Bamako (Agencia Fides) - Se ha firmado ayer, 18 de junio, en Ouagadougou, capital de Burkina Faso, el acuerdo entre las autoridades de Malí y los dos grupos de rebeldes tuareg que controlan la ciudad de Kidal, en el norte del país, el MNLA (Movimiento Nacional para la Liberación del Azawa) y el HCUA (Consejo Superior de la Unidad de Azawad).
El acuerdo prevé un alto el fuego, el retorno del ejército de Malí a Kidal, y la provisión de algunas bases rebeldes en base de la agrupación y el despliegue de una fuerza internacional de garantia. Kidal era la única ciudad que aún escapaba al control del ejército maliense.
“El acuerdo ha sido recibido de una manera diferente por la población maliense. Las opiniones son divergentes” dice a Fides don Edmond Dembele, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Malí. “Una parte de la población está satisfecha porque los acuerdos firmados ayer permitirán al ejército maliense entrar en Kidal, recuperando la integridad territorial del país. Esto también permitirá la celebración de las elecciones en todo el territorio de Malí, una importante señal de la vuelta de la paz”. “Por otro lado - continúa el sacerdote-, hay quienes piensan que el Estado de Malí no ha conseguido, con la firma de los acuerdos, el desarme inmediato de los hombres de los dos grupos rebeldes Toureg y cree que no ha salido como ganador de las negociaciones. La impresión es que la mayoría de la población ha dado la bienvenida de una manera favorable al acuerdo de paz, porque quiere un retorno rápido a la normalidad”.
“El desafío ahora es la preparación de las elecciones que tendrán lugar en un mes y 10 días. El Estado debe, en particular, restablecer su propia administración en las regiones del norte”, concluyó el P. Dembele. (L.M.) (Agencia Fides 19/6/2013)
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