Santa Margarita María Alacoque, Promotora del Sagrado Corazón de Jesús: Heredera del Corazón de Jesús, promesas a los reyes de la tierra y predileccion por salesas y jesuitas.


Ella escribe en su Autobiografía: En una ocasión me pidió mi Soberano que hiciese en favor suyo por escrito un testamento o donación completa y sin reservas, como lo había hecho ya de palabra, de todo cuanto pudiera hacer y sufrir, y de todas las oraciones y bienes espirituales que se me aplicaran, ya en vida, ya después de mi muerte, y me hizo preguntar a mi Superiora si quería hacer de notario en este acto, porque Él se encargaba de pagárselo bien, y que, si ella rehusaba, me dirigiese a su siervo el padre La Colombière. Aceptó mi Superiora. Y, habiéndole presentado (el escrito), manifestó mucho contento y me dijo que no quería que tuviese otras riquezas sino las del Sagrado Corazón. Me hizo escribir (la donación) con mi sangre según la iba dictando y después la firmé sobre mi corazón con un cortaplumas, inscribiendo también con él el sagrado nombre de Jesús (109).

La Madre Greyfié escribió así la donación total que hacía de la hermana Margarita María al Corazón de Jesús, tal como Él había pedido: En virtud del poder que Dios me ha dado sobre ella, ofrezco y dedico y consagro pura e irrevocablemente al Sagrado Corazón del adorable Jesús todo el bien que pueda hacer durante su vida y el que se aplique por ella después de su muerte para que la voluntad de este Corazón disponga de ello según su beneplácito y en favor de quien le plazca, por los vivos o por los difuntos. Mi hermana Margarita se despoja de todo en general, voluntariamente, excepto del deseo de estar siempre unida al divino Corazón de Jesús y de amarle puramente por amor a Él mismo. En fe de lo cual ella y yo firmamos este escrito el 31 de diciembre de 1678.

La sierva de Dios asegura que vio escrito en el divino Corazón estas palabras: “Te constituyo heredera de mi Corazón y de todos sus tesoros para que dispongas de ellos según tu deseo y te prometo que no te faltará socorro mientras a mi Corazón no le falte poder110. Este Corazón será tu fiador y responderá y pagará por ti” (111).

PROMESAS A LOS REYES DE LA TIERRA

Escribe la sierva de Dios: El Corazón de Jesús tiene un gran deseo de que esta devoción entre los palacios de los reyes y príncipes de la tierra a fin de que allí reciba tanto placer, siendo amado y honrado de los grandes, como grandes fueron las amarguras y angustias que experimentó cuando en su Pasión fue tan despreciado, ultrajado y humillado. Y esta devoción serviría de gran protección a la persona de nuestro rey (de Francia) (112).

Me parece que este divino Corazón desea entrar con pompa y magnificencia en las casas de los príncipes y reyes para ser en ellas tan honrado cuanto fue ultrajado y despreciado y humillado en su Pasión… He aquí las palabras que oí referentes a nuestro rey: “Haz saber al hijo mayor de mi Sagrado Corazón que así como se obtuvo su nacimiento temporal por la devoción a los méritos de mi sagrada infancia113 así alcanzará su nacimiento a la gracia y a la gloria eterna por la consagración que haga de su persona a mi Corazón adorable, que quiere alcanzar victoria sobre el suyo, y por su medio sobre los de los grandes de la tierra.” (114).

Quiere establecer su imperio en la corte de nuestro gran monarca, de quien desea servirse para la ejecución de este designio que tendrá lugar del modo siguiente: Debe hacer un edificio donde se coloque el cuadro de este divino Corazón para recibir en él la consagración y homenajes del rey y de toda la corte. Además este divino Corazón quiere ser el protector y defensor de su sagrada persona, contra todos sus enemigos visibles e invisibles, de los cuales quiere defenderle, y asegurar su salvación por este medio; por lo cual le ha escogido como a su fiel amigo a fin de que consiga autorización de la Sede apostólica para que se pueda celebrar la misa en su honor, y obtenga al mismo tiempo los otros privilegios que han de acompañar a esta devoción del Sagrado Corazón, por medio de la cual quiere concederle a él los tesoros de sus gracias de santificación y de salvación, derramando abundantemente sus bendiciones sobre todas sus empresas, que hará prosperar para gloria suya, dando feliz éxito a sus ejércitos, y victoria contra la malicia de sus enemigos. Dichoso él si se aficiona a esta devoción, que le conseguirá un reino eterno de honor y de gloria en el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo (115)

PREDILECCIÓN A SALESAS Y JESUITAS

Dice la sierva de Dios: Nuestro padre de La Colombière ha alcanzado que después de nuestro Instituto (Orden de la Visitación, Madres salesas)116 sea favorecida la Compañía de Jesús con todas las gracias y privilegios particulares de esta devoción del Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, prometiéndoles que derramará abundantemente y con profusión sus bendiciones sobre las almas a ellos encomendadas. Este divino Corazón desea ardientemente ser conocido, amado y honrado, particularmente por estos buenos padres (jesuitas), a los cuales promete, si no me engaño, derramar de tal modo la unción de su amor sobre sus palabras con gracias tan excelentes y poderosas, que serán como una espada de dos filos que penetrará en los corazones más endurecidos, de los más obstinados pecadores (117).

Aunque este tesoro de amor sea propiedad de todo el mundo y todos tienen derecho a él, sin embargo se ha dado de un modo particular a las hijas de la Visitación para que lo manifiesten y propaguen a los demás. Pero está reservado a los padres de la Compañía de Jesús el dar a conocer el valor y utilidad de este precioso tesoro; del cual, cuanto más se toma, más se encuentra por tomar. Este divino Corazón derramará de tal modo la suave unción de su caridad en sus palabras que penetrarán como una espada de dos filos en los corazones más endurecidos… Espera mucho de esta santa Compañía (de Jesús) y tiene grandes designios sobre ella. Por esto se ha servido del buen padre de La Colombière para dar principio a la devoción de este adorable Corazón (118).

108 Carta 35 dirigida a Madre Saumaise en 1685.
109 Autobiografía p. 85-86.
110 Gauthey, vol 1, p. 362.
111 Carta al padre Croiset del 3 de noviembre de 1689.
112 Carta al padre Croiset del 15 de setiembre de 1689.
113 Se refiere a que su nacimiento fue fruto de las oraciones que su madre hizo al divino niño.
114 Carta a la Madre Saumaise de junio de 1689.
115 Carta a la Madre Saumaise del 28 de agosto de 1689.

Tomado de:
Santa Margarita María de Alacoque y el Corazón de Jesús
Padre Ángel Peña O.A.R.
Lima - Perú

Nihil Obstat
P. Ignacio Reinares
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto

Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez

Tu hermano y amigo del Perú.
P. Ángel Peña O.A.R.
Parroquia La Caridad
Pueblo Libre - Lima - Perú
Teléfono 00 (511) 4615894
Obispo de Cajamarca (Perú)

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