La respuesta del Papa a la violencia de los terroristas islámicos no es «buenismo». Es, por el contrario, «una respuesta fuerte y convencida». El gesto de los musulmanes que decidieron manifestar su solidaridad a los cristianos por el bárbaro asesinato del padre Jacques Hamel es un signo innovador e importante». El teólogo Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia), acaba de despedirse de los jóvenes de la JMJ en el aeropuerto de Cracovia para volver a Italia. Comentó con Vatican Insider de esta manera la presencia de los fieles musulmanes en las iglesias.
Ayer en muchas iglesias los musulmanes estuvieron presentes en la misa para manifestar su solidaridad a los cristianos. ¿Qué significado tiene este gesto?
Es un gesto innovador e importante, porque normalmente esto no se había dado como un signo como, público. Y significa que la comunidad islámica, en muchas de sus expresiones, pretende manifestar en público su solidaridad para con los cristianos, afectados por episodios de barbarie, como el asesinato del padre Jacques Hamel. El gesto de estos creyentes musulmanes demuestra lo que Papa Francisco dijo: la violencia cometida en nombre de Dios, abusando del nombre de Dios, nunca se justifica. La verdadera yihad es la lucha consigo mismo, para que venza el bien.
Hay quienes piden respuestas fuertes contra el islam frente al terrorismo yihadista. Pero el Papa afirma que la que estamos viviendo no es una guerra de religión y dijo a los jóvenes que el odio no puede vencerse con el odio. ¿Por qué?
Estoy profundamente convencido de que el Papa está dando al mundo el único mensaje verdaderamente fecundo. Nos recuerda que responder a la violencia con más violencia solo provoca más odio, más muerte. Si, por el contrario, se responde con la misericordia y con el perdón, existe la posibilidad de construir un mundo más justo y más fraterno. Creo que la que indica Francisco es la única vía para llevarlo a cabo.
¿La respuesta evangélica frente a lo que sucedió por ejemplo en Niza, Múnich y Ruan no corre el riesgo de parecer «buenista»?
Esta es la acusación que hacen a Francisco y a todos los que como él (y me incluyo) insisten en que la respuesta a la violencia no puede ser la violencia. El «buonismo» es una actitud de renuncia. Lo que propone el Papa, en cambio, es una actitud fuerte y convencida, la actitud de quienes saben que la fuerza, la violencia, el encierro, al final producen solo más dolor y muerte. Por el contrario, el diálogo, el perdón ofrecido y recibido, a la larga, pueden construir la convivencia y un mundo mejor. Detrás de esta decisión no hay renuncia, pasividad, miedo o una valoración errada del problema. Es una respuesta fuerte, aunque no llame a la fuerza, que solo ve el Evangelio y que dará frutos.
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