Una de las cuestiones destacadas se refiere al tipo de relaciones que se establecen entre las personas involucradas en la empresa.
“Los miembros de la empresa se comprometen con profesionalidad a construir y fortalecer unas relaciones buenas y abiertas con los clientes, los proveedores y la comunidad del territorio en el cual operan, cuya salvaguarda y mejora sienten como parte integrante de su misión –señala el documento-. La empresa se relaciona de manera leal y cívica con los competidores, proveedores, clientes y administraciones públicas, a los que considera aliados esenciales para alcanzar el bien común”.
Las empresas de Economía de Comunión, una iniciativa del Movimiento de los Focolares en el ámbito económico y social, también trabajan para difundir su nueva visión económica, con una atención especial a los jóvenes, a los que acogen y ofrecen la posibilidad de formarse o realizar prácticas.
Según esta visión, el trabajo aparece como una oportunidad para el crecimiento no sólo profesional, sino también espiritual y ético.
La empresa es consciente de ello y por eso “se compromete a respetar concretamente las leyes y trabaja para cambiarlas y mejorarlas, y mantiene un comportamiento correcto en su relación con las autoridades fiscales, los órganos de control, los sindicatos y los organismos institucionales”.
Por su parte, los trabajadores “aprenden a valorar también las dificultades y el sufrimiento que existe en los lugares de trabajo, haciendo de ellas otras tantas ocasiones de gran valor para el crecimiento y la maduración”.
Respecto a los productos, “la empresa se compromete no sólo a respetar sus obligaciones contractuales, sino también a evaluar los efectos de sus propios productos en el bienestar de las personas a las que van destinados y en el medio ambiente”.
Uno de los objetivos fundamentales de este tipo de empresas es convertirse en una verdadera comunidad. Para ello se trabaja para crear un clima de comunicación abierta y sincera y se programan encuentros periódicos para verificar la calidad de las relaciones interpersonales y para contribuir a resolver situaciones de conflicto.
“La fraternidad y la igualdad (la comunión) preceden a las necesarias diferencias funcionales y de responsabilidad en la empresa”, destaca el estudio.
Y para cuidar las relaciones, “las empresas dan importancia a la fiesta, (cumpleaños, nacimientos, despedidas...), durante la cual se fortalecen las relaciones y el sentido de pertenencia; recursos muy valiosos especialmente en épocas de crisis”.
Uno de los aspectos importantes en este tipo de empresa hace referencia a la armonía de los lugares de trabajo -para la cual se requiere higiene, limpieza, orden y respeto a las normas de seguridad-, que hacen sentirse a gusto a trabajadores, propietarios, clientes, proveedores, … y facilitan la calidad de las relaciones.
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