CHILE VA POR MAS ABORTO
Sigue la táctica conocida: luego de la despenalización
se pretende la legalización –aborto libre y como derecho-.
Por
Carlos Alvarez Cozzi
El 26 de julio ppdo, la Agencia ACI de
noticias, informó que “A menos de un año de que el aborto fue despenalizado
bajo tres causales en Chile, un grupo de parlamentarios y el colectivo “Aborto
Legal y Seguro” anunciaron que pronto presentarán un proyecto para liberalizar
esta práctica.”
El anuncio fue hecho ayer 25 de julio y según sus promotores se reunieron
más de mil firmas para que el aborto se pueda realizar sin restricciones hasta
la semana 14 de gestación.
La actual ley del aborto fue promulgada el 14 de septiembre de 2017 por la
entonces presidenta Michelle Bachelet, agrega la Agencia de Noticias.
Y la misma recuerda que
esta ley permite el aborto en el caso de violación hasta las 12 semanas de
gestación, y hasta las 14 semanas si la madre es menor de 14 años.
La ley vigente, al igual que la de 2012 que rige en Uruguay y el proyecto que
tiene media sanción en Argentina, no contempla límite de tiempo para las
causales de riesgo de vida de la madre e “inviabilidad fetal”, es decir, cuando
el “embrión o feto padezca una alteración estructural congénita o genética de
carácter letal”.
Sobre la pronta presentación de este proyecto, la ministra de la Mujer y la
Equidad de Género, Isabel Plá, respondió que la postura a favor de la vida del Gobierno del presidente Sebastián
Piñera es “invariable” aunque existe la disposición de escuchar la propuesta.
El anuncio del proyecto de aborto libre fue seguido por una marcha masiva
en Santiago.
Las participantes utilizaron los pañuelos verdes, prenda que comenzó a usar
el colectivo abortista en Argentina en medio del debate del aborto, agrega la
fuente.
Al finalizar la marcha, un grupo de desconocidos encendió unas barricadas,
lo que obligó a actuar a los carabineros. Producto del enfrentamiento
resultaron tres mujeres y un comandante con heridas cortopunzantes.
Advertimos que se cumple lo que tantas veces denunciamos los pro vida.
Primero se pide la despenalización del aborto por ciertas causales. Así fue originalmente
en algunos países europeos hace algunas décadas: los casos de España e Italia,
entre otros.
Luego la agenda del lobby abortista va por más: entonces pide la
liberalización total del crimen del aborto. Y lo conceptúa legalmente como un
derecho exigible frente al Estado. También esto ha sucedido en varios Estados y
como no podría ser de otra manera, el turno ahora es de Chile.
Es la técnica descrita en la Ventana de Overton. (http://www.forumlibertas.com/la-ventana-overton-aborto/)
Decíamos en el artículo citado: En la
última etapa de esa técnica sucede esto: “Quinta etapa: de los popular a lo
político”.
“Es la
culminación del proceso. Se ha consolidado todo lo anterior y el Estado
permisivo legisla “a piacere” de los grupos radicales feministas, autorizando
un aborto libre, sin requisito alguno más que la sola voluntad de la mujer, sin
tener que alegar causal alguna. Es la etapa en la que se encuentran ya
lamentablemente, muchos ordenamientos jurídicos del mundo.
Y ¿por
qué decimos lamentablemente? Porque parece que nadie se ha percatado que el
embrión y el feto son de la raza humana, son seres humanos que además están
indefensos en un lugar supuestamente seguro como es el vientre de su madre y
además son eliminados con premeditación y muchas veces con alevosía. El
argumento de que el feto no siente la cureta o la inyección letal es falso y
además aunque fuera cierto, que no lo es, con ese falso argumento se podría
matar a cualquier ser humano bastando que se le diera antes una anestesia. La
cuestión no pasa por sentir o no sentir. El tema es la dignidad intrínseca de
todo ser humano a que sean respetados sus derechos como tales, a vivir y a
nacer, según las Convenciones universales de Derechos Humanos y lo dispuesto
por la gran mayoría de las Constituciones del mundo: el Estado debe proteger la
vida naciente.”
Similar secuencia ha seguido el lobby LBGTIQ primero solicitando las
uniones homosexuales, como uniones civiles o como conbubinarias, hasta llegar al mal llamado “matrimonio
homosexual”, exigido como derecho.
Y los ya conocidos organismos internacionales y ONGs que financian a todos
estos colectivos, hacen a su vez la tarea de financiamiento y de presión a los
gobiernos que se resisten a aprobar tales leyes, condicionando el otorgamiento
de préstamos o asistencia internacional.
Quedan aún países ejemplares que se siguen resistiendo como Polonia y
Hungría en Europa o Paraguay y Perú en América del Sur.
Pero el chantaje es el habitual y conocido y va en aumento.
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