Según su informe difundido este 28 de diciembre, durante el año fueron asesinados 13 sacerdotes, un religioso, una religiosa y 8 laicos.
A nivel continental, en América fueron muertos 8 sacerdotes, un religioso y dos laicos; en África asesinaron a 4 sacerdotes, una religiosa y cinco laicos; y en Asia mataron a un sacerdote y un laico.
En un comunicado se explicó que a lista anual de Fides “no se refiere sólo a los misioneros 'ad gentes' en sentido estricto, sino que trata de registrar a todos los agentes pastorales fallecidos de forma violenta, sin que se trate expresamente por ‘odio a la fe’”.
“Por ello preferimos no utilizar el término ‘mártires’, si no sólo en su sentido etimológico de ‘testigos’ para no entrar en el juicio que la Iglesia podrá dar sobre algunos de ellos de forma eventual, y que de igual modo tratamos de documentar en este mismo contexto anual”, indicó.
América
De acuerdo a Fides, en América el país más peligroso ha sido México, donde fueron asesinados el P. Joaquín Hernández Sifuentes, desaparecido el 3 de enero y encontrado unos días después; el P. Felipe Carrillo Altamirano, asesinado el 26 de marzo aparentemente por robo; el P. Luis López Villa, asesinado el 5 de julio en su parroquia; y el P. José Miguel Machorro, quien murió el 3 de agosto a causa de las puñaladas que recibió el 15 de mayo en la Catedral de México.
En Bolivia fue asesinada la voluntaria polaca Helena Agnieszka Kmiec. La joven pertenecía al Voluntariado Misionero Salvatoriano y murió el 24 de enero en un intento de robo.
En Venezuela el religioso franciscano Diego Bedoya fue encontrado muerto en la madrugada del 10 de abril, asesinado durante un secuestro.
En Colombia fue asesinado el 27 de julio en su parroquia el P. Diomer Eliver Chavarría Pérez. El 3 de octubre fue muerto el P. Abelardo Antonio Muñoz Sánchez durante un intento de robo.
En Brasil fue asesinado el P. Pedro Gomes Bezerra. Su cuerpo fue encontrado en la casa canónica la mañana del 24 de agosto.
En Argentina asesinaron el 23 de agosto al laico Ricardo Luna, que era guardián de la parroquia. En Haití fue muerto el P. Joseph Simoly el pasado 21 de diciembre durante un intento de robo.
Otros casos
La agencia vaticana indicó que en la lista de los agentes pastorales asesinados en el año 2017 no figura el Obispo de Bafia (Camerún), Mons. Jean-Marie Benoit Bala, cuyo cuerpo fue encontrado en las aguas del río Sanaga el 2 de junio.
La Conferencia Episcopal de Camerún denunció que se trató de un “brutal asesinato” y rechazó la teoría del suicidio. Sin embargo, el Procurador General ante la Corte de Apelación dijo tras concluir las investigaciones que “el ahogamiento era la causa más probable de la muerte del obispo”, por lo que no se trataría de homicidio sino de suicidio. Pocos días después los obispos reiteraron su posición.
En la lista tampoco aparece el sacerdote venezolano José Luis Arismendi, de 35 años, fallecido en la mañana del Sábado Santo, 15 de abril, “por falta de medicamentos”. “A pesar de no haber sido asesinado a manos de nadie en concreto, este sacerdote puede representar a los muchos venezolanos fallecidos por falta de medicinas, de comida y de asistencia como consecuencia de la grave crisis política y social atravesada por el país”, señaló Fides.
“También hay que señalar a los dos agentes de la Cruz Roja Internacional (CICR), Lukudu Kennedy Laki Emmanuel, asesinados el 8 de septiembre en Sudán del Sur durante una emboscada a un convoy que transportaba ayudas humanitarias y la fisioterapeuta española Lorena Enebral Perez, asesinada el 11 de septiembre en el centro de rehabilitación en el que trabajaba, en Mazar-e-Sharif, como una representante de todos los que desde los diferentes continentes, se prodigan con sacrificio para aliviar los sufrimientos de la población”, indicó Fides.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 24 de octubre de 2017
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