REDACCIÓN CENTRAL, 14 Jun. 16 (ACI).- Recientemente se estrenó El Conjuro 2, uno de los filmes de terror más esperados del año, que relata un caso de la vida real centrado en la investigación de actividad paranormal en una casa del distrito de Enfield en Londres, Inglaterra.
Tal como ocurrió en la primera parte, El Conjuro (2013), retoman sus papeles la nominada al Oscar Vera Farmiga y Patrick Wilson, que dan vida a Lorraine y Ed Warren, un matrimonio católico de investigadores que ayudan a una madre soltera que vive con sus 4 hijos en una casa infestada por demonios.
La película es nuevamente dirigida por James Wan, que tomó los archivos de los casos de ambos investigadores para el guión del filme, cuya primera edición recaudó más de 318 millones de dólares.
Aquí tres claves para entender el rol de la fe en El Conjuro 2:
1. El filme contiene elementos ficticios y reales
Si bien hay partes de la película que son reales, es importante tener cuidado. Desde Hollywood se suele generar sensacionalismo en torno a historias de este tipo, por lo que no es prudente aceptar que los malos espíritus o demonios parezcan "fascinantes" o “geniales”.
Es bueno estar informado sobre tales cosas, pero es esencial no obsesionarse con ellas o centrarse demasiado en lo oculto porque puede ser peligroso.
Los casos de posesión demoníaca son inusuales y requieren un exorcismo formal que solo puede hacer un sacerdote con permiso de su obispo o el obispo mismo.
Asimismo, si bien los casos de posesión son poco frecuentes, es aún más raro que un exorcismo se realice de forma instantánea como se muestra en la película. Por lo general, el exorcismo es un proceso largo que implica que el poseído ore y ayune.
Para evitar situaciones de esta naturaleza los católicos deben asistir constantemente a Misa, acudir a la confesión y orar regularmente en casa junto a la familia para permanecer unidos a Dios y protegidos del mal.
Debido a que la película se basó en una posesión documentada, los cineastas no quisieron tomar ningún riesgo.
Según las notas de producción de la película, recibieron la bendición de un sacerdote católico, el P. Steven Sánchez de Albuquerque, Nuevo México. Aunque está sancionado por la Iglesia, fue invitado por la producción por ser amigo de Lorraine Warren, para estar protegidos ante acontecimientos extraños como los ocurridos en la primera edición de la cinta.
El P. Steven extendió una invitación para una bendición personal a cualquiera que lo necesitara. El día de su visita recorrió el set usando agua bendita y óleo consagrado para cada ambiente de la producción.
2. El filme plantea una batalla existencial entre el bien y el mal
Sean cuales sean los sentimientos personales de los espectadores hacia una película de terror, “El Conjuro 2” brinda la oportunidad para hablar sobre la realidad del bien y del mal, de la fe y de Dios.
Como explica el ensayista y crítico profesional de cine Carl Kozlowski, en su columna Strong faith in the face of evil: 'The Conjuring 2' publicada en CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, “la capacidad de estas películas para llegar a un público de terror que normalmente se abstiene de todo lo religioso la hace una de las películas más invaluables de Hollywood en estos días”.
El crítico de Pasadena Weekly y diversos medios especializados en cine, explica que al igual que la primera película, el director James Wan y los hermanos guionistas Chad y Carey Hayes, “sorprendieron a los espectadores yendo más allá del factor de choque habitual de este tipo de películas de posesión demoníaca, y plantearon una batalla existencial centrada alrededor del bien contra el mal”.
“La idea detrás de todo esto es que cuando la buena gente no hace nada, Satanás prevalece. Ed y Lorraine tenían su fe como su arma”, añadió.
También explicó que en El Conjuro 2 “todo está en al servicio del bien” aunque “sea vea un demonio horrible en un hábito de monja en algunos puntos a lo largo de la película, así como crucifijos que giran y otros usos escalofriantes de la iconografía católica”.
Otro de los guionistas, Chad Hayes, afirmó que “estas películas no son directamente películas cristianas, sino que es la fe la que está integrado en ellas".
3. Los investigadores eran católicos devotos y tenían aprobación eclesial solo para investigar
Se debe tener en cuenta que los Warren, cuando detectaban extraños casos de actividades demoníacas o posesiones, coordinaban con la Iglesia Católica.
Los Warren eran de los pocos laicos, es decir que no eran miembros del clero, autorizados oficialmente por la Iglesia para realizar la investigación y los informes de este tipo de fenómenos.
Pese a que los Warren utilizaban la tecnología para identificar y documentar las experiencias, en última instancia se basaron en la fe y la oración para hacer frente a las fuerzas del mal.
En la vida real, los Warren animaron al clero y a los seminaristas para que tomen en serio los supuestos casos de familias afectadas por actividad demoníaca. Trataron de ayudar a clérigos y laicos para que sepan orar por las personas que sufren por los malos espíritus.
La familia Warren dedicó su vida a investigar decenas de casos de supuestas posesiones y ataques demoníacos en todo el mundo.
En la primera edición del filme “El Conjuro”, se muestra cómo ayudaron a salvar a una familia de ataques demoníacos en su casa de campo rural de Rhode Island en Estados Unidos.
En el “Conjuro 2” los Warren son contactados por la Iglesia para investigar la supuesta actividad paranormal en la casa de la familia Hodgson en Londres. Si el caso era real, la Iglesia acudiría para brindar ayuda espiritual a esta familia, no obstante, los sacerdotes y obispos estaban también preocupados de que fuera una falsa alarma.
A pesar de las dudas, los Warren se comprometen a seguir la investigación. Con esta convicción y fe decidieron no abandonar a una familia en necesidad.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 9 de junio de 2016
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