Para celebrarlo, todos los templos de la diócesis de Tenerife repicarán sus campanas al unísono durante la firma del Decreto, en señal de júbilo por la canonización. También lo harán las iglesias del país brasileño, invitadas por la Conferencia Episcopal de Brasil.
De hecho, en una carta enviada a los obispos, monseñor Leonardo Steiner, obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la Conferencia Episcopal, explica que será «un gesto de alegría, gratitud y comunión por estar inscrito entre los santos este apóstol de Brasil».
José de Anchieta (1534-1597) será el segundo santo canario, junto al Hermano Pedro, misionero franciscano y fundador de la orden de los Betlemitas.
El beato Anchieta, conocido como el Apóstol de Brasil, dejó «profundas marcas en Brasil, sobre todo en Sao Paulo, Espíritu Santo y Bahía, los lugares por dónde él pasó. Marcó nuestra historia desde el inicio. Merece recibir el culto de toda la Iglesia», señaló el cardenal Raymundo Damasceno Assís, arzobispo de Aparecida y presidente del episcopado brasileño ante la noticia de la canonización.
El inminente santo entró en 1551 en la Compañía de Jesús. Su misión en Brasil comenzó en 1553, cuando aún era novicio, a los 19 años. Desde ese momento, y hasta su muerte, se entregó a los más necesitados y perseguidos.
Destacable fue su aportación para fomentar la cultura local: aprendió la lengua indígena y escribió una gramática, un catecismo, obras de teatro e himnos en dicha lengua, además de otras obras en portugués, latín, tupi y guaraní.
También participó en negociaciones de paz en los conflictos entre indios y portugueses y fundó un colegio en Río de Janeiro del que fue rector. José de Anchieta murió el 9 de junio de 1597 en Reritiba, ciudad fundada por él en Espíritu Santo y que, posteriormente, recibiría el nombre de Anchieta.
Roma celebrará su llegada a los altares. El próximo 24 de abril, la iglesia de San Ignacio acogerá la misa de acción de gracias por la canonización. El Papa presidirá la Eucaristía, en la que también estará presente el obispo de la diócesis tinerfeña, monseñor Bernardo Álvarez. También en Brasil, el próximo 4 de mayo, se celebrará la Misa de acción de gracias durante la 52ª Asamblea General de la Conferencia Episcopal, en Aparecida.
En otros lugares de Brasil se celebrarán misas con este motivo: en la catedral del Salvador, presidida por su arzobispo, monseñor Murilo Krieger; y en la archidiócesis de Vitoria del Espíritu Santo, presidida por el arzobispo monseñor Luiz Mancilha Vilela.
También habrá diferentes celebraciones en la parroquia Beato José de Anchieta, en Serra. Y el arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro, el cardenal Orani João Tempesta, presidirá el mismo 2 de abril por la tarde una misa de acción de gracias en la catedral metropolitana de San Sebastián.
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