Respecto a Siria, el Pontífice aseguró en su discurso que piensa en las comunidades cristianas y en todos los que viven en el país.
“¡Cuántos sufrimientos, cuánta pobreza, cuánto dolor! Es Jesús el que sufre, el que es pobre, el que es expulsado de su patria. Es Jesús –aseguró-. Y aquello es un misterio, es nuestro misterio cristiano. Miremos a Jesús sufriente en los habitantes de la amada Siria”.
Francisco agradeció a los miembros de entidades católicas que están ayudando en Siria su labor y deseó que a través suyo el pueblo de Siria y de Oriente Medio sepa que el Papa y la Iglesia los abandona.
Sobre la situación de la población siria, Ayuda a la Iglesia Necesitada ofrece en este nuevo capítulo de la serie Dios llora en la Tierra una visión cercana de su vida cotidiana, de cómo viven el conflicto y de sus anhelos de paz.

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