El reto de hoy es que tu oración sea en forma de beso

He de confesar que soy de esas personas que le dan besos a las imágenes, a las estampas, a las medallas y, por supuesto, al Niño Jesús. A veces me dicen que parezco una abuela dando tanto beso, pero los niños y los ancianos (que son los que no tienen imagen), expresan su fe en forma de beso, y a mí eso me encanta.

Para mí cada beso es un impulso del corazón, es una oración dándole gracias, es un gesto de amor ante tanto amor que recibo por parte de Cristo, de la Virgen, de los santos.

Hoy te invito a que, si eres de los que no dan besos, pues que hoy sueltes un poco tu corazón, ya que, a veces, por cultura, por educación, por heridas o miedos, no nos atrevemos a manifestar nuestra fe en forma de cariño, de beso, de abrazo, de poesía.

Por eso, hoy coge al Niño Jesús entre tus manos y dale un beso. Bueno, uno o los que quieras, eso depende de cada cual, pero que en cada beso se manifieste que todo tu ser se postra en Adoración ante el Dios hecho Niño.

Ayer cogí al Niño Jesús en mis brazos, lo besé, lo abracé y le dije que le quería. No había mucho más que decir, sólo mirarle y mirarle, y cada beso era un grito de gratitud. Si Dios se ha hecho hombre es para que le puedas besar, abrazar, entender y enamorarte de Él.

El reto del amor de hoy es que todos tus besos sean oración.

VIVE DE CRISTO