, 12 Ago. 18 (ACI Prensa).- En la época del suicidio legal asistido y de la eutanasia, los cuidados paliativos deben permanecer como una forma distinta de atención que socorre las necesidades y la dignidad de toda la persona en el fin natural de su vida, señalaron los obispos católicos de Canadá.
Los obispos dieron sus recomendaciones en una presentación para una consulta pública nacional, en respuesta a la aprobación de un nuevo proyecto de ley sobre el desarrollo de los cuidados paliativos en el país.
El documento de los obispos se centró en preguntas y sugerencias para los proveedores de servicios de salud, y fue desarrollado con la asistencia de Catholic Health Alliance de Canadá, el Instituto Católico de Bioética de Canadá y otros.
En el texto, el Presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, Mons. Lionel Gendron, afirmó que “la inversión de la comunidad católica en el cuidado de la salud está inspirada por Cristo".
Es la respuesta cristiana a favor de los enfermos, “para proporcionar cuidados compasivos a los necesitados”, acompañar a los moribundos “y dar testimonio de la dignidad inviolable de la persona humana” en cada etapa de su vida.
En ese sentido, reiteró la oposición de la Iglesia a la eutanasia y el suicidio asistido a pesar de que fueron legalizados por el Senado en junio de 2016. Sin embargo, actualmente algunos legisladores han expresado su preocupación de que estas prácticas sean extendidas a los menores de edad y que la ley entre en conflicto con el ideario de algunas instituciones médicas.
Algunas de estas inquietudes surgieron nuevamente al conocerse el caso de Roger Foley, un canadiense que padece una enfermedad incurable y que afirma que cuando solicitó atención domiciliaria, el equipo médico de un hospital de Ontario solo le ofrecería el suicidio asistido.
Ante esto, los obispos señalaron que aunque a la eutanasia y al suicidio asistido se les conoce también “como Asistencia Médica en Muerte, éstos no deben ser admitidos dentro de la definición y la práctica de los cuidados paliativos”.
Asimismo, Mons. Gendron pidió a los proveedores de cuidados paliativos no reducir su práctica estrictamente a la ciencia y tener en cuenta también las necesidades emocionales, psicológicas y espirituales de las personas al final de sus vidas.
Los obispos explicaron que un acercamiento católico a los cuidados paliativos es el "enfoque centrado en la persona" y "que se basa profundamente en la comprensión bíblica de la curación, la compasión y el amor".
Este enfoque tiene en cuenta el "cuerpo, mente y espíritu" de un paciente y trata de aliviar el sufrimiento humano, al mismo tiempo que atiende "las necesidades trascendentes de la persona moribunda y de sus seres queridos".
En su documento, los prelados pidieron también una mejor información sobre los recursos de los cuidados paliativos para los pacientes y sus familias en Canadá. Las personas nunca deben reducirse a las estadísticas y no se debe hacer que los pacientes se sientan como una carga, añadieron.
Además, abogaron por el desarrollo continuo de los cuidados paliativos como una rama de la medicina, que sea de la más alta calidad y accesible para toda la población.
Por su parte, indicaron, la Iglesia en Canadá desarrollará material educativo sobre los cuidados paliativos para promoverlos en las parroquias y en el sistema católico de atención médica.
"Para los católicos, la parroquia es un lugar primario donde las preguntas sobre la vida y el sufrimiento, tanto su significado como su propósito, se exploran en la oración silenciosa y en el diálogo con otros", dijeron los obispos.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.
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