El Papa Francisco publicó, el 8 de agosto, un nuevo motu proprio en el que se refuerza la supervisión vaticana de las prelaturas personales
Un año después de la promulgación de Ad charisma tuendum, un motu proprio en el que el Papa Francisco reducía la autonomía y la autoridad de la prelatura personal del Opus Dei, el Papa publicó el 8 de agosto un nuevo motu proprio en el que se refuerza la supervisión vaticana de las prelaturas personales. El Papa acerca el estatus del Opus Dei al de las asociaciones clericales públicas.
Una prelatura personal es una institución sacerdotal creada por el Concilio Vaticano II que no está vinculada a un territorio, sino a los fieles, y está dirigida por un prelado. La única prelatura personal existente en la actualidad es el Opus Dei (desde 1982), institución católica fundada por el español Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado por Juan Pablo II en 2002. En 2023, la organización contaba con 93.784 miembros, entre ellos 2.106 sacerdotes.
El 22 de julio de 2022, confirmando las directrices que habían aparecido en la nueva constitución apostólica Praedicate Evangelium, el Papa Francisco publicó el Motu proprio Ad charisma tuendum en el que limitaba el poder del prelado del Opus Dei, que hasta entonces tenía rango episcopal y recibía sistemáticamente la ordenación episcopal.
El actual prelado, monseñor Fernando Ocariz, no tiene por tanto el rango de obispo, sino el rango inferior de «pronotario apostólico supernumerario». Ya no puede llevar los signos distintivos de la dignidad episcopal, que son la mitra, la cruz pectoral, el báculo y el anillo pastoral, como habían hecho sus predecesores.
El Pontífice también confió la supervisión del Opus Dei al dicasterio para el clero, mientras que hasta entonces la organización dependía del dicasterio para los obispos. Había justificado esta elección explicando que el gobierno de una prelatura personal no correspondía a la dimensión jerárquica del episcopado, sino a una dimensión más «carismática», como es el caso de una asociación de fieles.
Con el nuevo motu proprio, el pontífice «subraya el carácter asociativo de la prelatura personal», según el canonista francés Mons. Patrick Valdrini. El prelado de una prelatura personal se considera ahora un «moderador» -título reservado a los dirigentes de asociaciones de fieles-, pero conserva la autoridad de un ordinario, es decir, sigue siendo un dirigente con poder ejecutivo, lo que le permite abrir seminarios e incardinar a diáconos y sacerdotes.
La decisión parece confirmar la voluntad de «normalizar» el Opus Dei, en particular reduciendo su autonomía al ponerlo bajo el control total del dicasterio para el clero, al que deben responder los moderadores, por ejemplo los de asociaciones clericales públicas como la Comunidad Saint-Martin o la Comunidad Emmanuel. «Con estas aclaraciones, nos alejamos de una posible y ambigua asimilación de las prelaturas personales a iglesias particulares», subraya monseñor Valdrini.
El motu proprio, que modifica los cánones 295 y 296, insiste también en que los estatutos de una prelatura personal deben ser «aprobados o emanados de la Sede Apostólica». El pasado mes de abril, el Opus Dei aprobó nuevos estatutos para incorporar los recientes cambios. Ahora, estos estatutos deben ser confirmados por el Papa Francisco, a menos que decida promulgar unos nuevos.
Por último, el nuevo canon 296 también recuerda que los laicos que pertenecen a una prelatura personal siguen dependiendo de su diócesis territorial -como se especifica en el canon 107-. Estos laicos «no están exentos de la jurisdicción de los ordinarios de los territorios», explica Mons. Valdrini, y «pertenecen a las instituciones jerárquicas de las que son miembros en virtud de su domicilio, como la parroquia».
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