En un comunicado difundido por Radio Vaticano, los Obispos de Europa expresaron su “gran preocupación por lo que está sucediendo en Irak. En particular, deseamos comunicar nuestra preocupación por la persecución de los cristianos que tiene lugar en el norte del país. Unidos a la oración del Papa y de todos los que sufren, queremos expresar el sentimiento de nuestros fieles y de la Iglesia Católica en Europa”.
“Aseguramos nuestra cercanía espiritual y queremos reiterar el llamamiento a la comunidad internacional para que pueda hacer aún más para poner fin a esta tragedia”.
Los Prelados europeos indicaron que “no podemos dejar de esperar que se detengan las armas lo antes posible y que el orden vuelva a brindar esperanza”.
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