Cada vez que culmina un año acostumbramos a plantearnos distintos propósitos personales para el año nuevo que comienza, pero este año tan especial puedes hacerlo en familia y jugando con tus hijos
Jugar siempre ayuda a fortalecer la unión familiar, a comunicarnos, y a disfrutar de un momento de encuentro. Termina 2020, un año muy difícil para todos donde hemos aprendido a valorar aún más a nuestra familia. Por eso, hoy te propongo un plan para este 31 de diciembre, un juego en familia para fijar nuevos propósitos de cara al año 2021.
El papa Francisco en una de sus homilías nos invitaba a seguir el ejemplo de comunicación del hogar de José, María y Jesús, y nos pide a los miembros de las familias de hoy que sepamos rezar juntos, trabajar juntos y «recuperar la comunicación en familia, no como los niños que chatean con el móvil en la mesa y hay un silencio como si fuese el de la misa. Es necesario comunicarse, los padres y los hijos, los abuelos. Comunicarse».
Esta propuesta es una buena oportunidad para comunicarse, es una linda y sencilla manera de enseñarle a los niños el valor de perseguir unos objetivos comunes, y de esforzarse para conseguirlo. Lo podemos hacer a modo de juego para que ellos se entusiasman más y se lo puede mantener durante todo el año.
Juego para toda la familia
A través de este juego se promueve los encuentros en familia, de conocer y buscar propósitos juntos, de comunicación y de escucha activa.
Es importante que antes de reunirse en familia a escribir los propósitos tengamos en cuenta: elegir un momento del día en el que estén todos los miembros de la familia, en un lugar tranquilo sin televisores y dispositivos móviles para poder escucharse.
Ya el papa Francisco advertía que “escuchar nunca es fácil”, porque escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro”.
Es por ello la recomendación de apagar o alejar en ese momento los dispositivos móviles u otros distractores tecnológicos.
Cartoncitos para escribir
Preparar si se quiere con anticipación unos cartoncitos con forma de globitos decorados, con el nombre de cada uno, hacerle un agujerito para pasarle un cordón y anudarlo, estos serán para que cada integrante luego de comentar y escribir su propósito lo cuelgue en el arbolito de navidad.
Después de conversar y escribir sobre los propósitos de cada uno, sería lindo terminar con una oración de gracias y rezando juntos y pidiéndole a Jesús que les ayude a cumplir esas metas planteadas.
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Tipos de propósitos
Los propósitos familiares pueden ser cosas sencillas como:
- Incorporar un alimento saludable a nuestras comidas diarias.
- Tomar más agua, o sustituir los refrescos por agua la mayor cantidad de días en la semana.
- Hacer ejercicio en familia una vez a la semana, por ejemplo, los domingos, salir a caminar, correr, andar en bicicleta o patineta, jugar a la pelota en el parque.
- Poder tener una tarde especial solo con alguno de los hijos.
- Ahorrar dinero: es muy bueno generar el hábito de ahorrar dinero, les enseña a los niños el valor de tener reservado dinero para algún momento difícil en que se necesite.
- Pensar y organizar un viaje que nos gustaría hacer a todos cuando termine la pandemia; no es necesario un viaje costoso, puede ser algo sencillo y cercano.
- Aprender un hábito o disciplina nueva.
- Mantener un mínimo orden en las zonas comunes, por ejemplo, que cada uno ordene su dormitorio, o para los niños que después de jugar ordenen, esto genera el hábito del orden, que sí lo cumplen lo acompañara toda la vida.
- Colaborar con las tareas del hogar, se puede designar una tarea a cada uno, o que elijan la que prefieran, esto les enseña a los niños a tener responsabilidades con ellos mismo y con los demás.
- Buscar entre todos una manera de ayudar a uno de los miembros de la familia para que consiga algo que para él es muy importante, porque con el apoyo de los demás se puede llegar muy lejos y es más fácil perseverar.
Y después…
Lo interesante es que esta propuesta no termina aquí. Luego al desmontar el arbolito se pueden unir todos los cartoncitos y hacer con ellos una guirnalda.
Y se puede colgar en algún lugar que elijan para tener presente todo el año los propósitos familiares e ir viendo si se han ido cumpliendo.
De esta manera podemos seguir hablando de ellos en familia y apoyarnos en la familia para alcanzarlos.
La familia es un don que Dios le dio al mundo. Y la cercanía de la navidad nos recuerda que Dios quiso nacer en el seno de una familia, porque «la familia es un tesoro precioso. Hay que sostenerla y protegerla siempre», nos recuerda el Papa.
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