(Agencias/InfoCatólica) «Este tribunal sostiene que los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobre los del nasciturus (el que ha de nacer) ni viceversa; asimismo, que existe un impedimento absoluto para autorizar la práctica de un aborto por contrariar la protección constitucional que se otorga a la persona humana 'desde el momento de la concepción'», destaca la sentencia, dictada ayer.
Los magistrados Belarmino Jaime, Salomón Padilla y Sidney Blanco, votaron en mayoría por rechazar la solicitud del aborto, el magistrado Florentín Meléndez votó en minoría por avalar el aborto, mientras que Rodolfo González se abstuvo.
Además los magistrados concluyen, que si los médicos hubieran practicado un aborto para salvarle la vida a Beatriz no se hubiera considera un delito, debido a que corresponde estrictamente a un procedimiento médico, por lo que fue un error solicitar un amparo para abortar, cuando se debió solicitar un respaldo jurídico para que los doctores actuaran conforme a lo que establece la medicina.
Según el fallo de la Sala de lo Constitucional, publicado en la cuenta de esta institución en la red social Twitter, 'Beatriz', nombre ficticio de la solicitante, tiene que continuar con su embarazo. «La Sala desestimó la demanda de amparo presentada por la señora B.C.», enfatizó el Supremo a través de un comunicado.
La sentencia revalida el fallo emitido hace algunos días por el Instituto de Medicina Legal (IML) de El Salvador, en el que los expertos en salud aseguraron que «no hay una razón médica para suspender el embarazo» de la joven.
Los magistrados desestimaron la demanda, pero incluyeron una consideración: reconocieron que la condición de salud de Beatriz es estable, pero que este no es un estado permanente, por lo que ordenaron a las autoridades sanitarias continuar monitorizando la condición de la demandante y brindarle el tratamiento «que en cada momento resulte idóneo para su condición médica».
«Beatriz» o B.C. es una mujer de 22 años que solicitó el 11 de abril pasado a la Sala de lo Constitucional interrumpir su embarazo porque padece lupus y una enfermedad renal. Su bebé, además, es anencefálico (no tiene cerebro).
De dos a ocho años de cárcel
La solicitud de «Beatriz» reavivó el debate del aborto en El Salvador, donde desde 1998 es penalizado en todas sus formas. De realizarse, tanto Beatriz como los médicos serian detenidos y juzgados. De encontrarlos culpables podría ser enviados a la cárcel de dos a ocho años.
El Salvador es uno de los cinco países de Hispanoamérica, junto a Nicaragua, Honduras, República Dominicana y Chile, que prohíben el aborto de manera absoluta.
Organizaciones promotoras del aborto en el mundo, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, realizaron una fuerte presión sobre la joven y sobre la justicia del país, intentando abrir una puerta a la legalización del aborto en El Salvador.
«El Estado salvadoreño será el responsable si algo le llega a ocurrir a Beatriz a causa del embarazo de alto riesgo que padece, están jugando y atropellando el derecho a la vida que tiene una mujer», consideró Ima Guirola de la asociación Cemujer.
En tanto, la presidenta de la fundación Sí a la Vida, Regina Cardenal, celebró como «un triunfo de la vida sobre la muerte» la decisión, pues con ella «se sienta nuevamente un precedente de que en nuestra sociedad se debe privilegiar el derecho constitucional, que la vida existe desde el momento de su concepción».
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