Dakar (Agencia Fides) – El naufragio del transbordador Joola, que ocurrió el 26 de septiembre de 2002, “nos muestra todavía hoy nuestros pecados de negligencia, de falta de sentido de la responsabilidad, de fatalismo”, ha dicho Mons. Alphonse Seck, Vicario General de Dakar, en la homilía de la Misa por el eterno descanso de las víctimas del accidente de hace 12 años. El ferry, sobrecargado de personas, volcó en la ruta de Ziguinchor, en Casamance, la capital de Senegal, Dakar. Se considera el segundo desastre naval más grande en tiempos de paz.
Mons. Seck ha subrayado que “las víctimas oficialmente fueron 1863” lo que sugiere que las proporciones de la tragedia fueron incluso más amplias. “La tragedia del Joola”, ha remarcado el vicario general se deriva “de la avaricia en la búsqueda de sus propios intereses en detrimento del interés general, de la ligereza y de la indisciplina”.
Desafortunadamente, ha denunciado el sacerdote, los trágicos acontecimientos de hace 12 años no nos han enseñado nada, porque “la sobrecarga de los medios de transporte es aún visible en todas partes, como si hubiéramos elegido el partido de la muerte y no el de la vida”. “La vida humana, hay que recordar esto, es sagrada, la nuestra como la de los demás, ya que la recibimos de Dios, y tenemos la responsabilidad de preservarla”. (L.M.) (Agencia Fides 29/9/2014)
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