, 13 Ago. 18 (ACI Prensa).- Más de 50.000 fieles festejaron a San Lorenzo, diácono mártir, en el pueblo de Tarapacá, ubicado a 1350 metros de altura en la pampa chilena.
Si bien la fiesta principal de San Lorenzo fue el 10 de agosto, cientos de familias comenzaron a pernoctar en la quebrada desde fines de julio y de esta forma preparar la celebración de quien consideran patrono de los diáconos, mineros y conductores.
Pueblo de #Tarapacá ya se prepara para la Gran Fiesta de #SanLorenzo2018 @iglesiaiquique pic.twitter.com/lWQUM41nFS
— Obispado de Iquique (@iglesiaiquique) 7 de agosto de 2018El 5 de agosto comenzaron los homenajes en forma oficial con la participación de 38 sociedades de bailes religiosos provenientes de todo el norte del país, la novena y Misas diarias.
El lema de la fiesta fue “Con Lorenzo servidor, del pueblo protector, escuchamos y anunciamos a Cristo Salvador”.
El 10 de agosto se realizó una Misa presidida por el Obispo de Iquique, Mons. Guillermo Vera, acompañado de sacerdotes y diáconos. La homilía se centró en el Congreso Eucarístico Nacional, un tiempo especial que vive la Iglesia de Chile.
“La Iglesia que camina en Chile, nos ha invitado a profundizar en el misterio grande de la Eucaristía, ese Dios que se hace pan, que se hace alimento. No hay nada más grande y sencillo que un pan, porque al tenerlo pareciera que lo tenemos todo”, dijo Mons. Vera.
“Es un mensaje que nos dice que en algo tan pequeño, se hace presente toda la grandeza y el poder de Dios, es por ello que los invitó a valorar las grandezas de las cosas pequeñas, de lo sencillo, porque es ahí donde veremos realmente el amor de nuestro Padre", agregó.
Las imágenes de La Virgen de Candelario, Cristo Resucitado y San Lorenzo, dieron inicio a la procesión del 10 de Agosto en el Pueblo de Tarapacá #FiestaDeSanLorenzo2018 pic.twitter.com/fmDpQDVRGJ
— Obispado de Iquique (@iglesiaiquique) 10 de agosto de 2018Luego de la Misa, los devotos participaron de la tradicional procesión por las calles del pueblo, encabezada por las imágenes de Cristo Resucitado, Nuestra Señora de la Candelaria y San Lorenzo.
Cada imagen fue saludada con vítores, cantos, campanas, globos y serpentinas mientras las calles se teñían de rojo y amarillo.
A eso de las 10:00 a.m., las imágenes regresaron al Santuario de San Lorenzo de Tarapacá donde algunos danzantes de los bailes religiosos entregaron su vestimenta como ofrenda al santo mártir y como signo de término de su labor en los bailes.
También, los devotos recibieron la bendición con la reliquia de San Lorenzo traída desde España y de esta forma se dio por finalizada una de las fiestas populares más grandes del norte de Chile.
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