Los esfuerzos de la Comisión Internacional de Verificación por convencernos de que " ETA ha cumplido con su compromiso de cesar todo tipo de asesinatos, atentados, amenazas y extorsión", no consiguen su objetivo.
A lo largo de este periodo - dice el texto-, la comisión ha trabajado estrechamente con los actores políticos y sociales, entre ellos el Gobierno vasco, partidos políticos, sindicatos, Confebask y representantes de la Iglesia. La CIV agradece su ayuda y apoyo en la tarea de verificar el alto el fuego y el final definitivo de la violencia".
Aparte de un insulto a los españoles, considero el hecho poco creible por varios motivos:
1- No basta con que la Comisión haya verificado que eta ha sellado y ha puesto fuera de uso operativo una cantidad mínima de armas, munición y explosivos. Da risa que cuatro armas, 300 balas y dieciséis kilos de explosivos sea todo lo que la banda terrorista tiene en su poder.
2- No es admisible una Comisión "pacificadora"que alberga en sus filas un ex guerrillero sudafricano.
3- La "puesta en escena", con dos terroristas encapuchados, ya nos dice que no hay claridad en el proceso verificador. Mientras eta siga escondida bajo una capucha, demuestra su incapacidad para ser verosímil.
La Comisión tiene la confianza de que este paso es creíble y significativo, pero todo indica que no es más que una triste pantomima, una "performance" indigna e interesada. Y, mientras, los"verificadores" cobrando una pasta gansa... otra indignidad más unida a este vergonzoso proceso.
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