“Son las familias las que con su lealtad ganarán la batalla al SIDA o aumentarán la propagación. El Sínodo de la Familia aquí encuentra una gran necesidad de compromiso”, subraya el misionero monfortino P. Piergiorgio Gamba en declaraciones a la agencia vaticana Fides.
Desde Malawi en donde sirve hace décadas, este sacerdote explica que ese país africano “sin el SIDA sería diferente: sin huérfanos, ni hospitales llenos hasta el punto de no poder curar a los enfermos, pero sobre todo con una generación de ciudadanos capaces de contribuir al bienestar del país”.
El P. Gamba dice luego que “el objetivo principal de muchas discusiones y planificación es el ‘Getting to Zero’, indicando la dirección que se desea seguir: no más infecciones, no más muertes a causa del SIDA, no más discriminación”.
“Desde 1985, cuando se registró el primer caso de SIDA en el país, la situación ha cambiado y sin duda los servicio de asistencia han mejorado. Peor esta lucha por desgracia no sólo no ha terminado, sino que todavía está en curso”, continúa el P. Gamba.
La Comisión católica de Salud, en nombre de los obispos de Malawi, ha hecho un balance de la situación sobre la propagación del SIDA: el 10,3 por ciento de la población de Malawi es VIH positiva, que en el pasado era el 16 por ciento.
Hay además 1,1 millones de personas VIH-positivas, de las cuales 170.000 son niños; en 2013, 48.000 personas murieron a causa del SIDA (170 muertes por día); los huérfanos a causa de esta enfermedad son 790.000.
“Aunque consuela la disminución del porcentaje de VIH positivos entre los niños (gracias a la gran campaña de prevención); y que el número de muertes está disminuyendo; así como que el 83 por ciento de los seropositivos reciben medicamentos antirretrovirales (frente al 63 por ciento en el pasado), el 80 por ciento de la transmisión del VIH se produce dentro de la familia con una relación estable. Pero entre los jóvenes la propagación del VIH está aumentando y más de la mitad de las mujeres VIH-positivas tienen de 15 años en adelante”, explica el misionero.
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