Expresidente del IOR: "Cuántas cosas se habrían evitado si no me hubieran cesado"


Gotti Tedeschi, habla sobre su salida del IOR y los inicios de la reforma, cuando Benedicto XVI decía que 'debíamos ser ejemplares'


Ciudad del Vaticano, 03 de abril de 2014 (Zenit.org) Redacción | 128 hits


Ettore Gotti Tedeschi fue el encargado de realizar la reforma inicial del Instituto para la Obras de Religión (IOR), que presidió desde 2009. Cargo que ocupó hasta mayo de 2012, cuando fue cesado por el Consejo de Superintendencia del IOR. Tedeschi fue acusado de irregularidades en su gestión pero la la semana pasada la magistratura italiana declaró su inocencia.


El expresidente ha concedido una entrevista a la revista Vida Nueva, adelantada por Europa Press, en la que explica que se siente "amargado" porque "ha sido la magistratura la que ha arrojado la luz de la verdad sobre lo sucedido, mientras que dentro de la Iglesia, en cambio, parece prevalecer hasta ahora la posición de quien me quería marginar".


Tedeschi explica que "quien ha impedido mi rehabilitación ha dañado no poco a la Iglesia. Se ha logrado impedir que sea interrogado, que no se escuche mi versión ni mi verdad sobre los hechos más importantes de estos últimos años. También me duelen todos los daños relacionados con este asunto que, como consecuencia, ha sufrido la Iglesia, y ahora Francisco. Cuántas cosas se habrían evitado si no me hubieran cesado".


Del mismo modo expresa que espera que la decisión de la magistratura cambie la actitud de una parte de la jerarquía eclesiástica hacia él, y afirma que "al lado del Papa trabajan muchas personas santas, pero también hay algunos que no quieren que salga a la luz la verdad. No desean que sea rehabilitado, pues mi rehabilitación llevaría consigo la acusación implícita hacia otras personas".


Sobre el hecho de llevar guardaespaldas, Tesdechi aclara que nunca los ha tenido, aunque reconoce que "hubo un momento de fortísima tensión, ligada a acontecimientos anteriores al cese". Y recuerda el episodio del documento que dejó a su secretaria. "Decidí entonces escribir una breve síntesis para mi secretaria, que titulé “En caso de accidente”. Le dije que, si me sucedía algo, el documento debía mandarlo a tres personas. Si no ocurría nada, el documento y sus conclusiones no tenían sentido. Cuando esos documentos acabaron no sé cómo en manos de los diarios, se consideró como una muestra de mi temor al peligro".


Pero aclara que en ciertos momentos, "es la prudencia, más que el miedo, la que lleva a elaborar una documentación de lo que se está viviendo, de manera que si se produce un accidente, los que quedaran supieran las razones de mi prudencia". Gracias a Dios y a la magistratura italiana, no se produjo un accidente, señala el expresidente del IOR.


Por otro lado, explica que el Santo Padre le encargó hacer una serie de cosas que pudieran llevar a la Santa Sede a "una disponibilidad adecuada a la transparencia que los mercados financieros internacionales y los bancos centrales exigían tras el 11-S". Señala que las dificultades se presentaron porque la Santa Sede no funciona como un banco para terceros, sino que sostiene obras religiosas. "Me centré en realizar determinados proyectos para que no hubiera pérdidas de confianza ni de credibilidad hacia el Santo Padre y la Iglesia. La Iglesia es la más grande autoridad moral en el mundo y el Santo Padre es su más alto responsable. La idea clave era que esa autoridad moral fuera apreciada por el modo en que seguía esta nueva disciplina financiera, garantizando al mismo tiempo la discreción de las operaciones relacionadas con su actividad", indica en la entrevista.


Gotti Tedeschi recuerda que se habían producido hechos históricos que habían puesto en discusión la credibilidad del IOR y que "no solo se me pidió que lograse transparencia y defendiera la discreción, sino también que la Santa Sede fuera ejemplar. Benedicto XVI decía que debíamos ser ejemplares". A continuación menciona que "las leyes contra el lavado de dinero negro que propusimos estaban supervisadas por la Autoridad de Información Financiera (AIF), que es un organismo interno de la Iglesia y cuya presidencia recaía entonces en un importantísimo cardenal, Attilio Nicora" y que "garantizaba que la aplicación de la ley y de los procedimientos estuviera supervisada por un organismo de la Iglesia, no por un ente externo". Asimismo especifica que "en caso de problemas, una entidad externa debía referir a una autoridad interna de la Iglesia, el AIF. Se garantizaba así la absoluta independencia y autonomía. También el derecho a la discreción".


También recuerda cuando el Moneyval -entidad de control del Consejo de Europa- les visitó en noviembre de 2011, les dijo que habían realizado "un trabajo extraordinario" y que aunque debían realizar algunas correcciones, si seguían así, podrían entrar en la White List. Pero, observa Tedeschi el énfasis que el cardenal Nicora y él dieron a los controles internos, "no encontró consenso por parte de muchos" y cambiaron la ley, llevándola a una valoración de insatisfacción por parte del Moneyval. "Cambiaron, sobre todo, el papel del AIF, que debía ser un organismo independiente, pero pasó a depender de la Secretaría de Estado. Es como poner el Banco de Italia a depender del Ministerio del Tesoro. Moneyval lo consideró intolerable", señala el expresidente del IOR.


Asimismo afirma que le gustaría hablar con el papa Francisco o con un emisario suyo porque "nadie nunca" le ha preguntado, aunque lo ha pedido "infinidad" de veces.


Al papa Benedicto XVI "se le mintió públicamente", revela. "Se decía que el Papa sabía todo y que era él quien así lo había querido", y así confirma como verdad lo que dijo el secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, en una entrevista al diario italiano 'Il Messaggero' sobre que Ratzinger se quedó muy sorprendido por el cese de Tedeschi.


Finalmente, subraya que "lo más grave es que hoy se reconoce que tenía razón en todo. De hecho, se ha tenido que volver a los orígenes, a los procedimientos de entonces. Han tenido hasta que volver a colocar al AIF en la posición que pretendíamos. La Magistratura ha dicho que yo había operado bien y que otros operaron mal. El final del escándalo Vatileaks ha demostrado que no filtré ningún documento. Pero nadie ha abierto una investigación".



(03 de abril de 2014) © Innovative Media Inc.


12:15:00 a.m.

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