
La iniciativa, presentada en la Parroquia Cristo Obrero de la Villa 31, busca ser una respuesta concreta a las necesidades de las mujeres que viven en barrios populares y también, es muestra del compromiso de la Iglesia en la defensa de la vida del que está por nacer y su madre.
Junto con lamentar el avance del proyecto del aborto en el Congreso de la Nación, los sacerdotes explicaron que el Hogar del abrazo maternal recibirá a adolescentes y jóvenes con embarazos de riesgo, en condiciones de fragilidad y desamparo; y a mujeres que han vivido el drama del aborto.
Se les brindará alimentación, atención y control médico y sanitario, apoyo psicológico, orientación legal y social durante el embarazo y los primeros años de sus bebés hasta el ciclo de educación inicial.
Buscará facilitar el acceso a políticas y programas de maternidad y con el sistema judicial el proceso de adopción de ser necesario.
“En un clima de familia que recibe, abraza y acompaña se buscará sobre todo dar ánimo y fortaleza. Por otro lado, también se recibirá y acompañará en sus crecientes responsabilidades a los papás adolescentes y jóvenes”, señalaron los sacerdotes en un comunicado.
“Elegimos hacernos cargo comunitariamente de estas situaciones dramáticas y no esperamos acríticamente la instalación de una verdadera cultura del descarte humano”.
Los “curas villeros” añadieron que “allí donde la vida se lleva adelante pese a las dificultades. Y cada embarazo, cada niña y cada niño, es esperado y recibido como un don, un regalo, con la esperanza de que un futuro distinto y mejor que el actual le espera”.
La propuesta fue firmada por cuatro obispos, más de 20 sacerdotes de las villas y dos religiosas.

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