechos no valen los argumentos” o que “la realidad -guste o no-es inamovible”. En el contexto de la vida humana, hay leyes naturales que nadie, en su sano juicio, puede ni debe negar. Enumero aquí alguna ley de vida, aplicable a todos los humanos: -Toda persona, dotada de cuerpo y alma, vive un proceso de crecimiento físico en su cuerpo, que llega a su límite infranqueable a una determinada edad, distinta a cada uno. - El alma humana, al ser inmaterial y espiritual, admite un progreso indefinido, también desigual para cada uno. Principio obvio : “No es lo mismo querer que poder”. - Una gran parte de los accidentes mortales -las estadísticas hablan-se debe al factor humano. Por muy clara que esté la mente de una persona anciana, jubilada, los años no perdonan a nadie. “Si los jóvenes supieran y los viejos pudieran cuanto bien se hiciera”. Los reflejos en edad avanzada, sufren merma evidente, pese a todas las proclamas de normalidad del individuo. Es en estos casos, donde la autoridad competente debe intervenir y fijar la edad y condiciones límite (¡Código de circulación¡) en que se debe dejar de conducir por el bien individual y general. En el choque frontal y mortal (con muertos) de tráfico, en El Tiemblo, se ha sabido que el conductor de uno de los coches tenía 89 años. Sinceramente: ¿Qué opina el lector reflexivo de este simple dato?
Ley de vida
Miguel Rivilla San Martín
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