Fallecen 18 personas, entre ellas un sacerdote
Tras un periodo de relativa tranquilidad en la República Centroafricana, el pasado día 28 por la tarde volvieron los ataques. Un grupo de hombres armados atacaron con granadas la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en la periferia de Bangui, capital del país. El ataque se cobró la vida de al menos 18 personas, entre los cuales un sacerdote, el padre Paul-Emile Nzale, de 76 años.
30/05/14 5:13 PM | Imprimir | Enviar
(Zenit/InfoCatólica) El asalto fue cometido por personas que no hablaban ni francés ni el sango, lengua local. Lo ha afirmado monseñor Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, en declaraciones a la agencia Fides. Según fuentes de dicha agencia, al menos 42 personas fueron secuestradas y fueron encontradas más tarde. Aunque monseñor Nzapalainga no puede confirmar la noticia.
«Los supervivientes al ataque que he podido ver, me han dicho que han sido secuestradas algunas personas, pero sobre su situación las noticias son contradictorias: algunos afirman que han sido asesinados, otros que aún están vivos», afirma el arzobispo.
El atentado ha elevado la tensión en la capital. «La ciudad está completamente paralizada. Se estaba realizando una manifestación para pedir las dimisiones del gobierno provisional y ha sido dispersada por los militares. La tensión está en el aire y no se sabe que podrá suceder», indica monseñor Nzapalainga.
Yihadistas extranjeros
El asalto a la iglesia de «Nuestra Señora de Fátima» fue realizado por yihadistas extranjeros que tienen ahora como rehenes a la población musulma del barrio «Km 5» de Bangui, según fuentes de la agenica Fides.
Por su parte, el sacerdote centroafricano don Mathieu Bondobo,actualmente en Roma, explica a Radio Vaticana: «Al inicio nos hemos comprometido mucho en decir que este conflicto es político, no es interreligioso; pero el hecho de atacar así una parroquia, de forma intencionada, nos da miedo por que es un dato fuerte para decir que el conflicto se está convirtiendo cada vez más interreligioso».
Asimismo, el sacerdote advierte que «esto nos ayuda también a decir que nosotros, creyentes, debemos abrir los ojos para no ser manipulados por los políticos, porque basta muy poco para caer en esta trampa!»
Además, don Bondobo explica que en este país siempre han cohabitado distintas confesiones religiosas y no es que ahora deba comenzar una guerra. Pero, advierte nuevamente que «debemos estar preparados y vigilantes para evitar estas tramas. Repito, con lo que ha sucedido, basta poco para que nazca de nuevo la venganza en el corazón de las personas».
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