Kinshasa (Agencia Fides) - La República Democrática del Congo (RDC, cuya capital es Kinshasa) y la República del Congo (con capital en Brazzaville) han formado una comisión conjunta para investigar las violaciónes de los derechos humanos cometidas en el curso de las operaciones de deportación de Brazzaville de los ciudadanos originarios de la República Democrática del Congo. Lo han decidido las autoridades de los dos Estados al final de una reunión en Kinshasa para resolver el conflicto derivado de la operación “Mbata ya Bakolo”, que ya ha dado lugar a la expulsión de Brazzaville de más de 130.000 ciudadanos de la República Democrática del Congo.
Según las autoridades de Brazzaville la operación era necesaria para hacer frente a la delincuencia callejera. Kinshasa responde que el gobierno congoleño ha actuado sin consultarla, creando a su vez un grave problema humanitario y de orden público en el otro lado del río Congo, que separa las dos capitales. Varios expulsados se han lamentado de haber sufrido graves violaciones de sus derechos, violencia, robo, y humillación a manos de las fuerzas de seguridad e incluso por algunos de los habitantes de Brazzaville.
La prensa en Kinshasa también se pregunta si entre los expulsados están también los milicianos de hutu ruandeses y los ex soldados del entonces Zaire (el nombre de la República Democrática del Congo en la época del presidente Mobutu depuesto en 1997 al final de la guerra que llevó al poder al padre del actual presidente, Joseph Kabila), que eran miembros de la milicia de Pascal Lissouba, el oponente del presidente de Congo Brazzaville, Denis Sassou Nguesso. Después de ser derrotado en dos guerras civiles a finales de los años 90 del siglo pasado, algunos de los milicianos de Lissouba continuaron viviendo en la inseguridad en Brazzaville, siendo una fuerza potencialmente desestabilizar al servicio del mejor postor. Según la prensa de Kinshasa, al expulsarles de Brazzaville las autoridades locales han alejado esta amenaza, peor han empeorado la situación del orden público en Kinshasa. (L.M.) (Agencia Fides 4/6/2014)
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