Zamboanga – “El Adviento es un tiempo de preparación para la venida de Jesús, el Emmanuel . Musulmanes y cristianos del movimiento para el diálogo 'Silsilah' siempre ponen de relieve, al inicio del Adviento, como también al comienzo del mes del Ramadán para los musulmanes, un mensaje especial para compartir la solidaridad y la amistad. Este signo de amistad y alegría ayuda a educar a nuestra gente a apreciar lo que es querido por los demás”: Así dice en un comunicado enviado a la Agencia Fides, el movimiento para el diálogo islámico-cristiano 'Silsilah', nacido en las Filipinas Sur por obra del misionero del PIME p. Sebastiano D'Ambra.
“El viaje del Papa Francisco a las Filipinas en 2015 - continúa el texto - es para nosotros otro evento que da alegría tanto a los cristianos como a los musulmanes. Los musulmanes respetan y aprecian al Papa como uno de los líderes mundiales de la paz. La preparación para la Navidad, pero también la visita del Papa, son un signo de esperanza en medio de la violencia que también se da en las Filipinas”.
El texto recuerda la carta escrita al Papa por un grupo de 138 intelectuales musulmanes en 2007 que decía: “Los cristianos y musulmanes juntos representan más de la mitad de la población mundial. Sin paz y justicia entre estas dos comunidades religiosas, no puede haber paz significativa en el mundo”.
El texto concluye: “Seguimos respetando y amando al prójimo, orando por los que, en nombre de su fe, oprimen y matan a otros. La visita del Papa a las Filipinas, en un espíritu de 'misericordia y compasión' hace de nuestra experiencia de diálogo una fuente de inspiración para muchos en los esfuerzos en curso para encontrar soluciones de paz en Mindanao y en muchas otras partes del mundo”.
“El viaje del Papa Francisco a las Filipinas en 2015 - continúa el texto - es para nosotros otro evento que da alegría tanto a los cristianos como a los musulmanes. Los musulmanes respetan y aprecian al Papa como uno de los líderes mundiales de la paz. La preparación para la Navidad, pero también la visita del Papa, son un signo de esperanza en medio de la violencia que también se da en las Filipinas”.
El texto recuerda la carta escrita al Papa por un grupo de 138 intelectuales musulmanes en 2007 que decía: “Los cristianos y musulmanes juntos representan más de la mitad de la población mundial. Sin paz y justicia entre estas dos comunidades religiosas, no puede haber paz significativa en el mundo”.
El texto concluye: “Seguimos respetando y amando al prójimo, orando por los que, en nombre de su fe, oprimen y matan a otros. La visita del Papa a las Filipinas, en un espíritu de 'misericordia y compasión' hace de nuestra experiencia de diálogo una fuente de inspiración para muchos en los esfuerzos en curso para encontrar soluciones de paz en Mindanao y en muchas otras partes del mundo”.
Publicar un comentario