(InfoCatólica) Según relata la COPE --cadena de radio «de los obispos españoles»--, el Vaticano ha emitido este martes un comunicado a través de su portavoz, Greg Burke, para matizar las declaraciones del Gobierno español sobre la inhumación de Franco. En dicho escrito, la Santa Sede señala que en la reunión que mantuvieron ayer el Secretario de Estado, Pietro Parolin y la Vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, se transmitió que el Vaticano no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación.
La Santa Sede sí constata la preocupación del Gobierno por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia. "Al Cardenal Secretario de Estado le pareció oportuna esta solución”, señala el mismo comunicado.
El Gobierno había vendido este martes que el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, había garantizado a Carmen Calvo en dicha reunión su opisición a que los restos de Franco fueran inhumados en la catedral de la Almudena. "Lo que acordamos fue estar de manera conjunta para encontrar una salida, que obviamente no puede ser La Almudena ", dijo la vicepresidenta del Gobierno en los pasillos del Congreso de los Diputados.
El PSOE no está dispuesto a que los restos sean trasladados a la tumba que la familia tiene en la cripta en el caso de que se produzca su exhumación del Valle de los Caídos. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, ha señalado que esta posibilidad "no puede gustarle a nadie que se considere demócrata" y ha pedido a la familia que busque un "lugar digno y discreto" para que reposen los restos.
También este martes, el arzobispado de Madrid ha confirmado que no se ha concretado nada con ellos sobre la inhumación de Franco. La diócesis, al igual que el Vaticano, ha apelado al diálogo y a un acuerdo entre el Gobierno y la familia.
Un ejercicio de improvisación que se le ha ido de las manos al Gobierno
La revista religiosa Vida Nueva, bien informada en este tema, contaba que la sensación que cundía en el Episcopado español tras conocer que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se iba a reunir el 29 de octubre con el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, para solicitar su intercesión y evitar que el cadáver de Francisco Franco sea enterrado en la cripta de la catedral de La Almudena, era la de un ejercicio de improvisación que se le ha ido de las manos
Esta percepción de los obispos fue mayor cuando, horas después de saltar la noticia, la propia líder socialista matizó este primer anuncio y descartó que el motivo del viaje a Roma fuera este. Al parecer, el Gobierno llegó a mirar al Papa para buscar el cobijo del Vaticano “a la desesperada”, al no haber calibrado las consecuencias de la decisión de exhumar el cuerpo del dictador del Valle de los Caídos.
Aquella promesa estrella de Pedro Sánchez al tomar posesión como presidente tenía fecha de cumplimiento durante el pasado verano. Sin embargo, se le está atragantando al actual inquilino de La Moncloa, en tanto que la familia Franco ha echado mano de la legalidad buscando abortar o, al menos demorar lo más posible, el proceso. Para ello, ya se han presentado en el Ministerio de Justicia unas alegaciones al Real Decreto del Gobierno en las que presentan hasta doce motivos para paralizar la exhumación. Dentro de su estrategia, no descartan apelar al Defensor del Pueblo, así como acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Estas maniobras permitirían agotar la legislatura antes de que se inicie cualquier cambio de sepultura.
Los obispos advirtieron al gobierno
Fuentes eclesiales confirman a Vida Nueva que, antes de que la familia lanzara su globo sonda sobre la cripta de La Almudena, la algunas personas de la jerarquía advirtieron por varias vías al Gobierno de Sánchez de esta posibilidad e, incluso, se les instó a rebajar la tensión con los Franco para trasladar al dictador al panteón familiar en El Pardo, donde se encuentra enterrada la esposa del fallecido. Lo único necesario en este caso, para que la familia accediera a esta alternativa, sería garantizar un dispositivo de seguridad que evita que la tumba fuera profanada. Sin embargo, el Ejecutivo, que entonces ignoró este aviso y subestimó la capacidad de reacción de la familia, ahora ha buscado la complicidad de la Iglesia para intentar retomarla.
«Sólo aceptaremos que siga en el Valle o el traslado a la Almudena»
Mientras se produce todo este movimiento mediático los nietos de Franco asisten impertérritos al «show»: según afirma el albacea universal de Carmen Franco Polo, Luis Felipe Utrera-Molina, la familia no contempla que el cadáver de su abuelo se traslade a otro lugar que no sea la cripta de la que disponen en la catedral de la Almudena. Esta decisión inamovible tiene al Gobierno de Sánchez en un «sinvivir», hasta el punto de haber ido al Vaticano a buscar ayuda, ya que supondría trasladar el foco sobre el cuerpo de Franco a la misma capital. «La única alternativa a la Almudena es que siga en el Valle», zanja el asunto Utrera-Molina en conversación con este periódico. La propia familia ya informó a este diario de que el Ejecutivo ha estado estudiando la posibilidad de reforzar la seguridad en El Pardo en aras de que la familia cambiase de opinión, intención que ha caído en saco roto.
Y es que el Ejecutivo confió en que los nietos optasen por enterrar a Franco en el panteón familiar del cementerio de Mingorrubio en El Pardo, donde descansa el cuerpo de su abuela, Carmen Polo. Una creencia basada en que el matrimonio siempre tuvo el deseo de ser enterrado unido, por lo que Polo pidió al fallecer su marido que lo enterrasen allí, como era incluso deseo del militar, no en el Valle de los Caídos, decisión que corrió a cargo del Rey Juan Carlos y del Gobierno de Arias Navarro, precisamente para que el cuerpo de Franco no estuviese en el centro de la capital con el fin de reforzar el periodo de transición que comenzaba el país hacia la democracia. Paradoja sería que sea el Gobierno de Sánchez quien facilite lo contrario. Además, se da la situación de que el Ejecutivo pueda cumplir los deseos iniciales del matrimonio, ya que desde la familia se anunció a este diario que, en caso de que finalmente los restos de Franco se trasladasen a la Almudena, la familia no descartaría la posibilidad de reubicar a su abuela junto a su marido. Actualmente, disponen de cuatro enterramientos: dos de ellos ocupados por la hija de Franco, Carmen Franco Polo, y de su marido, el marqués de Villaverde. Por tanto, quedan dos libres: uno quedaría reservado para el cuerpo de Franco, y el otro es el que podría ser ocupado por su mujer.
Paralelamente a esta situación, la familia sigue presentando alegaciones por la vía administrativa al decreto ley aprobado por el Gobierno para proceder a la exhumación del cadáver del Valle de los Caídos. Entre dichas alegaciones figuran el Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos alcanzado entre España y la Santa Sede en 1979, y el derecho a la intimidad que establece el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por el que el tratamiento después de la muerte «afecta directamente al derecho a la vida personal y familiar de sus allegados». Asimismo, se presentó un recurso a la subsecretaria de Justicia e instructora del procedimiento por «falta de parcialidad». El abogado Utrera-Molina explica se ha desestimado dicho recurso, y que de momento quedan a la espera de que se abra el segundo plazo de alegaciones una vez haya respuesta jurídica por parte del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial y la Comunidad de Madrid.
Publicar un comentario