Niamey (Agencia Fides) - “Los refugiados son los invisibles de nuestro tiempo”, afirma desde Niamey, capital de Níger, el padre Mauro Armanino, misionero SMA, que comparte con la Agencia Fides algunas reflexiones sobre el Día Mundial del Refugiado que se celebra hoy, 20 de junio. “Se habla de ellos por un momento, cuando se hacen visibles en los momentos de crisis, en los campos que están instalados no muy lejos de las fronteras. A menudo se vuelven invisibles cuando están en la ciudad. Invisibles como los pobres de siempre”, dice el misionero.
“Los refugiados tienen una historia muy pesada de llevar y muy complicada de contar: las palabras no consiguen explicarlo. Viven una experiencia de desplazamiento y marginación en la soledad. Una experiencia de abandono y, a veces rechazo. Pero también de solidaridad en las cosas pequeñas. Y sobre todo en el re-descubrir la fe en Dios, se percibe el único consuelo en la vida”.
El p. Armanino cree que “la definición de refugiado es clara, pero hay que actualizarla a la luz de lo que está sucediendo en nuestro mundo globalizado”. “Ahora es difícil establecer, explica, la diferencia entre un refugiado que no tiene otra opción que la de escapar de su país para salvar su propia vida y los migrantes que lo hacen por razones climáticas o económicas”.
Pero más allá de estas diferencias, lo que cuenta, concluye el misionero, es “hacer que lo que está oculto se haga visible y se reconozca. Compartir esta experiencia es una señal importante de civilización y apertura. Podemos humanizarnos sólo si permanecemos unidos”. (L.M.) (Agencia Fides 20/6/2013)
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