Iglesia en Acapulco, dedicada a la atención humanitaria y espiritual
La
Arquidiócesis de Acapulco ha volcado todos sus recursos humanos y materiales a
la atención de la emergencia provocada por el huracán “Manuel”, y se encuentra
totalmente dedicada a la atención humanitaria y espiritual de los hermanos que
sufren la pérdida de sus seres queridos y de sus bienes materiales.
Así
lo informo el P. Jesús Mendoza Zaragoza, responsable de la Pastoral Social de
dicha arquidiócesis, quien señaló que desde el primer momento el arzobispo
Carlos Garfias Merlos dispuso cancelar las actividades eclesiásticas para que
toda las estructuras de la Iglesia en Acapulco se ocuparan específicamente para
la atención de la población afectada.
En
ese sentido –dijo– se determinó que cada una de las parroquias que no sufrieron
daños se dedicara a socorrer a las parroquias y comunidades afectadas, tanto en
la ciudad como en las zonas rurales. Se abrieron cuatro centros de acopio, el
más grande en la nueva Catedral de Cristo Rey, y algunos templos se habilitaron
como albergues.
Agregó
que se estableció una dinámica para comenzar a distribuir la ayuda,
especialmente víveres, en los poblados más afectados, algunos de ellos aún se
encuentran incomunicados, especialmente en la costa, porque son terrenos bajos.
“Otra
línea es el acompañamiento espiritual: hemos buscado establecer mecanismos
pastorales para acercarnos a las familias que tuvieron algún tipo de pérdida.
Muchas de ellas se encuentran en los albergues de la ciudad o en el campo; les
hemos brindado acompañamiento espiritual para fortalecer su ánimo; les queremos
ayudar a superar las situaciones traumáticas a partir de la fe. También les
ofrecemos apoyo psicosocial para afrontar situaciones de crisis”, destacó el P.
Mendoza Zaragoza.
Informó
además que la Iglesia acapulqueña se preparara también para apoyar a los
damnificados en la etapa de reconstrucción, y para establecer una estrategia en
este sentido mañana jueves se reunirán los Obispos de la Provincia Eclesiástica
de Acapulco, que incluye a las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Ciudad
Altamirano y Tlapa.
Indicó
que se tiene pensado levantar un censo de daños, pérdidas de vidas humanas y
materiales, tanto en la ciudad como en el campo, para tener cifras más
objetivas y, de esa manera, prever respuestas pastorales e incidir en las
decisiones de las autoridades para que la ayuda llegue a todos de manera
transparente, así como apoyar a las comunidades afectadas para que gestionen
los subsidios del gobierno en cuanto a enseres domésticos, reubicación,
vivienda y pérdidas en el campo.
“Por
su parte, la Arquidiócesis de Acapulco se está planteando una estrategia para
desarrollar proyectos de construcción, analizando qué parroquias pueden asumir
esta responsabilidad y también la forma de gestionar fondos económicos para
ayudar a los afectados en la etapa que sigue a la emergencia”, enfatizó el
responsable de la Pastoral Social.
Respecto
a las necesidades inmediatas, señaló que miles de personas damnificadas siguen
requiriendo especialmente de víveres, artículos de limpieza personal y
herramientas para habilitar los hogares que están anegadas por el lodo.
Ayuda:
Donativos
en efectivo a la cuenta de Cáritas de la Arquidiócesis de Acapulco, A. C.
Cuenta: 65-50205369-7, Clabe: 014261655020536970, Banco Santander. Favor de
enviar copia de la ficha de depósito a: caritasacapulco@yahoo.com.mx
Teléfonos
para información:
Oficinas
de la Nueva Catedral: Teléfonos: 01744-4857879 y 01744-4869923
P.
Agapito Patricio, vicario de pastoral: Cel. 7441367499.
Correo:
agape2003@hotmail.com
P.
Jesús Mendoza Zaragoza, coordinador de la Pastoral Social:
Cel.
7442253345. Correo: jemeza52@hotmail.com
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.512921915448055.1073742
La
Arquidiócesis de Acapulco ha volcado todos sus recursos humanos y materiales a
la atención de la emergencia provocada por el huracán “Manuel”, y se encuentra
totalmente dedicada a la atención humanitaria y espiritual de los hermanos que
sufren la pérdida de sus seres queridos y de sus bienes materiales.
Así
lo informo el P. Jesús Mendoza Zaragoza, responsable de la Pastoral Social de
dicha arquidiócesis, quien señaló que desde el primer momento el arzobispo
Carlos Garfias Merlos dispuso cancelar las actividades eclesiásticas para que
toda las estructuras de la Iglesia en Acapulco se ocuparan específicamente para
la atención de la población afectada.
En
ese sentido –dijo– se determinó que cada una de las parroquias que no sufrieron
daños se dedicara a socorrer a las parroquias y comunidades afectadas, tanto en
la ciudad como en las zonas rurales. Se abrieron cuatro centros de acopio, el
más grande en la nueva Catedral de Cristo Rey, y algunos templos se habilitaron
como albergues.
Agregó
que se estableció una dinámica para comenzar a distribuir la ayuda,
especialmente víveres, en los poblados más afectados, algunos de ellos aún se
encuentran incomunicados, especialmente en la costa, porque son terrenos bajos.
“Otra
línea es el acompañamiento espiritual: hemos buscado establecer mecanismos
pastorales para acercarnos a las familias que tuvieron algún tipo de pérdida.
Muchas de ellas se encuentran en los albergues de la ciudad o en el campo; les
hemos brindado acompañamiento espiritual para fortalecer su ánimo; les queremos
ayudar a superar las situaciones traumáticas a partir de la fe. También les
ofrecemos apoyo psicosocial para afrontar situaciones de crisis”, destacó el P.
Mendoza Zaragoza.
Informó
además que la Iglesia acapulqueña se preparara también para apoyar a los
damnificados en la etapa de reconstrucción, y para establecer una estrategia en
este sentido mañana jueves se reunirán los Obispos de la Provincia Eclesiástica
de Acapulco, que incluye a las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Ciudad
Altamirano y Tlapa.
Indicó
que se tiene pensado levantar un censo de daños, pérdidas de vidas humanas y
materiales, tanto en la ciudad como en el campo, para tener cifras más
objetivas y, de esa manera, prever respuestas pastorales e incidir en las
decisiones de las autoridades para que la ayuda llegue a todos de manera
transparente, así como apoyar a las comunidades afectadas para que gestionen
los subsidios del gobierno en cuanto a enseres domésticos, reubicación,
vivienda y pérdidas en el campo.
“Por
su parte, la Arquidiócesis de Acapulco se está planteando una estrategia para
desarrollar proyectos de construcción, analizando qué parroquias pueden asumir
esta responsabilidad y también la forma de gestionar fondos económicos para
ayudar a los afectados en la etapa que sigue a la emergencia”, enfatizó el
responsable de la Pastoral Social.
Respecto
a las necesidades inmediatas, señaló que miles de personas damnificadas siguen
requiriendo especialmente de víveres, artículos de limpieza personal y
herramientas para habilitar los hogares que están anegadas por el lodo.
Ayuda:
Donativos
en efectivo a la cuenta de Cáritas de la Arquidiócesis de Acapulco, A. C.
Cuenta: 65-50205369-7, Clabe: 014261655020536970, Banco Santander. Favor de
enviar copia de la ficha de depósito a: caritasacapulco@yahoo.com.mx
Teléfonos
para información:
Oficinas
de la Nueva Catedral: Teléfonos: 01744-4857879 y 01744-4869923
P.
Agapito Patricio, vicario de pastoral: Cel. 7441367499.
Correo:
agape2003@hotmail.com
P.
Jesús Mendoza Zaragoza, coordinador de la Pastoral Social:
Cel.
7442253345. Correo: jemeza52@hotmail.com
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