El debate en el Senado comenzará a eso de las 4:00 p.m. (hora local), y se proyecta un resultado ajustado.
De un total de 72 senadores, José Alperovish estaría inhabilitado por una denuncia por supuesto abuso sexual. También podría restarse de la votación Carlos Menem, el expresidente de Argentina, que a sus 90 años se encuentra hospitalizado con problemas cardíacos y renales.
Entre los senadores indecisos estaría Laura Rodríguez Machado, del Frente Pro; y el electo de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien enumeró varias críticas al proyecto y condicionó su voto a esas modificaciones.
Por ello, a pocas horas de la votación del proyecto del aborto, la senadora nacional María Belén Tapia manifestó su esperanza a ACI Prensa porque “prime el sentir inmensamente mayoritario del pueblo argentino en favor de la defensa de los derechos humanos desde la concepción”.
Para la legisladora el rechazo al proyecto depende de “los factores de poder, en este caso el gobierno, de las organizaciones de una u otra postura y de los medios”.
Además, de la capacidad del “pueblo de hacerse escuchar por sus representantes; de la capacidad y la honestidad de los representantes de escuchar a la ciudadanía y votar de acuerdo al sentir de la mayoría y la búsqueda del bien común”.
“El resultado es la conjunción entre todos estos factores. Espero que prime el sentir inmensamente mayoritario del pueblo argentino en favor de la defensa de los derechos humanos desde la concepción”.
La senadora electa por Santa Cruz, manifestó que la presión por aprobar el aborto comienza desde el “propio Poder Ejecutivo” que “lo ha admitido y lo han comentado algunos senadores”.
“Cuando la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, vino a defender el proyecto al Senado dijo que este tema formaba parte de la plataforma de campaña del gobierno y que eso era conocido por los electores y por los candidatos a ser elegidos en las boletas de ese espacio. Muchos de esos candidatos son hoy senadores”.
En ese sentido, precisó que puede haber presiones “desde una mera influencia a una especie de imposición”.
En esa línea recordó que influye también “el interés del lobby internacional vinculado a las políticas de población que tiene en su agenda el aborto. Algunos organismos internacionales son muy explícitos en ello”.
Además, “el aborto legal es también un gran negocio. La IPPF tiene más clínicas para hacer abortos que las sucursales de la hamburguesería más conocida que hay a nivel mundial”.
“Debemos reconocer, aunque podamos no estar de acuerdo, que hay un sector del feminismo que con mucha sinceridad y convicción considera que el aborto es un paso en favor de la liberación de la mujer”, sostuvo Tapia.
Respecto a los costos asociados al aborto, la senadora aseguró que el primer costo es humano ya que “es la muerte de inocentes con el aval del Estado, con dinero del Estado, que es de todos los contribuyentes: de los que consideran que es un derecho y de los que consideran que es un crimen”.
En cuanto a los costos económicos, si bien “no están cuantificados con exactitud, serían miles de millones de pesos más que se recargan sobre un sistema de salud que ya está al borde del colapso”, aseguró Tapia.
De otro lado está el “impacto demográfico del aborto, al reducir la tasa de crecimiento poblacional y socavar la sostenibilidad de los sistemas previsionales”.
La senadora Tapia aseguró que “la inmensa mayoría de las mujeres pobres luchan por poder tener y criar a sus hijos, no por el aborto”.
Por eso, lo importante es “demostrar ante los representantes que somos de verdad ‘la mayoría celeste’. Salir a las calles, inundar las redes, llegar ante los representantes. Siempre con respeto y empatía, con un mensaje propositivo”.
“Esa es la clave, porque es esencial en una democracia que las acciones de gobierno y la legislación sean conformes al sentir de la mayoría”, concluyó.
Ola celeste por las dos vidasMillones de ciudadanos en Argentina han salido a las calles para manifestar su rechazo al proyecto de asesinato de niños inocentes.
La llamada ola celeste alzó su voz con fuerza en 2018 para frenar la ley del aborto y no ha cesado en sus acciones, a pesar de que en 2019 el gobierno del presidente Alberto Fernández retomó el tema, que se vio relegado por la pandemia del coronavirus durante unos meses.
A principios de diciembre de este año el Ejecutivo ingresó el proyecto de legalización del aborto al Congreso de la Nación.
La marea celeste ha realizado multitudinarias marchas en todo el país, incluso diversas encuestas como la realizada por la Cátedra de Sociología de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) arrojó que el 92% de los argentinos cree que la legalización el aborto “no es un tema de urgencia en la salud pública”, el 93% está en contra del proyecto de ley y sólo el 6% a favor.
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