Lilongwe - En Malawi, se ha celebrado una Navidad triste, informa a Fides el padre Piergiorgio Gamba, misionero Monfortino que desde hace décadas trabaja en el país africano. “Las cosas que comento, no pretendo que sean un lamento, aunque en muchos aspectos son cosas negativas, y ciertamente no tengo la intención de querer juzgar y condenar, lo que digo pretendo que sea más bien un desafío para empezar de nuevo” precisa el p. Gamba.Una Navidad que se ha caracterizado por “una serie de ataques a bancos y lugares de comercio con una violencia sin precedentes y con varios policías muertos. En estos días está ocurriendo una protesta de la comunidad china que pide más seguridad con la amenaza de abandonar el país”, dice el misionero.
“Las lluvias se han retrasado más de un mes, causando gran preocupación a los agricultores, que son más del 80% de la población. El programa de distribución del fertilizante aún no se ha materializado. Sin fertilizantes, la cosecha será poca y no se podrá alimentar a la población, y pensar en distribuir el fertilizante cuando las lluvias comiencen significa un desastre seguro, los agricultores se lamentan porque con las lluvias los caminos son intransitables” continua el p. Gamba.
A todo esto hay que añadir la huelga del poder judicial y el bloqueo de las donaciones extranjeras que cubren el 40% del presupuesto del Estado , hasta el punto de que, según lo informado por p. Gamba, el Reserve Bank of Malawi ha puesto en marcha una campaña que enseña el buen uso de los billetes que deben ser reimpresos continuamente a un costo de 14 mil millones de Kwacha que se suman a los 7 millones para importar la moneda impresa en el extranjero. Esto es sólo un aspecto de la economía de Malawi basada en la exportación de materias primas y la importación de bienes manufacturados de todo tipo. Como dice el padre Gamba “Malawi exporta todo un bosque de madera y importa los palillos de dientes, exporta algodón e importa ropa, exporta millones de kilos de tabaco e importa cigarrillos”.
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