Port au Prince – El Presidente haitiano Michel Martelly ha anunciado la formación de una Comisión “con personalidades con credibilidad y honestas” para estudiar las soluciones adecuadas para poner fin a la crisis. El anuncio ha sido hecho público el viernes 28 de noviembre, al terminar una jornada en la que miles de personas se han manifestado para pedir la dimisión del Presidente. Según la nota recibida en Fides por una fuente local, mientras todavía estaban teniendo lugar las protestas populares ante la sede del Gobierno, Martelly anunciaba en televisión: “el país está dividido, los problemas son numerosos y complicados, por ello he creado una comisión de consultas para desbloquear la crisis de forma definitiva”.
La comisión contará entre sus integrantes con un obispo de la Iglesia católica,un pastor y un obispo anglicano,dos ex-senadores, un abogado, un historiador, un sindicalista y un líder campesino. Dispondrá de ocho días para plantear propuestas al presidente para hallar una salida a la crisis política que vive el país.
El mandato del parlamento actual concluye el 12 de enero de 2015, y sin elecciones se crearía un vacío político, dejando la puerta abierta a que Martelly gobierne solo. Hace más de tres años que el presidente no logra organizar elecciones para renovar el parlamento y designar a gobernantes locales, determinando de esta forma una parálisis política y social del país, que todavía no se ha retomado de las consecuencias del devastador terremoto del 12 de enero de 2010.
La comisión contará entre sus integrantes con un obispo de la Iglesia católica,un pastor y un obispo anglicano,dos ex-senadores, un abogado, un historiador, un sindicalista y un líder campesino. Dispondrá de ocho días para plantear propuestas al presidente para hallar una salida a la crisis política que vive el país.
El mandato del parlamento actual concluye el 12 de enero de 2015, y sin elecciones se crearía un vacío político, dejando la puerta abierta a que Martelly gobierne solo. Hace más de tres años que el presidente no logra organizar elecciones para renovar el parlamento y designar a gobernantes locales, determinando de esta forma una parálisis política y social del país, que todavía no se ha retomado de las consecuencias del devastador terremoto del 12 de enero de 2010.
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