ROMA, 22 Nov. 14 (ACI/EWTN Noticias).- Desde el Vaticano, la experta argentina en Derecho de Familia y Derecho Sucesorio de la Universidad Católica de Buenos Aires, Ursula Basset, apuesta por la unidad familiar para reconstruir el tejido social y superar la “era de soledades” que atraviesa el mundo.
La experta compartió sus inquietudes en el Congreso Internacional “Humanum”, una iniciativa promovida por la Congregación para la Doctrina de la Fe y dedicada la complementariedad entre el hombre y la mujer que se celebra en el Vaticano del 17 al 19 de noviembre, reuniendo a líderes de diversas religiones y académicos de todo el mundo.
“Vivimos en una era de soledades y de sufrimientos enormes, y esta idea que impera en este siglo, de la autonomía, de la individualidad ha generado más y más soledad, necesitamos volver a tejer los vínculos sociales a través de una familia, para lo cual necesitamos integrar el ‘pasado’ a través de los ancestros, los abuelos, los tatarabuelos, ‘futuro’, a través de los hijos, de los nietos, y eso solo es posible a través de la complementariedad sexual de uniones que sean estables en el matrimonio”, explicó Basset en declaraciones a ACI Prensa/EWTN Noticias el 18 de noviembre en el Vaticano.
La experta dirige en Buenos Aires un Centro de Investigaciones en Derecho Familiar donde “tratamos de ver el rostro de las personas que sufren y acompañarlas a partir del derecho con soluciones jurídicas que sean acordes a su situación”.
“Me inquietan los cambios de paradigmas que se presentan en el ámbito de la alianza del matrimonio, de las uniones semejantes, y de la filiación. Por primera vez en la historia, como consecuencia de las separación que se produjo entre la alianza y la filiación a través de las técnicas contraceptivas que han creado dos mundos totalmente diversos. Por un lado el mundo de los adultos y su esfera de autodeterminación y por otro lado la idea de la filiación, totalmente separada de la alianza, porque antes la unión implicaba la posibilidad de un hijo. Hoy los niños están exiliados de la esfera del amor adulto y esto es una gran pérdida desde el punto de vista social”, remarcó.
Basset considera que el principal problema nace de la inestabilidad de las parejas y el aislamiento entre padres e hijos. “La filiación se construye a partir del matrimonio. De la madre por el parto, y con el parto la paternidad por presunciones. Roto este esquema, los niños han quedado sueltos en el derecho, girando. Si a eso le sumas las técnicas de procreación asistida, hoy día los niños son niños sin padres, porque son engendrados sin el intercambio físico afectivo y presencial de los padres, son desprovistos de los padres por la inestabilidad de las parejas donde los hijos quedan fluctuantes entre dos adultos que a su vez rehacen sus vidas, y donde la referencia materna y paterna cada vez desaparece más”, concluyó.
Basset compartió esta reflexión en el congreso que reúne a más de 350 expertos para profundizar en el destino de la humanidad y el sentido del matrimonio, y que inauguró el Papa Francisco el pasado lunes.
Las reuniones concluirán con la intervención del Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, próximo anfitrión del Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en dicha ciudad en septiembre de 2015 y en la que participará el Pontífice argentino.
La experta compartió sus inquietudes en el Congreso Internacional “Humanum”, una iniciativa promovida por la Congregación para la Doctrina de la Fe y dedicada la complementariedad entre el hombre y la mujer que se celebra en el Vaticano del 17 al 19 de noviembre, reuniendo a líderes de diversas religiones y académicos de todo el mundo.
“Vivimos en una era de soledades y de sufrimientos enormes, y esta idea que impera en este siglo, de la autonomía, de la individualidad ha generado más y más soledad, necesitamos volver a tejer los vínculos sociales a través de una familia, para lo cual necesitamos integrar el ‘pasado’ a través de los ancestros, los abuelos, los tatarabuelos, ‘futuro’, a través de los hijos, de los nietos, y eso solo es posible a través de la complementariedad sexual de uniones que sean estables en el matrimonio”, explicó Basset en declaraciones a ACI Prensa/EWTN Noticias el 18 de noviembre en el Vaticano.
La experta dirige en Buenos Aires un Centro de Investigaciones en Derecho Familiar donde “tratamos de ver el rostro de las personas que sufren y acompañarlas a partir del derecho con soluciones jurídicas que sean acordes a su situación”.
“Me inquietan los cambios de paradigmas que se presentan en el ámbito de la alianza del matrimonio, de las uniones semejantes, y de la filiación. Por primera vez en la historia, como consecuencia de las separación que se produjo entre la alianza y la filiación a través de las técnicas contraceptivas que han creado dos mundos totalmente diversos. Por un lado el mundo de los adultos y su esfera de autodeterminación y por otro lado la idea de la filiación, totalmente separada de la alianza, porque antes la unión implicaba la posibilidad de un hijo. Hoy los niños están exiliados de la esfera del amor adulto y esto es una gran pérdida desde el punto de vista social”, remarcó.
Basset considera que el principal problema nace de la inestabilidad de las parejas y el aislamiento entre padres e hijos. “La filiación se construye a partir del matrimonio. De la madre por el parto, y con el parto la paternidad por presunciones. Roto este esquema, los niños han quedado sueltos en el derecho, girando. Si a eso le sumas las técnicas de procreación asistida, hoy día los niños son niños sin padres, porque son engendrados sin el intercambio físico afectivo y presencial de los padres, son desprovistos de los padres por la inestabilidad de las parejas donde los hijos quedan fluctuantes entre dos adultos que a su vez rehacen sus vidas, y donde la referencia materna y paterna cada vez desaparece más”, concluyó.
Basset compartió esta reflexión en el congreso que reúne a más de 350 expertos para profundizar en el destino de la humanidad y el sentido del matrimonio, y que inauguró el Papa Francisco el pasado lunes.
Las reuniones concluirán con la intervención del Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, próximo anfitrión del Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en dicha ciudad en septiembre de 2015 y en la que participará el Pontífice argentino.
Publicar un comentario