(La Razón/InfoCatólica) En la carta, se afirma que, «en lo que concierne a las celebraciones de la Vigilia Pascual y de la eucaristía dominical (…), los artículos 12 y 13 (de los Estatutos), leídos en su integridad, constituyen el marco normativo de referencia».
El pasado 1 de febrero, Francisco recibió en audiencia a unas 8.000 personas del Camino y envió a 450 familias en misión, inaugurando nuevas «missio ad gentes» en China, Vietnam, India, Mongolia y en grandes ciudades de Europa. Durante el encuentro, el Papa les ofreció algunas indicaciones para desarrollar mejor su labor evangelizadora.
Precisamente, la carta recibida por Argüello es la respuesta a otra enviada por él en la que manifestaba al Pontífice su «viva preocupación» por el hecho de que algunos hayan «interpretado en sentido negativo» para el Camino el punto del discurso en el que el Pontífice afirmó que «puede ser mejor, a veces, renunciar a vivir en todos sus detalles, lo que exigiría el itinerario del Camino, con el fin de garantizar la unidad entre los hermanos que forman la única comunidad eclesial».
Parte de la pastoral
En declaraciones a LA RAZÓN, el responsable internacional del Camino explica que «en algunas parroquias han querido quitar las eucaristías de las comunidades y la Vigilia Pascual». Pero «el problema es quién decide cuáles son los detalles a los que se puede renunciar», apunta. En respuesta a este asunto, el Papa subraya en la carta que lo que dijo en la audiencia «no cambia en nada lo que dicen los Estatutos, sino que esos artículos en los que se habla de la eucaristía y de la Vigilia Pascual son normativos», indica Argüello.
En efecto, el artículo 13 de los Estatutos de este carisma indica que «el Camino celebra la eucaristía dominical en la pequeña comunidad, después de las primeras vísperas del domingo» y que estas celebraciones «forman parte de la pastoral litúrgica dominical de la parroquia y están abiertas a todos los fieles». En los Estatutos también se asegura que «la eucaristía es esencial al Neocatecumenado, en cuanto catecumenado postbautismal, vivido en pequeña comunidad» y que «la eucaristía, en efecto, completa la iniciación cristiana».
Pero además, el documento aprobado en 2008 bajo el sello definitivo del Pontifico Consejo para los Laicos, subraya que «la celebración de la eucaristía en la pequeña comunidad la prepara, bajo la guía del presbítero, un grupo de la comunidad neocatecumenal» que «prepara breves moniciones a las lecturas, escoge los cantos, provee el pan, el vino, las flores, y cuida el decoro y la dignidad de los signos litúrgicos».
Por otro lado, el artículo 12 trata la Vigilia Pascual como «eje y fuente de la vida cristiana», que «constituye por tanto el axis del Neocatecumenado, en cuanto redescubrimiento de la iniciación cristiana». Durante el itinerario, «los neocatecúmenos son iniciados gradualmente a una más perfecta participación en todo lo que la santa noche significa, celebra y realiza». De esta forma, «el Neocatecumenado estimulará a la parroquia a una celebración más rica de la vigilia pascual.
Dinamismo evangelizador
Sobre este asunto, el iniciador del Camino destaca que el cardenal Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, «nos ha informado de que la Conferencia Episcopal de Polonia piensa que gracias al Camino se está redescubriendo la importancia de la Vigilia Pascual».
En la carta, además de todo esto, el Sustituto del Secretario de Estado, Becciu, subraya también que «el Papa conoce muy bien el dinamismo evangelizador del Camino Neocatecumenal, la experiencia de auténtica conversión de vida de muchísimos fieles y los frutos de bien producidos gracias a la presencia de las comunidades en todo el mundo».
El arzobispo concluye asegurando la «paternal cercanía» y el «recuerdo en el Señor» del Papa Francisco a Kiko Argüello, al tiempo que «envía con todo su corazón a usted, al equipo internacional y a todos los miembros del Camino Neocatecumenal la bendición apostólica». El Pontífice argentino también confirma «sus afectuosas palabras de ánimo» al iniciador del Camino, lo que constituye una muestra más del apoyo de la Santa Sede a este carisma.
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