Ramallah (agencia Fides) – La reanudación del proceso de paz entre israelíes y palestinos “es algo positivo, porque la única manera de resolver los problemas es negociar”. Pero las condiciones en que se produce no dejan espacio a muchas expectativas, ya que “hay demasiados obstáculos para la solución de 'dos pueblos - dos Estados', empezando por los asentamientos de colonos que Israel continúa construyendo en los territorios palestinos”. Así el sacerdote palestino Raed Abusahliah, director general de Caritas Jerusalén, informa a la Agencia Fides de las consideraciones generalizadas entre los cristianos árabes en Tierra Santa con respecto a las nuevas negociaciones en curso entre Israel y las Autoridades Palestinas bajo impulso de la actual administración USA. Según el Padre Raed el comienzo de una negociación siempre es una buena noticia, y es apropiada, “también la decisión de poner una fecha límite, nueve meses, para llegar a un acuerdo”.
Por oreo lado, “la parte palestina es débil: el presidente Abu Mazen no tiene el apoyo de Hamas, e incluso algunos grupos de la OLP desafían la base sobre la que se ha comenzado a discutir”. En particular, las excesivas expectativas sobre el resultado de las futuras negociaciones, según el sacerdote árabe, está fatalmente en contradicción con la política de los hechos seguida por el gobierno israelí. “Me temo que la solución '2 pueblos - 2 Estados' - explica P. Raed - se hace intransitable por los hechos: en los Territorios palestinos ya hay cientos de asentamientos habitados por miles de colonos orientadas ideológicamente, y siguen construyendo otros nuevos. ¿Quién tiene el poder y la intención de persuadirlos a marcharse? Y luego está el muro de separación que los israelíes están construyendo y que tratará de proponer una nueva frontera, aunque no corresponde a la frontera establecida por la ONU en 1967 e incluye varios territorios palestinos”.
Desde el punto de vista de las iglesias y de otras comunidades religiosas – subraya el director de Cáritas Jerusalén, “el acuerdo debe proteger la libertad de movimiento y acceso a los Santos Lugares, que ha disminuido de forma increíble desde el inicio de las negociaciones isreliano-palestinas. Después del acuerdo de Oslo la libertad de acceso a los lugares santos no está garantizada. Muchas ciudades, incluida Ramallah, están rodeadas por puestos de control. Se necesitan garantías internacionales para la ejecución de cualquier acuerdo, especialmente en lo que respecta a la libertad de acceso a los Santos Lugares”. (GV) Agencia Fides 31/7/2013).
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