En diálogo con ACI Prensa, la organizadora de la Marcha de los Escarpines, Olga Muñoz, comentó que el festejo del 26 de octubre fue una “verdadera fiesta de la vida que congregó una vez más y como cada último miércoles de mes, desde mayo de 2006, a familias y jóvenes en defensa de la vida del niño que está por nacer”.
En esta oportunidad participaron católicos, evangélicos y adventistas que celebraron con danzas bolivianas, el rezo del Rosario por la Vida de los niños que están por nacer y la entrega de folletos informativos.
Miriam Arbizu, que participa desde las primeras ediciones de la marcha, informó acerca de los nueve proyectos de ley de aborto que están en el Parlamento y pidió que se acelere la aprobación de proyecto presentado por distintos grupos pro vida para proteger a los más vulnerables.
Por ese motivo, la Marcha de los Escarpines se desarrolla frente al Parlamento: “para despertar la conciencia de nuestros legisladores a quienes sus mamás los dejaron nacer y pedirles que trabajen por la verdadera dignidad de la mujer”, explicó Muñoz
“No queremos el control de la natalidad para nuestro pueblo. Argentina necesita población y acá hay un plan eliminar a los pobres antes de que nazcan. La Marcha de los Escarpines está por la vida de todos. Somos la voz de los que no tienen voz”, agregó.
Olga Muñoz, que también es presidenta de la asociación civil Familias del Mundo Unidas para la Paz (Fampaz) explicó que la Marcha de los Escarpines nació en respuesta al Encuentro Nacional de Mujeres autoconvocadas, la misma reunión que provoca destrozos en templos católicos y agrede a los fieles cada año.
La marcha pacífica toma el nombre de los Escarpines, pequeños zapatitos de bebé, porque es “lo primero que tejen las abuelas o las mamás cuando se anuncia un nacimiento. Incluso, los hijos anunciaban a los abuelos el nacimiento llevándole un par de escarpines”.
“Nuestra perseverancia se debe a la firme convicción que para poder vivir en una sociedad justa y en paz debemos educar en la defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”.
“A lo largo de estos 10 años de experiencia en la vía pública, negando la mentira que hay detrás del aborto y concientizando sobre la verdad del inicio y secuencia de la vida en el vientre materno, cada día nos convencemos más de que somos ínfimos instrumentos en las manos del Señor”.
En su misión, explica Muñoz, también alientan “a las mujeres que abortaron a que se acerquen a la Misericordia de Dios que sana sus corazones heridos y desesperados y que se unan a la difusión de la verdad: que el aborto no soluciona nada, porque es un crimen”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 28 de octubre de 2016
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