Algunos dicen que en política todo vale y múltiples son los casos que han salido a la luz de juego sucio, descalificación entre candidatos contrincantes, financiaciones ilegales de partidos o invención de datos para tener un mejor currículum de cara a los electores. Lo cuenta Alfred López en Cuadernos de Historias, un blog en Yahoo.
Se cumple el 30 aniversario de un sorprendente hecho que sacudió unas elecciones locales en Oregón, EEUU, en noviembre de 1984 y en el que tuvo lugar un ataque bioterrorista que afectó a 751 personas que fueron intoxicadas con agua y alimentos contaminados con la salmonella. Afortunadamente de todas ellas tan solo 45 tuvieron que ser hospitalizadas y ninguna falleció a consecuencia del acto terrorista.
Curiosa era la identidad de los autores materiales: el movimiento rajnishe, seguidores del líder místico indio Bhagwan Shri Rajnísh ‘Osho’, más cercanos a ser una peligrosa secta que una comunidad basada en la espiritualidad.
Pero mucho más sorprendente fue el motivo por el que lo realizaron: incapacitar al mayor número posible de votantes de la población de The Dalles, en Oregon, y así evitar que acudiesen a las urnas, con el fin de ser los más de 5.000 miembros del movimiento rajnishe quienes votasen y salir elegidos con mayoría los representantes que ellos presentaban.
Toda una estrategia milimétricamente pensada con el propósito de ir alcanzando cada vez más poder. Porque en realidad no se trataba de una pequeña comuna de seguidores. Para 1984 ya llevaban cuatro años instalados en lo que era conocido como Rajnishpuram, una ciudad controlada totalmente por ellos en el condado de Wasco.
Lo que había comenzado siendo como un pequeño grupo místico instalado al noroeste del país se convirtió en poco tiempo en una próspera y multitudinaria comunidad cuyo poder e influencia iba en aumento. Las elecciones de noviembre del ‘84 eran un trampolín perfecto para conseguir tener dos representantes (de los tres que había) en el distrito judicial del condado y con ello controlar todas las decisiones administrativas, teniendo el control absoluto.
En un principio la táctica era que las miles de personas que vivían en aquella comunidad, que superaban con creces a los habitantes de las poblaciones lindantes, irían a votar y lo harían por los candidatos presentados por los rajnishe, pero desde las oficinas del condado de Wasco se enteraron que la inmensa mayoría de esos habitantes de la comunidad se acababan de instalar y para evitar fraudes electorales se dictó una norma que exigía un tiempo mínimo de empadronamiento a los electores, algo que provocó que tan sólo una cuarta parte de los residentes pudiesen ejercer el derecho al voto, yéndose al traste el plan.
Este fue el principal motivo por el que contraatacaron con otro plan: hacer enfermar a los votantes de las localidades cercanas a Rajnishpuram para que de ese modo fuesen más numerosos los miembros de rajnishe que acudiesen a las urnas.
El primero de los ataques biológicos con salmonella lo realizaron el 29 de agosto de ese mismo año, contaminando el agua que ofrecieron a dos comisionados del condado que acudieron a Rajnishpuram en una visita con el propósito de saber cuál era el verdadero número de habitantes empadronados allí. Estos dos hombres les sirvieron de conejillos de indias para comprobar la efectividad de esa arma bacteriológica.
A partir de ahí, y hasta el 10 de octubre, múltiples fueron los objetivos a contaminar: estamentos públicos, comercios y diez restaurantes en los que esparcieron la salmonella por el buffet de ensaladas.
751 personas residentes en la población de The Dalles cayeron enfermas, lo que provocó una investigación oficial para averiguar la razón por la que tantos habitantes de una misma localidad habían enfermado de salmonelosis. Se supone que no fue debido a esta investigación, pero repentinamente la comunidad rajnishe retiró a sus candidatos a las elecciones de representantes del condado.
Tiempo después se supo que la persona que ideó y puso en marcha todo el plan fue Shila Silverman, la lugarteniente de Bhagwan Shri Rajnísh, que acabó abandonando la comunidad junto a aquellos que la habían ayudado.
Fue el propio Osho quien puso en conocimiento de las autoridades la identidad de los responsables del ataque bioterrorista. Shila fue juzgada y condenada a más de 20 años de prisión de los que tan solo cumplió 29 meses, quedando en libertad por buen comportamiento.
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