Regla de la Orden Franciscana Seglar: Artículo 6
Capítulo II
Artículo 6
Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, (C) y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión (D), háganse testigos e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y la palabra.(E)
Inspirados en San Francisco y con él llamados a reconstruir la Iglesia, empéñense en vivir en plena comunión con el Papa, los Obispos y los sacerdotes en abierto y confiado diálogo de creatividad apostólica. (9)
COMENTARIOS:
(C)El Bautismo, precisado en los números 1214, 1215 y 1216 del Catecismo de la Iglesia Católica, se explica de la siguiente manera:
"Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con El como "nueva criatura" (2Co 5,17 Ga 6,15).
Este sacramento es llamado también "baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo" (Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3,5).
"Este baño se llama iluminación, para dar a entender que son iluminados los que aprenden estas cosas" [San Justino]. Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" He 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1Th 5,5), y en "luz" él mismo (Ep 5,8): El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios... Lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios. [San Gregorio Nacianceno]
En el No. 1227, el mismo Catecismo nos recuerda el origen de las palabras con que comienza este artículo de la regla:
"Según el apóstol san Pablo, por el Bautismo el creyente participa en la muerte de Cristo; es sepultado y resucita con El: ¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rm 6,3-4). Los bautizados se han "revestido de Cristo" (Ga 3,27). Por el Espíritu Santo, el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica".
(D) Este vínculo más estrecho con la Iglesia por la Profesión, lo explican las anexas anotaciones previas del rito de la Profesión, aprobado el 9 de marzo de 1984 por la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino, a traves del documento Prot. n. CD 1613/83 firmado por el Cardenal José Casoria, prefecto de esta Congregación. El No. 13 de estas anotaciones dice textualmente lo siguiente:
"La Profesión es por su naturaleza, un acto público y eclesial, por lo que debe celebrarse en presencia de la Fraternidad..."
El No. 14 de estas mismas anotaciones plasma la relevancia, el significado de la importancia y trascendencia de la Profesión:
"Esta es la naturaleza del Compromiso de vida evangélica:
a) es renovación de la consagración y las promesas bautismales y de la confirmación. esto significa: consagración a Dios, en su Pueblo, con todas las consecuencias que de ello dimaman en relación con la vida de unión con Dios y su proyecto de salvación, mediante una consagración que ha de ser vivida en el mundo:
b) la voluntad de vivir el Evangelio mediante el seguimiento de San Francisco de Asís:
c) la incorporación a la Orden Franciscana Seglar, que es la unión en armonía de todos los hermanos y hermanas que prometen vivir el Evangelio, según San Francisco de Asís, permaneciendo en su vocación seglar;
d) la voluntad de vivir en el mundo y para el mundo. En este punto, ciertamente la Profesión quiere ser fermento evangélico y propósito de colaborar en la construcción de un mundo más fraterno...".
(9) El último párrafo de este artículo de la Regla de la OFS, trae la manifestación de apoyo al Papa, a los Obispos y sacerdotes, recordando las palabras de la tercera parte del Discurso de Su Santidad Paulo VI a la gran concentración de Terciarios Franciscanos que participaban en la Peregrinación Internacional el 19 de de mayo de 1971, donde habla del servicio generoso a la Iglesia, a semejanza de San Francisco de Asís. Reproducimos el contenido de esa parte del documento en una traducción libre:
"Generoso servicio"
"Y finalmente nuestra tercera confianza: la fidelidad a la Iglesia! Nosotros tenemos confianza que todavía el hombro fuerte y paciente de San Francisco, como en el célebre y típico fresco, apoyará a la Iglesia visible y humana, sujeta a las crisis de este mundo, en su amenazado edificio; apoyará, sí, la Iglesia, que Cristo fundó y construyó, para su gloria, en su pescador Simon, hijo de Juan; la apoyará tal cuál es y qué Cristo la punto, incluso asi tan necesitada de indulgencia y de comprensión; la apoyará en este momento histórico, tras el Concilio, en el cual parece a veces que el deprimir e intentar demoler el mistico y aunque temporal edificio, venga de sus hijos! Los hijos que son hospedados, al contrario que son o deberían ser piedras vivas, no menos que los adversarios externos quizá menos conscientes de sus obras injustas".
"Pues bien, nosotros esperamos que ustedes, todos ustedes, hijos de San Francisco, ustedes sean esta espalda de poderoso sostenimiento y que en su silencioso y generoso servicio a nosotros, pacientes con nosotros, confiamos en que ninguna infausta adversidad podrá prevalecer sobre la estabilidad perenne del edificio de Cristo, la Iglesia una, Santa, católica y Apostólica".
"Y que con esta confianza es que de corazón los bendecimos".
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