Las exportaciones se han convertido en el termómetro de la evolución de la recuperación y los resultados refuerzan el optimismo. Las ventas al exterior crecieron un 6,8% hasta septiembre y marcaron un nuevo récord, al tiempo que el déficit comercial se redujo más de un 58%. Especialmente significativa fue la recuperación de las importaciones, que crecieron unos 4,7 % impulsadas por el alza de las compras de bienes de equipo, síntoma inequívoco de que la demanda interna se mueve. Un cuadro general de pujante rebrote de la actividad.
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