Planned Parenthood es el mayor receptor de fondos públicos según la ley Title X, un programa federal creado en 1965 para subsidiar principalmente anticonceptivos.
La decisión del jueves 20 de junio, emitida por la corte, en San Francisco, significa que Planned Parenthood perderá alrededor de 60 millones en fondos federales, aunque la compañía seguirá recibiendo cerca de 500 millones de dólares en fondos federales de otros programas.
A fines de febrero de 2019, el Gobierno estadounidense puso en marcha la “Protect Life Rule” (Regla para la protección de la vida), que agregó nuevos requisitos para elegir a los beneficiarios de Title X. Poco después, varios estados presentaron una demanda por la nueva política.
California, Washington y Oregon recibieron una orden judicial preliminar que impidió que la regla entrara en vigencia. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito anuló esa decisión el jueves, calificando las reglas del Gobierno como una interpretación “razonable” de la ley federal.
La corte dictaminó que permitir la suspensión de la medida significaría que “el HHS (Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos) se verá obligado a permitir que los dólares de los contribuyentes se gasten de una manera que, como se ha concluido, viola la ley”.
Asimismo, se busca “garantizar que los dólares de los contribuyentes no financien o subvencionen abortos”.
Entre otras disposiciones, la “Protect Life Rule” requiere que haya una separación física y financiera entre los beneficiarios de Title X y las instalaciones que realizan abortos. Las clínicas que brindan “asesoramiento no directo” sobre el aborto aún pueden recibir fondos.
Como resultado de la decisión de la corte, a los beneficiarios de Title X se les impidirá remitir a sus pacientes a servicios de aborto.
Para marzo de 2020, las clínicas de salud deben estar ubicadas por separado de las instalaciones de aborto para ser elegibles.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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