Comunicado de religiosos riojanos sobre los hechos de Famatina



La Rioja (AICA): Atendiendo al clamor por el cuidado de la tierra, frente a la degradación de los bienes naturales, por ejemplo, a raíz de la megaminería, o los los cultivos transgénicos, la hermana Marisa Biasutti, de las Hermanas de San Antonio de Padua (HSAP), y el padre Daniel Echeverría, Misionero de los Sagrados Corazones, presidenta y secretario ejecutivo, respectivamente, de la Junta Directiva Nacional de la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (Confar), comunicaron que esta Junta Directiva Nacional adhiere al “Mensaje al pueblo de Dios de La Rioja”, emitido por la filial riojana de Confar, que se refiere a los recientes hechos acaecidos en Famatina.

Atendiendo al clamor por el cuidado de la tierra, frente a la degradación de los bienes naturales, por ejemplo, a raíz de la megaminería, o los los cultivos transgénicos, la hermana Marisa Biasutti, de las Hermanas de San Antonio de Padua (HSAP), y el padre Daniel Echeverría, Misionero de los Sagrados Corazones, presidenta y secretario ejecutivo, respectivamente, de la Junta Directiva Nacional de la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (Confar), comunicaron que esta Junta Directiva Nacional adhiere al “Mensaje al pueblo de Dios de La Rioja”, emitido por la filial riojana de Confar, que se refiere a los recientes hechos acaecidos en Famatina.

“Sumamos así -dice la Confar nacional- nuestra colaboración para seguir respondiendo con otros y otras a los clamores de la vida del pueblo y del ambiente, según el modo de Jesús”.


Texto del Mensaje al Pueblo de Dios de La Rioja

Preocupados por los recientes acontecimientos acaecidos en Famatina, las religiosas y los religiosos que vivimos y trabajamos en la diócesis de La Rioja nos sentimos obligados por el Evangelio a decir una palabra sobre este conflicto que convulsiona a la sociedad de la Provincia y a la Iglesia diocesana.


Antes que nada, queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad al Párroco de Famatina, Omar Quinteros. Sabemos que su compromiso con la defensa del medio ambiente nace de su preocupación pastoral y, sobre todo, de su dedicación a sus fieles, a quienes ve amenazados en sus derechos. El padre Quinteros ha sido difamado, calumniado, amenazado y despreciado incluso por algunos de sus feligreses, como fue la vergonzosa actitud de algunos de los pobladores de Pituil.


Se lo ha acusado de promover la violencia y sabemos a ciencia cierta que no es así. Políticos y medios se han empeñado en una campaña en su contra en la que no se le otorga siquiera el derecho a réplica. Percibimos en ello una clara intención de dividir a la sociedad de Famatina y a la Iglesia de ese lugar, personificando en él la raíz de todos los males.


Repudiamos, también, la violenta represión policial ordenada, que cargó sólo sobre quienes querían expresar pacíficamente su desacuerdo con el proyecto de la megaminería y que fueron los primeros agredidos. Sabemos que muchos de los que iniciaron la refriega, arrojando piedras a los asambleístas y entonando cantos que mucho se parecían a amenazas de muerte al párroco, eran gente extraña a la población de Famatina: agresión que sirvió de excusa para la represión ¡de los agredidos! La criminalización de la protesta no es una política digna de un país en democracia: es un avance del uso indiscriminado de la fuerza sobre los derechos de las personas que pervierte el sentido y la misión del Estado.


Pedimos a los medios que obren con sensatez y no se presten a la calumnia, que informen con imparcialidad y den a todos el derecho de expresarse y defenderse. De lo contrario estarán jugando con fuego, alimentando enemistades, exacerbando los espíritus y contribuyendo con ello a la violencia.


Hemos visto que, en algunas ocasiones, incluso se ha intentado mostrar que el Padre Quinteros no es apoyado por la Iglesia diocesana y por el Obispo: información desmentida por la declaración del clero y del Obispo leída en la Misa Crismal y por las dos últimas declaraciones de nuestro Padre Obispo, que han encontrado poco eco en los mismos medios.


Exigimos a las autoridades que obren en interés del bien público, recordando que su misión es velar por el bienestar de los ciudadanos antes que por intereses económicos, ya sean ilegítimos o legítimos.


Les rogamos encarecidamente que busquen medios pacíficos para la solución del conflicto: el diálogo antes que nada. La paz social y la convivencia democrática son bienes más preciados que cualquier ventaja económica (en este caso, además, dudosa).


En cuanto a la cuestión que está en el origen del conflicto queremos llamar la atención sobre algunos puntos. Sin ser especialistas en el tema vemos varias cosas que obligan a tener cuidado. La primera de ellas es que la minería a cielo abierto está prohibida en Europa y en Canadá, curiosamente el país de origen de la empresa que quiere instalarse en Famatina. Esto ha sido reconocido repetidas veces por empresas que se han instalado o pretenden hacerlo en varios países de nuestro continente. En la mayoría de los lugares en que han pretendido instalarse estas empresas se han generado conflictos. Alguno de ellos, como recientemente en Guatemala, han debido ser dirimidos por cortes internacionales. Algunos proyectos, como el de Pascualama en Chile, han sido prohibidos por las instancias judiciales nacionales por las consecuencias medioambientales que conllevan.


Creemos que se debe ser muy cuidadoso a la hora de hipotecar el hábitat de las próximas generaciones para beneficiar ganancias rápidas y desmesuradas que, como sucede frecuentemente, terminan concentrándose en pocas manos y poco beneficio dejan a la sociedad local.


A todos los riojanos les rogamos que hagan lugar al Espíritu en el corazón, el Espíritu que en nuestra fe cristiana es el Espíritu de la Vida y de la Unidad. Que no permitan que se rompa la unidad de la sociedad y de la Iglesia. Queremos animarlos a que vean la diversidad de opiniones, incluso de convicciones y posturas políticas, como algo que enriquece y que nos obliga a sentarnos a dialogar y a respetarnos unos a otros.


La fraternidad a la que nos llama el Espíritu, que se expresa en la paz social, es un bien que debemos defender a toda costa y que comienza en el respeto y la defensa de los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos.


Filial de La Rioja de la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (CONFAR).+



Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DisablePlease Enable Javascript To See All Widget