Una guía para hacer una adoración al Niño Jesús

Oración para rezar en Navidad en soledad, en familia o en grupo al Hijo de Dios hecho hombre

La Navidad es un tiempo perfecto para adorar al Niño Jesús, como hicieron, cuando nació en Belén, María y José, los ángeles, los pastores y los Magos de Oriente.

Para hacer una buena oración, solo necesitas tu disposición, pero puede ayudarte encender una vela y colocarla junto a una figurita del Niño Jesús, que quede en el centro de atención.

La postura corporal idónea para adorar es arrodillarse, aunque debes encontrar la que mejor te ayude a ti a encontrarte con la Divinidad que sale a tu encuentro.




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A continuación intenta hacer silencio, exterior e interior. Respirar hondo ayuda a algunas personas a relajarse. Toma conciencia de que tu Creador te está mirando con complacencia.

Si vienen a tu mente pensamientos y preocupaciones en este momento, acógelas y ofréceselas a Dios mientras le pides poder tener un rato de calma y de verdadera adoración.

Puedes cerrar los ojos y darte unos minutos para imaginarte presenciando aquella primera Navidad en la que Dios se hizo hombre.

Después quizá te ayude a ambientarte cantar o escuchar un villancico o una música reposada, por ejemplo Adeste fideles.

Mira al Niño Jesús

Ahora contempla la figurita de Jesús y deja que te inspire libremente pensamientos, preguntas, sentimientos… Sus ojos, su pelo, sus manitas, su pequeño cuerpo, las chocantes circunstancias de su nacimiento,… ¿qué te dicen?

DZIECIĄTKO JEZUS, WARSZAWA SŁUŻEW
fot. Kamil Szumotalski

Háblale espontáneamente. Y cuando lo consideres oportuno, puedes rezar esta oración de adoración al Niño Jesús:

Pequeño Niño Jesús:
Aunque es de noche
y hay tanta pobreza en este lugar,
puedo reconocer que eres Dios
y quiero tomarte en mis brazos,
abrazarte y acogerte en mi corazón.

He intentado preparártelo
y te lo ofrezco como cálido refugio,
desearía que te sintieras a gusto en él
y te quedaras para siempre.

Cuánto agradecimiento siento
por tu madre, María,
y por todos los que de alguna manera
prepararon tu venida.

Intentaré amarte cada día,
servirte en lo que necesites
como frágil ser humano,
con ternura y abnegación.

Hasta que seas Tú quien me bendigas,
me guíes y me rescates.
En ti pongo toda mi fe
y de rodillas te adoro con todo mi ser.

Tú, pequeño Jesús, mi Dios,
eres la luz que ilumina el mundo,
la esperanza que alegra mi alma,
el Camino, la Verdad y la Vida.

Puedes acabar tu oración con un sencillo gesto, como besar al Niño Jesús, acercar su figurita a tu frente o a tu corazón o hacer con ella una señal de la cruz como si le pidieras que bendiga al mundo con su presencia.


enfant devant crèche de noel

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