En su reciente visita a San Juan de Puerto Rico, a donde llegó para expresar su aliento y cercanía, así como para llevar unos 800 mil dólares reunidos en una colecta en Nueva York, el Purpurado estadounidense dijo que le ha impresionado ver que la gente es amigable y acogedora y; “con todos los desafíos por los que han pasado, no han perdido la esperanza”.
“Esta Catedral de 500 años ha soportado, como dice el Arzobispo de Puerto Rico, unos 200 huracanes, y aún está fuerte. Y esto es símbolo de la fe católica de los puertorriqueños. Y eso me impresiona mucho”.
Por su parte, el Obispo de Brooklyn, Mons. Nicholas DiMarzio, que también visitó San Juan, comentó que “Dios permite que el mal pase, pero no es la causa del mal. El mal entró por el pecado. No podemos culpar a Dios por las cosas que son malas, porque además a veces resultan cosas buenas en medio del mal”.
El Prelado explicó que llegaron hasta San Juan con el Cardenal Dolan porque “hay muchos puertorriqueños en Nueva York. Aquí podemos ayudar, traemos ayuda monetaria y podemos dar esperanza para el futuro”.
El Cardenal Dolan explicó también que ahora en San Juan “lo más difícil es tener agua y luego el transporte. Aquí están recibiendo muchas cosas como alimentos, medicinas y ropa; pero no se puede distribuir, ese es el problema”.
Tras recordar que el 70% de la isla no cuenta con electricidad, el Arzobispo de Nueva York dijo que prefirieron ir a San Juan antes que a otros lugares en Estados Unidos que también han sufrido a causa de los desastres naturales “porque la miseria aquí es más profunda y porque nuestro amigo el Arzobispo (de San Juan, Mons. Roberto) González era párroco allá (en Nueva York)”.
El Purpurado comentó que el Arzobispo de San Juan se mostró agradecido por la visita y comentó que “está feliz” por poder acompañar a los puertorriqueños en estos momentos difíciles.
Dos huracanes afectaron a Puerto Rico recientemente. Primero fue el huracán Irma, pero sin duda fue el segundo, el huracán María, el que golpeó más a la isla, así como a otros territorios del Caribe como las Islas Vírgenes.
El huracán María golpeó a Puerto Rico a mediados de septiembre, dejando una gran cantidad de damnificados y destruyendo todo a su paso. Más de 50 personas murieron.
Según las últimas cifras oficiales, 39 de los 78 municipios de la isla siguen totalmente a oscuras y más de 500,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) tienen servicio en algunos sectores de los otros municipios.
Se calcula que cerca de 40 mil puertorriqueños emigraron al territorio continental de Estados Unidos, especialmente a Florida, las semanas siguientes al paso del huracán María.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden votar por el presidente a menos que vivan en el territorio continental del país y sus delegados ante la Cámara de Representantes federal no pueden votar en el Congreso.
El dólar es la moneda de la isla pero los puertorriqueños no reciben financiamiento del gobierno federal proporcional para programas de ayuda médica como el Medicaid.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 31 de octubre de 2017
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