Este 25 de septiembre el Papa Francisco recibió, en el Vaticano, a una delegación del Centro de Investigación y Formación para la Protección de Menores
«Cómo cambiaría el mundo si nos convenciéramos por dentro de que cada pequeño que encontramos es un reflejo del rostro de Dios», dijo el Papa al recibir en el Vaticano, el 25 de septiembre de 2023, a una delegación del Centro de Investigación y Formación para la Protección de Menores (Ceprome). El Papa invitó a los que participan en la lucha contra los abusos de menores en el seno de la Iglesia a poner su experiencia al servicio de toda la sociedad. También advirtió contra el desarrollo de la pornografía infantil.
Ceprome reúne a expertos de varios países latinoamericanos para prevenir el fenómeno de los abusos sexuales a niños, adolescentes y personas vulnerables en el seno de la Iglesia católica. Fundado en 2016, este organismo multidisciplinar organiza cursos de formación, convenciones en universidades, acompañamiento y diagnóstico psicológico y apoyo institucional para hacer de las instituciones eclesiales «un hogar seguro» para niños y jóvenes. «Seguid luchando», exhortó Francisco en su discurso en español.
Haciendo referencia a las palabras de Jesús en el capítulo 25 del Evangelio según San Mateo – «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos hermanos míos más pequeños, conmigo lo hicisteis»-, el Papa Francisco describió la lucha contra el abuso infantil como una batalla espiritual, a imitación de Cristo.
El Papa Francisco señaló que la fecha del 25 de septiembre coincide con «la memoria de un niño mártir», el Santo Niño de La Guardia, torturado y asesinado en 1489 y venerado en un pequeño santuario en España. Subrayó que «la tragedia de este niño se identifica con la del mismo Jesús», y que en sus representaciones «aparece vestido como el Señor, caminando hacia el Calvario, sufriendo su misma Pasión».
El Papa invitó a «ver en el sufrimiento de cada niño, de cada persona vulnerable, una huella del velo con el que la Verónica enjugó el rostro de Cristo». Al tiempo que señalaba que los abusos cometidos en el seno de la Iglesia son solo «el reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad», el Papa se felicitó por el cambio de rumbo que se ha producido desde la década de 2000, rindiendo un sentido homenaje al cardenal O’Malley, arzobispo de Boston desde 2003, que ha presidido la Pontificia Comisión para la Protección de Menores desde su creación en 2014.
Apoyo al cardenal O’Malley
El Papa subrayó que se había producido un cambio profundo gracias a «pastores proféticos, un cardenal, que fue capaz de agarrar una ‘patata caliente’, como era Boston en aquel momento, y seguir adelante, sin preocuparse por el dinero, sino por las personas y los niños que habían sido heridos». Esta muestra de apoyo es una importante señal política del Papa, en un momento en que la labor del cardenal O’Malley al frente de la Comisión Pontificia ha sido objeto de críticas, en particular por parte del padre Hans Zollner, que se ha retirado.
El Papa Francisco expresó su deseo de que «los pasos y los logros de la Iglesia puedan ser vistos como un trabajo significativo para la sociedad», esperando que la Iglesia pueda así animar a otras instituciones a promover esta «cultura del cuidado».
Invitó a no conformarse con la «pura aplicación de protocolos», sino a ponerse bajo la mirada de Jesús. Citó el ejemplo de la confianza de Santa Teresa del Niño Jesús en la conversión de «los pecadores más desafortunados y desesperados».
El Papa llamó particularmente la atención sobre el fenómeno de la pornografía infantil, señalando que «estos niños que son filmados son víctimas sofisticadas de esta sociedad de consumo», como parte de un «crimen que es accesible a todos a través de su pequeño teléfono». El Papa pidió que se preste especial atención a esta cuestión, que «le preocupa mucho».
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