Con motivo del Día de África, celebrado el 25 de mayo explican su trabajo con los más pobres de Addis Abeba (Etiopía). En este lugar se congregan muchos de los discapacitados del país africano: “Cualquiera que camine por las calles de la ciudad africana puede verlos mostrando sus deformaciones y jugándose la vida entre el caos del tráfico, sacudiendo las escudillas en las que tintinean olas pocas monedas que reciben”.
“Las puertas de las iglesias y de los edificios principales son también un lugar de reunión para estas personas, entre las que no es difícil distinguir a los ciegos que suplen el bastón, tan difícil de conseguir por pequeño lazarillo”, explican desde Manos Unidas.
En el barrio de Mekenisa viven 15.000 personas huyendo de la pobreza. Pobreza que causa estas discapacidades que marginan a quienes la padecen: “ceguera y otras enfermedades de la vista producidas por la falta de higiene y la malnutrición, amputaciones por las minas antipersona, polio, accidentes laborales…”
Para prestar apoyo social e impartir formación a estos discapacitados en Addis Abeba, Manos Unidas se unió a Wondimu Asfaw, invidente de enorme figura y gran corazón, y a otra serie de personas con discapacidad y fundarun SALU (Self Help Blind and Handicapped Association.
En esta asociación se imparten cursos de confección de escobas y cepillos, de artículos de madera y metal, de cestería, de prendas de punto y costura y de la cría de gallinas y otros animales. “Muchas de las personas que se han formado en la asociación han montado su propio negocio y pueden mantener a sus familias con los ingresos”, explican desde Manos Unidas: “Otras han encontrado trabajo remunerado en una empresa o en una fábrica”. Todos ellos luchan por que la discapacidad no condiciones sus vidas y para saberse capaz de superarlo y hacerlo posible.
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