Cómo mejorar la unidad familiar en Navidad

Las fiestas navideñas nos regalan la gran oportunidad de unirnos y de reunirnos, y aunque parecen los mismos verbos, son diferentes...

Unirnos significa juntarnos o asociarnos para formar un grupo con algún objetivo especifico, como realizar una organización, planear un viaje o fortalecer una amistad.

En cambio, reunirse tiene que ver con la idea de un encuentro, de juntarse en un lugar determinado con algún fin en especifico y pasar un tiempo juntos. Así que, cuando nos reunimos, podemos asegurar que vamos a estar dos o más personas en un mismo sitio y que, además, le podemos dar un sentido de comunidad o de unidad. 

Eso es precisamente lo que queremos vivir en esta Navidad, que nos reunamos con el fin de celebrar que tenemos una familia que quiere mantenerse unida y que además, estamos unidos también por un mismo fin que es conmemorar el nacimiento de Jesús. 

Esta es una fiesta familiar que nos regala la oportunidad de estrechar los lazos afectivos, de intercambiar regalos o de charlar lo acontecido durante el año y de actualizarnos sobre los sucesos más importantes de nuestras vidas. Es una gran oportunidad de limar asperezas y tratar de superar los  acontecimientos que le han afectado a la familia y han distanciado a algunos de sus  miembros. 

Planear, anticipar y ser positivos

Es muy recomendable que seamos más positivos y que planeemos nuestras reuniones con un espíritu de mayor unidad para trasmitir la alegría y gusto por la compañía con los seres queridos. Tratemos de no hacer nada con prisas y a las carreras, mucho menos a dejar las cosas para el último momento. 

Se trata de construir una ambiente cálido y lleno de cariño, dejando atrás los sentimientos negativos y los malos momentos del pasado. Es una gran oportunidad de abrir tu corazón al perdón y a la reconciliación con todos. 

Por tanto, busca ser más flexible y mantente dispuesto a adaptarte a las circunstancias y a las necesidades de los demás. A darles gusto también y a esmerarte con alegría, para que disfruten al máximo cada momento que compartimos. 

La innovación: una aliada

Trata de hacer algo nuevo e inventar, con creatividad, tu cena de noche buena para que logres agradar a los asistentes con sorpresas que antes no se habían realizado. La innovación también tiene lo suyo y nos puede mantener con mayor entusiasmo.

La decoración de tu casa, con detalles específicos, puede crear un efecto especial en la mente de los asistentes, así que no escatimes en tu esfuerzo para lograr impactar visualmente a tu familia. Las flores, en especial las de noche buena, le dan un toque muy especial al hogar cuando lo combinas con las luces y la decoración de tu árbol de navidad y nacimiento. 

A las familias nos gusta divertirnos y no solo sentarnos a ver qué se nos ocurre. Es mejor planear algunos juegos, intercambios o hasta actividades que puedan distraernos de los malos momentos. 

Por ejemplo, todos los niños de la familia podrían presentar una muestra de talentos como cantar, tocar algún instrumento, hacer una pequeña obra de teatro, bailar, recitar una poesía  o cualquier cosa que se les ocurra. Al final todo es convivencia y diversión positiva, creando un ambiente de respeto y gusto por ver desenvolver a los hijos y sobrinos de la familia. Un «show» que agrada y divierte a todos. 

Los adultos podemos cantar, bailar, pedir posada, romper la piñata, y contarnos anécdotas positivas de los acontecimientos del año y dialogar sin discutir sobre nuestras diferencias. Es una ocasión para incrementar el fuego de nuestro hogar, para aumentar  lo positivo de la sangre que nos une. 

La tristeza por los que no están será parte del ambiente

Recordemos que muchos  familiares sienten una tristeza especial por los seres que ya no están, los que han fallecido y por los que no pueden asistir. Ese sentimiento es muy poderoso en este tipo de encuentros y hay que considerarlo para mantener un ambiente altamente positivo y de una gran calidad humana.

Lograremos que todos disfruten y fortaleceremos los lazos familiares si sabemos que el Amor de Dios nos une, nos reconforta y nos inyecta esperanza y una mayor paz interior. 

Si te esmeras en seguir estos pasos y practicarlos desde tu corazón y con la consciencia de que estamos festejando la unidad familiar con nuestro redentor, verás cómo podemos influir en la felicidad de cada uno de nosotros, de los asistentes y de tu familia. 

Dios es el invitado más importante a nuestras reuniones y festejos. Que se sienta su presencia amorosa y llena de bondad y misericordia, que todo lo que hagamos sea en su nombre y para su gloria. 

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Happy diverse family meeting each other at cozy home for celebrating Christmas or New Year

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